Los lugares de alto tránsito de gente serán los últimos que vuelvan a algo parecido a la normalidad, tal cual se conocía antes de la aparición del coronavirus, y dentro de la nómina de restricciones aparecen subrayados en rojo bares, restaurantes, espectáculos masivos (deportivos y artísticos), y también los shoppings y las ferias.

En las conferencias de prensa quincenales que ha ofrecido desde el 20 de marzo el presidente Alberto Fernández para comunicar novedades acerca del aislamiento social, tales rubros han chocado con muro inexorable de la prohibición.

Sin embargo Lucas Torres propietario de la Feria Del Centro anticipó ayer que más allá de lo que digan la autoridad y los DNU presidenciales, igual abrirá la semana que viene sus locales ubicados en la avenida Del Valle.

"Estamos cerrados desde hace casi 80 días, son más de 100 familias que están sin recibir ingresos. Encima con la categoría de monotributo que son, tampoco les llega el auxilio del Estado, así que la situación es bastante crítica" afirmó.

Torres denunció que el "treinta por ciento de los emprendedores han debido ''reventar'' todo lo que tenían en el local para poder comer y sobrevivir. Nosotros decidimos desde que empezó la cuarentena no cobrarles más el alquiler para ayudarlos, pero con eso no alcanza".

"Lo que ellos venden es para cubrir las necesidades. Viven al día, entonces no tienen una espalda muy ancha en lo económico, sobre todo por lo ocurrido en los últimos tres o cuatro años, por la crisis. El aumento de la indumentaria, los gastos internos, los servicios que se fueron al demonio. Venimos muy golpeados" recalcó.

Torres se refirió a "la injusticia que significa que nosotros no podemos trabajar, y hay lugares como Wal Mart que vende ropa, electrodomésticos, calzados y no cumple con los protocolos".

El propietario de la Feria Del Centro destacó que ha confeccionado un protocolo "con standards que no tiene nadie en Olavarría. Es el mejor que se presentó al Municipio hasta ahora".

"Hicimos una inversión de casi 500 mil pesos en materia de bioseguridad. Tenemos arcos sanitizantes en todas las entradas, pusimos dispensers de alcohol en gel cada diez metros, hicimos un patio interno muy grande para mejorar el espacio y la ventilación, hicimos una compra de casi 1500 barbijos N-95 certificados, y a eso sumamos medidores digitales de temperatura y un depósito donde dejar la mercadería 72 horas antes de ponerla a la venta para neutralizar el virus" describió.La nota completa en diario El Popular