A raíz del cambio de uno de los refugios para las y los usuarios del transporte público que se realizó en la entrada del barrio AOMA y teniendo en cuenta que se trata de la demolición de uno construido de material, desde EL POPULAR nos preguntamos ¿cuál es el mejor refugio? o mejor aún, ¿cómo debería ser o de qué material, el que cumpla con las funciones mínimas?.

Es así como entre los más de 50 -46 exactamente los que permite contabilizar el mapa público de refugios brindado por el Municipio- conviven distintos estilos. *Vale aclarar que no hay datos de cuándo fue revisado por última vez, por ende, se estima que son mucho más de medio centenar de refugios dispuestos en el casco urbano de la ciudad, sin contar los dispuestos en las localidades.

Hay refugios de hormigón también, entre ellos algunos que tienen tres paredes y otros solo dos, cuestiones que pueden inclinar la balanza al momento de pensar la funcionalidad.

Conviven con los de techo de chapa, de esa chapa antigua ondulada; los de hierro y chapa "más modernosos", hasta los que combinan -son los menos- hierro y acrílico -o en su momento, vidrio-.

Los de cemento u hormigón que son los más valorados, son los mismos que impiden observar cuál es el colectivo que viene o si está llegando, por ejemplo. Para solucionar ese problema algunos de ellos tienen una pequeña ventanita.

BASTA DE OLVIDO

Vecinos del barrio AOMA dieron cuenta este jueves que tras casi un año de la demolición del refugio de hormigón en la entrada del barrio -ícono de un momento de lucha del sector cuando se pidió asfalto, cloacas, red de gas, hace mucho tiempo- , sobre la margen derecha de la autopista Luciano Fortabat -en sentido a Loma Negra-, fue reemplazado por uno de los más usados en los últimos tiempos, de hierro y chapa con un espacio abierto y sin asientos.

Lo cierto es que hay varios, de distintos materiales, que nos hacen pensar en la durabilidad, en la siniestralidad -si consideramos que los hubo con vidrios y debieron ser quitados rápidamente porque autores ignorados los rompieron y expusieron una situación de peligro, por ejemplo- y sobre todo, en la funcionalidad. 

Hay quienes valoran la estructura, otros que son espaciosos, y están quienes no se fijan si tiene o no bancos, mientras que realmente protejan a las personas del sol, el viento o la lluvia durante la espera del transporte público.

¿Cuál sería el material y el diseño adecuado de las garitas si esperamos además, que perduren en el tiempo? Son algunas de las preguntas que nos hacemos. Podríamos pensar además, cómo impacta el nuevo sistema de transporte público y cómo dejó obsoletos alguno de los refugios.