Josefina Bargas 
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@JosefinaB 


"Cuando las personas pueden hablar en la misma mesa, las cosas se pueden consensuar. Si son impuestas siempre alguien pierde" definió el contador Mauro Remis, uno de los impulsores del proyecto que se analiza en el Concejo Deliberante para declarar la emergencia del sector Pyme local. La iniciativa se presentó en los primeros meses de 2017, pero después de meses de quedar "planchada" la comisión de Legislación retomó su tratamiento hace un mes y medio. Además, en la Legislatura se estudia una declaración del mismo tono para la provincia de Buenos Aires y el jueves se presentó en Olavarría ese proyecto, con la exposición del referente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, Leo Bilanski.

Remis es miembro de la comisión directiva de la Unión Industrial local y de la Mesa de Política Económica y Tributaria de la Unión Industrial de la Provincia. A su vez, es titular de la consultora HumanWork, a través de la que brinda asesoramiento a Pymes sobre empleo. Ayer dialogó con EL POPULAR acerca del panorama del sector Pyme y, centralmente, contar qué pasó en este año desde que se presentó el proyecto en el Concejo. "Lo más importante que tiene un proyecto de emergencia es levantar un alerta sobre el tema, se busca alinear a los actores sociales con toma de decisión y responsabilidad para que nos sentemos a la misma mesa" destacó.

-¿Cómo era la situación de las Pymes en 2017 cuando se originó el proyecto?

-En su momento lo presentamos desde la asociación Olavarría Pública, teníamos conformada una mesa de política económica y desarrollo local. Veíamos, que es un poco lo que pasa hoy, que la situación de las Pymes era compleja, con indicadores económicos y proyecciones que creíamos que se iban a complejizar aún más. Eso motivó en su momento hablar con Pymes e industriales, se veía la preocupación por la economía, de la producción, del nivel de empleo, de actividad. Eso se gestó como originando el tema para la presentación del proyecto, para levantar un punto de alerta teniendo en cuenta que Olavarría es una ciudad muy industrial y cualquiera de estos vaivenes económicos impacta fuertemente.

-¿Y que cambió a este año para que aquel proyecto volviera al tratamiento?

-Lo que cambió en un año fue que esta preocupación de la actividad económica se agudizó y acentuó en el tiempo. Para tener un valor de referencia, la utilización de la capacidad instalada de las plantas industriales en el país de 2017 no superó 70%. Quedó bastante relegada del óptimo deseado que es superior al 80%. Lo que pasó en un año es que se acentuó y se consolidó el tema de la crisis. Entonces, cuando cualquier actividad tiene un período tan prolongado con crisis empieza a generar un problema que muchas veces en algunas industrias y pymes es irreversible.

-¿Qué fue lo que se agudizó con el tiempo? 

-Lo que se acentuó en un año fue la desaceleración del consumo, que es muy grande. Tiene que ver con un gran impacto de las tarifas, sin lugar a dudas. Argentina depende de la economía interna -hablo de nación, provincia y municipio-, ni qué hablar de los municipios industrialmente intensivos como el nuestro. Si hay una caída muy fuerte del consumo interno, que creo que es el gran problema, y las industrias proveen a ese mercado empieza a generar problemas muy importantes en las Pymes, la producción, y eso impacta directamente en la generación de empleo. Es algo que se ve todos los días, hoy en Olavarría se ve. Igualmente, hay que hacer una gran diferenciación: dentro de la Unión Industrial tenemos tenemos -entre los asociados- pymes y empresas que les va bien, que son las que están más cerca del cordón productivo que les prestan servicios directamente a las cementeras, a los grandes centros productivos de la localidad. Un segundo cordón, las empresas que a su vez le prestan servicios a las empresas que contactan directamente con las grandes cementeras. Ese segundo cordón está mucho más resentido. Ni hablar el tercer cordón, los comercios, que tienen una vinculación con la industria mucho más indirecta. Y también sin duda, en nuestra localidad la obra pública tiene gran impacto. Cualquier freno de la obra pública como el que ha pasado (el mismo Gobierno ha dicho que se va a extender durante este año por un tema de disponibilidad de fondos) está impactando y va a impactar más de acá a fin de año.

-Entonces, ¿podemos habar de rubros o sectores más afectados que otros?

-Hay rubros más afectados que otros. Cuando digo Pyme, me refiero tanto a industria como a comercio. El primer rubro y el más afectado es el comercio, porque depende en gran medida de una economía interna y de la disponibilidad de fondos de las familias, y eso sin duda que está afectado. Y de ahí, se sube a un segundo cordón, las industrias más pegadas a las cementeras o mineras, en menor medida pero con deterioro de actividad. 

-Bilanski hizo hincapié en el tema de las importaciones. ¿Tiene impacto en las pymes olavarrienses?

-Tiene impacto. Tal vez no es directo en cuanto a la sustitución, pero sí indirecto porque hoy el tema de las cadenas productivas están muy entrelazadas. Entonces, tal vez si había algún empresario a nivel nacional que está por ejemplo en Córdoba, que producía algún bien que ahora se importa y contrataba un servicio indirecto a una Pyme industrial de Olavarría, ya no lo hace. El impacto es en la cadena de producción.

-También en esa charla se planteó que sin modificaciones en la política económica y con los mismos indicadores, se proyectaban despidos masivos para fin de año. ¿Considera que podríamos estar en ese escenario?

-De acá hasta fin de año, lo que va a mover mucho el termómetro de la economía es la obra pública. Si la política del Gobierno es seguir congelando el consumo interno, porque el tema de tasas altas desabastece el mercado interno de dinero al convenir invertir en el sistema financiero, lo que produce es una retracción del consumo. Entonces, si la política macro se sostiene hasta fin de año, con un consumo interno frizado para controlar el déficit fiscal para frenar la inflación, vamos a estar muy sujetos a lo que pase con la obra pública. Hay dos grandes motores de condicionantes de la actividad industrial: la obra pública y el consumo interno. Si la obra pública baja, no hay actividad económica. Considero que el empleo se va a ver perjudicado y en Olavarría va a tener un gran impacto.

-¿Entonces, la contratación para hacer la autopista de la ruta 3 es algo muy auspicioso para nuestra región?

-Si. Lo que queda por definir es si eso será por PPP o obra pública pura. En cualquiera de las dos alternativas es auspicioso por el tema la piedra y el cemento. Pero no nos olvidemos que el rubro de la construcción genera un tipo de empleo más precario que otro tipo de industria, por las condiciones, el tipo de mano de obra y el costeo de la remuneración. Pero antes que nada, es empleo al fin.

-En un contexto como el que describe ¿qué aportan los proyectos como el que se trata en el Concejo y en otro distritos donde se propone una reducción impositiva? Teniendo en cuenta que el problema es macroecomómico.

-Creo que para que un enfermo se pueda curar hay que hacerle un buen diagnóstico. Y para ello todos los actores sociales, los agentes con poder de toma de decisión local, provincial o nacional, tienen que consensuar que es una situación que requiere atención. Partir del consenso es el primer puntapié que busca el proyecto, creo que es el 80% del proyecto. Después de ahí, lo que puede hacer el Estado municipal es mucho más limitado que el provincial, que a su vez más limitado que el nacional. Y los actores locales no tienen gran margen de maniobra porque también sus números y cuentas están complejos. Entonces, puede ser que la reducción de una tasa no sea el camino, pero juntémonos y veamos cuál es. Que las cámaras representativas de la industria, el Legislativo, el Ejecutivo nos sentemos a la misma mesa y con un mismo rumbo. Después veremos si el nivel local está en condiciones de hacer un esfuerzo fiscal. Si puede bienvenido sea, si no busquemos cómo podemos hacer para mejorar nuestra industria local. Tal vez sea, en este escenario complejo, cuidarnos: promover la compra local, acercar organismos de financiamiento, armar núcleos productivos. Hay cosas para hacer, pero juntos.