Desde hace 81 años que está en el mercado del centro bonaerense vendiendo productos siderúrgicos de Acíndar y Ternium, elementos para soldaduras, gases industriales y, como dice Ignacio Martínez Escalada, "somos la tercer generación que está a cargo de la firma. Proveemos hierros de construccion, herraminetas, chapas para techo y perfiles también para la construcción metálica y también la tradicional".

Martínez Escalada posee su casa central en Tandil, dos sucursales en la misma ciudad y otra en Olavarría. En el rubro de la construcción venden hierros de oba y para hormigón y también para lo que se denomina construcción en seco. Otra de sus especialidades son la provisión de hierros y chapas para galpones, "los que prácticamente trasladamos ya armados".

En ese caso, como Tandil es una zona muy rica en productos agrícolas, los propietarios de los campos invierten en ellos cuando obtienen alguna rentabilidad en coyunturas muy favorables.

Pero también los ha favorecido este contexto de pandemia porque, como dijo Martínez Escalada, "mucha gente se ha inclinado para la construcción buscando alguna reserva de valor".

El contexto de la pandemia

En este caso, el acero es de alto costo y muy baja oferta. Es un producto cuyo valor está muy atado al del dólar, viene atado a la variación de la moneda estadounidense y termina copiando los vaivenes del mercado. Por lo tanto, es dificil maniobrar con todo lo que tenga que ver con este insumo.

Según Martínez Escalada su empresa, la que actualmente emplea 36 trabajadores en todas las sucursales, provee hierros de obra para la construcción, y -como aclaró antes- para la construcción en seco. En este rubro han habido varios cambios pero "la gente sigue construyendo porque es lo más seguro. Es más, siempre lo fue y sigue siéndolo", remarcó.

La pandemia, la parálisis que devino de la cuarentena eterna y otros dudosos manejos en la economía y en la política nacional empujaron a la gente a seguir apostando por la construcción. Y eso contribuyó a los proveedores de insumos como Marínez Escalada quien sostiene que "hoy hay una caída en la producción de acero en el mundo y es dificil conseguirlo. Y, casi de manual, ante la disminución de la oferta, el precio internacional sube. Hay complicaciones para importar y otro de los problemas es que el costo acompaña la variación del precio del dólar y de ahí deriva hacia el producto final. Pero igual estamos abasteciendo muy bien de acero y chapas a nuestors clientes y más allá de las trabas en la importación que pudieren haber", tras lo cual aclaró que la importación se realiza teniendo en cuenta el valor dólar oficial (que está un cien por ciento por debajo de lo que está el blue)".

Luego destacó que la firma posee una casa central en Tandil y dos sucursales, una ferretería y una planta de fabricación de gases y desde los años ochenta que abrieron otra sucursal en Olavarría.

Casas y galpones

Proveen productos de calidad que cumplen con todas las normativas mundiales y hoy suponen que en este período casi pos pandemia se pondrán alguna vez en marcha nuevamente construcciones de barrios de viviendas, aunque, como dijo el titular de la firma, "estamos participando en la construcción de la segunda etapa de un barrio que gestiona el mismo municipio".

Pero la constante son las construcciones industriales y la provisión de chapas, hierros y aceros para viviendas de todo tipo, de construcción tradicional y en seco. Trabajan hoy con galpones, cooperativas de viviendas y particulares o clientes finales. Aunque también, aportó Ignacio Martínez Escalada, en la provisión de hierros para pavimento de hormigón. La pandemia hizo que quienes tenían ahorros, ante la imposibilidad de conseguir dólares para asegurarlos, se dedicó a construir. Esto acabó moviendo pero además impidiendo la parálisis general de la empresa que está radicada en dos ciudades y dando trabajo a casi cuarenta familias.

El hierro para la construcción, redondo y aleteado, puede estar más orientado a la metalúrgica pero también al hormigón con el que se pavimenta una calle.

Por lo tanto, son productos muy vinculados además con las obras públicas, como también las chapas, lisas y acanaladas para galpones, están íntimamente vinculadas al campo y a las construcciones de tipo industrial.

Las negras galvanizadas se usan mucho para levantar galpones que fundamentalmente construye la gente de campo para darle un destino a su rentabilidad. Todo ello le permite a la empresa proveer no sólo de estos materiales sino también productos de ferretería, gases industriales para soldaduras y demás.