La historia comenzó a escribirse hace más de cien años y remonta a los picapedreros. Siguiendo los pasos de su tatarabuelo, hoy es Nicolás Espejo quien toma la posta para continuar con este legado familiar. "Vengo de otro palo", asume quien se desempeña como gerente de ingeniería en una empresa de Sillicon Valley (California). Olavarriense, pero radicado en Tandil, divide su estadía entre Argentina y Estados Unidos.

A sus 32 años, Nicolás reimpulsó la marmolería que tantos años funcionó en nuestra ciudad, pero que había cerrado en la década del 90. Reunió a su tío, Fernando Vera, encargado ahora del taller y marmolero por excelencia, quien diseña y realiza los cortes para colocar en los hogares de cada cliente. Es él quien aporta sus conocimientos y experiencia, pues trabajó desde temprana edad en la empresa de su padre Daniel Vera, que a su vez aprendió el oficio de su padre, uno de aquellos picapedreros y fundador de esta empresa familiar. 

Además, Nicolás convocó también a su padre Carlos Hugo, que hoy se encarga del proceso logístico, planificación, gestión y acompañamiento en las diferentes etapas en el proceso de venta y producción. Entre los tres le dieron forma a esta empresa que reabrió sus puertas hace siete meses, en Pellegrini 2667. 

Sofía también forma parte del staff en la empresa, y cumple la función de acompañar al cliente durante todo el proceso, desde que compra hasta que se produce la entrega. 

Con un crecimiento que ya empieza a notarse, la marmolería comenzará a expandirse con nueva mano de obra que planifica incorporar a principios del 2022. 

Lo cierto es que "esta historia arranca cinco generaciones atrás, con mi tatarabuelo que era picapedrero -comienza explicando Nicolás Espejo desde California-. Hay una parte de la historia que está un poco perdida, mi abuelo está bastante viejo y muchas cosas no se las acuerda, y las personas en la familia que por ahí recordaban un poco más fallecieron. Pero bueno, la historia comienza con él y corresponde a la rama materna. Mi abuelo no se acuerda bien, pero dice que por ahí vino de Italia ya que parte de la familia vino de allá". 

El primer trabajo que hicieron fue en la ciudad de la plata y después se radicó en Azul donde abrió la primera marmolería de la familia. "A todo esto, él tuvo una hija mujer que conoció a Vera, quien es el padre de mi abuelo (o sea mi bisabuelo), se fueron a vivir a Olavarría  y ahí se abrió la primera marmolería Vera en esta ciudad", relata Nicolás Espejo desde Estados Unidos.

Cuenta que la aquella primera empresa se ubicaba en el Parque Mitre, "en esa época había cosas ahí, hace muchos años. Después el Municipio -si mal no recuerdo- los hace trasladar hacia la calle Independencia cerca del Cementerio. Ahí es donde más creció la marmolería y se hizo popular en cierta forma. Ahí estaba lo que era el taller y demás. Y en Pueblo Nuevo, en la calle Coronel Suárez donde hoy hay un supermercado chino, había una galería con un muestrario completo de baños y de cocina de mármol y distintos materiales, porque también vendían laja, habia un depósuito ahí. Me acuerdo cuando era chico y jugaba en ese lugar. Así empezó un poco la marmolería". 

Corrieron los años y esta firma se trasladó a San Luis. "Mis abuelos se separaron y mi abuelo se fue a vivir allá, donde abrió otra marmolería que aún sigue funcionando", cuyo encargado es el hijo de su segundo matrimonio. Mientras que el tío de Nicolás, Fernando (quien se desempeña actualmente en la marmolería Vera Tropea), en aquel momento se desempeñó en Azul en este oficio, en la empresa familiar del rubro que funcionaba en esa localidad.

Lo cierto es que "quienes estaban a cargo de esa empresa fallecieron y la marmolería cerró. Es ahí donde entro yo, que de alguna manera estaba buscando la forma de hacer inversiones en Olavarría y se me ocurrió esto de abrir nuevamente la marmolería".

Actualidad, innovación y un acompañamiento al cliente

Plena pandemia, con las incertidumbres propias de un contexto desconocido y con las consecuencias económicas que dejó el Covid, además de la cuestión estrictamente sanitaria. En este marco, Nicolás decide que es un buen momento para invertir y poner nuevamente en funcionamiento esta marmolería familiar de larga historia. 

"Mi tío me miró como diciendo ''estás loco, el capital de inversión que se necesita es muchísimo'' y bueno, al final se terminó abriendo el negocio. Hablé con mi papá que es un militar retirado y le propuse participar de esto: reabrir lo que alguna vez fue la marmolería nuestra en Olavarría. Más allá del contexto en este país fuimos para adelante".

Con cien años de historia y una atención personalizada que los distingue, desde marmolería Vera Tropea aseguran que "tratamos de salir un poco de lo común. Cuando estábamos planificando todo esto de la reapertura, si bien yo vengo de otro palo, me pasó que me compré una sillas porque me estaba mudando, las mandaron a hacer y me dijeron que estaban lista en dos meses aproximadamente. El vendedor me acompañó en el proceso hasta que me las vendió, pero una vez vendidas ya está, quedó ahí. No me gustó la experiencia y desde la marmolería tratamos de cambiar eso: separamos el proceso de producción en cuatro fases y vamos avisándole al cliente en qué etapa se encuentra su pedido".

Así, el proceso comienza una vez concretada la venta, "donde nuestro equipo se encarga de asesorar y acompañar en el diseño y selección del material, ahí el cliente recibirá un mensaje de confirmación con todos los detalles".

Luego, "nuestro equipo hace el control de calidad donde se asegura que no haya grieta o fisura. Una vez listo, el pedido se marca y se corta. Ahí, el cliente va a recibir un nuevo mensaje con la actualización del pedido, alguien del taller está trabajando en los últimos detalles y controlando que todo esté en su lugar". Finalmente,  un último mensaje "de nuestro equipo será para coordinar la entrega del pedido y asesorar en algunos cuidados generales". 

De esta manera, "cada vez que el producto pasa de una fase a otra le notificamos por mensaje al cliente y le contamos qué es lo que está pasando, como para mantener a la persona informada porque hay gente que deja un montón de dinero para comprar una mesada o para cierto trabajo y de repente no sabe más nada hasta la entrega. La idea nuestra es acompañar al cliente desde el principio a fin, que la persona sepa que no le soltaste la mano una vez que compró. También, después lo asesoramos en cómo limpiar el producto o si lo instaló cómo le quedó, si tiene alguna duda, etc.".

En la marmolería Vera Tropea, los materiales clásicos se conjugan con las últimas tenencias. "Por ahí estamos tratando de trabajar con materiales que no son tan comunes, como el cuarzo que suele conocerse como Silestone que es una marca. También otros más nuevos como el neolith. La gente se está animando muchísimo a innovar porque es lo que viene", explica Nicolás Espejo.

Y agrega que "tratamos de tener cosas interesantes, novedosas, trabajar con materiales de primera calidad e innovar. Por ejemplo, armamos una cocina completa dentro de la marmolería que es color blanco, la idea es tener algo diferente. Ese material que se llama statuarietto y combina el blanco con vetas grises". 

Por otra parte, asegura que "tratamos de no competir con precios, tratamos de mantener precios que sean coherentes. Queremos ofrecer algo diferente: ofrecer un buen servicio, que nuestros clientes se vayan contentos y vuelvan no porque somos económicos sino por el trato con los clientes que va más allá de venderte, es más el hecho de acompañarte. Somos pocos, somos familia y tratamos de cuidar a los clientes y que las experiencias sean buenas".

Con productos a medida y asesoramiento personalizado, en Pellegrini 2667 hay variedad de diseños y productos, sumando también el especial asesoramiento y acompañamiento durante todo el proceso de compra. 

Para quienes deseen conocer más la historia de esta marmolería, así como sus productos y consejos, está disponible la página de la empresa www.marmoleriaveratropea.com, donde además puede solicitarse un presupuesto personalizado. La firma también está presente en redes sociales, como Instagram, con un formato dinámico donde se presenta la empresa, sus integrantes, cómo nació la marmolería, las tendencias y asesoramiento. 

Con innovación, la Marmolería Vera Tropea busca marcar su sello de distinción: mucha historia y experiencia sumadas a una atención personalizada.