"Siempre tuve la intención de trabajar por mi cuenta, fue como un objetivo de vida, y sentía que la ingeniería química me limitaba esa posibilidad. Entonces para trabajar por mi cuenta la carrera que más me servía era seguridad e higiene, a partir de 2012, aunque cuatro años ya comencé a trabajar en ese área pero dentro de empresas" recordó.

"En un noventa por ciento trabajo para Reginald Lee, que es una planta embotelladora de Coca Cola que está en La Plata. Trabajo para esa planta y para los centros de distribución que tiene en Lobos, Mar del Plata, Necochea, Dolores, Villa Gesell y Santa Teresita. Y también doy clases en la facultad de Ingeniería, en las carreras ingeniería en seguridad e higiene e ingeniería química, y soy docente responsable en la materia Ruido y Vibraciones, así como en la materia Prevención de Incendios. Trabajo también en la facultad de Azul y allí doy la materia Seguridad e Higiene para los alumnos de la licenciatura en administración agropecuaria y de licenciatura en tecnología de los alimentos, es decir en esas dos carreras. Y dentro de lo que es la docencia siempre me interesó, y hoy quiero desarrollar, es el tema ruidos", agregó Gustavo.

"La ley cambió en 1972, cuando aparece la ley número 19587 que habla del tema prevención. Hasta ese momento no se habían mencionado en las leyes las palabras ruido y prevenciones, sólo enfermedades profesionales relacionadas con otros agentes, pero no con el ruido. A partir de esa fecha hay un click y aparece en la ley este tema. Recién en 1979, con el decreto 351, se reglamenta para las empresas o establecimientos. Desde ahí pasa a ser obligatorio, y se reglamenta de qué manera, en una forma muy avanzada para su época, ya que se establece lo que se llama jerarquía de control. Es decir, el decreto 351 no dice entréguele protectores auditivos a todo el que esté por encima del nivel permitido de ruidos, sino que dice: primero fíjese sino puede tomar medidas de ingeniería para controlar el ruido. El problema es que cuando se da un elemento de protección a la persona, depende si lo usa o no lo usa el resultado que va a dar en la protección que reciba.

Hay que ir a la causa, no a la consecuencia...

En realidad, es así. La causa es el ruido y hay que minimizarlo, y la consecuencia sería la hipoacusia, es decir cuando la persona pierde la audición. Pero en el medio hay medidas de control. Y éstas tienen una característica que se llama jerarquía de control. No todas las medidas de control son equivalentes, ya que hay algunas que bloquean mucho mejor el peligro y otras que bloquean menos el peligro. Respecto de lo que hablan las normas más modernas, como puede ser la ISO 45001, dicen que dependiendo del tipo de peligro al que la persona esté expuesta, de la valoración de ese riesgo, es la jerarquía de control del control que hay que utilizar.

¿Por ejemplo?

Si una persona tiene riesgo de choque eléctrico, es decir la famosa "patadita" del enchufe, la consecuencia asociada es la muerte. Que no siempre ocurra es porque tenemos suerte, pero en un momento puede afectar una fase del corazón que corta ese ritmo del órgano y esa persona se muere. Con lo cual no es aceptable, desde el punto de vista de la norma de seguridad ISO 45001, que se le den guantes a la persona para proteger de ese peligro. Y no es aceptable porque el guante depende si la persona lo está usando o no. Ahí es donde aparecen las medidas de ingeniería, como el disyuntor, la térmica, puesta a tierra, etc., que son más bloqueantes del peligro que lo que es un EPP (Elemento de Protección Personal). Esta es la última barrera que se tiene para proteger al trabajador. Otro ejemplo: si la persona trabaja en altura, lo último que hay que darle es un arnés para que si se cae quede colgado, siempre y cuando lo use y lo haya enganchado como corresponde, por lo que a ese trabajador lo que hay que darle, en la medida de las posibilidades, es una baranda con la resistencia adecuada, a la altura adecuada, con rodapie, con barra intermedia, y eso va a ser más contundente para evitar el riesgo de caída. Y, volviendo al tema ruidos, el decreto de1979 dice que la empresa debía, primeramente, agotar todas las medidas de ingeniería.

¿Y eso se hace?

Muy buena pregunta. No, no se hace generalmente. Algunas empresas están amparadas, porque si eso incide un costo muy alto que deja inutilizada a la empresa, es más factible entregar un elemento de protección personal. Ahora este EPP, en este caso puede ser un protector que se ponen dentro de la oreja o uno de copa, va a reducir el ruido que se recibe. Y va a ser efectivo. Pero la ley pide algo adicional: que la empresa entregue un protector auditivo, que haya constancia de que lo entregó, de que ese EPP tenga un sello de seguridad homologado y certificado (el que certifica esos equipos generalmente es el IRAM). Seguramente todos conocen ese sello con la S mayúscula dentro de un círculo. Eso certifica que es efectivo. A su vez debe haber capacitaciones. Si no se cumplen esas condiciones, no está correcto.

¿En qué empresas se trabaja más con el tema ruidos, como cementeras, caleras, etc.?

En empresas donde hay compresores, en cementeras donde hay molinos de bola (que giran con bolas de metal o piedra o cerámica), también donde está implicado el tema de explosiones. Y el ruido de impactos, de corta duración, el de martillo en forma repetitiva, como en metalmecánicas por ejemplo. También cuando hay equipos de ventilación con mucha potencia. En esos lugares hay niveles muy por encima de lo permitido. Hoy, el máximo permitido -suponiendo que el trabajador está 8 horas por día- es de 85 decibeles A (decibeles es la medida del ruido y la A es la escala en que se debe medir). La A tiene que ver con la sensibilidad de nuestro organismo al ruido, ya que no somos sensibles igual a un ruido agudo que a un ruido grave. Nosotros, ante un mismo nivel de presión física (el ruido es una onda mecánica de presión, que va moviéndose y avanzando) y dependiendo de la frecuencia, si son tonos graves o agudos, diferente será el daño que hace al oído.

¿Durante cuánto tiempo se puede soportar un ruido?

El ruido es una cuestión de dosis: tiempo y decibeles. A partir de los 70 decibeles, de acuerdo con lo que establece la EPA -la agencia ambiental norteamericana-, ya empezamos a tener daños en el oído. Está ampliamente aceptado, en condiciones laborales, tener 85 decibeles como nivel máximo de ruido permitido durante 8 hora diarias. Hasta 2003 eran 90, pero en la Argentina bajó a 85 aunque en muchos países sigue en 90.

¿Cuándo comienzan los síntomas que marcan que hay un problema auditivo?

Por lo general, se empieza a perder la riqueza del sonido y resulta difícil seguir una conversación. Se pierden los sonidos más agudos, así que todo suena a ruido de fondo. Lo ideal es hacer la audiometría, que va a confirmar si la pérdida de audición viene por el trabajo (es una hipoacusia perceptiva, que así se denomina la enfermedad profesional) o por la vejez o un problema congénito. A partir de los 10 años los seres humanos comenzamos a perder audición progresivamente de frecuencias. A esa edad se puede escuchar el mayor rango de frecuencias, desde 20 hasta 20 mil hertz, de acuerdo con la estadística, y a medida que van pasando los años se pierde parte de esasfrecuencias. No las escuchamos más, no se recuperan.

Consejos

--- Como regla general, si estando a un metro de distancia de una persona no pueden entenderse ni aún gritando, en ese lugar debería usar un protector auditivo.

---- Evitar los ruidos impulsivos, los de impacto, como los golpes de martillo que sean con continuidad obviamente.

---- El ruido es acumulativo con lo cual si estás expuesto a ruido en un lugar deberías buscar un lugar silencioso para evitar seguir exponiendo el oído.