"Se calcula que, si el hombre tiene 25 años o menos, la probabilidad de concebir (en promedio) es de 4 meses. Por el contrario, si tiene más de 40, puede tardar 2 años o más. Y, superados los 45 años, el tiempo promedio necesitado para concebir se multiplica por cinco", explicó Martín Attie, médico especialista en medicina reproductiva, director médico de In Vitro Buenos Aires.

En ese sentido, el especialista precisó que "los hombres nunca dejan de producir esperma, es decir, a menos que ocurra alguna enfermedad o daño específico, no se detiene la síntesis de espermatozoides". No obstante "sí puede verse afectada su calidad a medida que pasa el tiempo como, por ejemplo, la oxidación de los espermatozoides y, por lo tanto, disminuir su capacidad de fecundación".

Attie señaló que entre los impactos negativos a mayor edad sobresalen: precisar más tiempo para concebir, disminución en la calidad del esperma (conteo, movilidad), aumento de la posibilidad de encontrar anomalías en el ADN del esperma debido a su fragmentación, incremento del riesgo de sufrir abortos involuntarios, defectos de nacimiento en los bebés y, según diversas publicaciones científicas, alto incremento en la incidencia de engendrar hijos con autismo.

"Así, cuanto mayor sea el hombre, más tiempo le puede tomar concebir naturalmente. Esto también puede deberse a que se desarrollan enfermedades crónicas como diabetes, sobrepeso y presión arterial alta, que pueden afectar la fertilidad", indicó.

Por otra parte, a medida que los hombres envejecen, pueden experimentar otras complicaciones ligadas a la reproducción (como una disminución de la libido y/o disfunción eréctil), que pueden dificultar el embarazo natural.

Alteraciones

cromosómicas

Estudios recientes también han determinado que la edad del hombre se asocia con una mayor tasa de alteraciones cromosómicas en los espermatozoides, que pueden dar lugar a problemas de esterilidad, abortos involuntarios y transmisión de enfermedades congénitas en la descendencia.

"Aunque los hombres no experimenten la menopausia femenina y no pierdan su capacidad de concebir, la fertilidad masculina sí disminuye con la edad, pero, merced a las diferentes técnicas de reproducción asistida, es posible resolver la mayoría de los problemas de esterilidad", explicó el médico.

Técnicas como la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, conocida como ICSI, han reducido enormemente la infertilidad masculina, incluso en casos de movilidad muy reducida y con anomalías morfológicas. Con esta técnica, independientemente de la edad del hombre, es posible conseguir el embarazo en la mayoría de los casos. Por otra parte, la edad del hombre también puede afectar la calidad de embriones generados, aunque con una tasa baja.

La frecuencia de hombres de más de 45 años que aspiran a ser padres ha aumentado por diversos motivos: prioridad en sus objetivos profesionales o personales y han retrasado la paternidad, por la formación de segundas parejas o por no haber encontrado a la persona indicada, entre otros.

"Antes de la implantación del embrión, se realiza una pequeña biopsia con el fin de realizar un estudio genético que indica si las células tienen un número de cromosomas normal o anormal (no apto para transferir). Así, se minimiza la posibilidad de tener un hijo libre de patologías como autismo y acondroplasia", indicó Attie.