Mery Granados, la "chica pop" que deslumbró con su voz
"Me dicen que transmito paz y eso me parece hermoso porque es un mundo muy enquilombado, así que lograr relajarlos un rato de todo ese lío me parece hermoso", dice Mery Granados, la "chica pop" que cautivó con su voz a quienes participaron de la entrega de Premios Dina Pontoni. Es hija de Pablo Granados, el humorista y cantante pero aclara que eso suma desde otro lugar. En las redes sociales la rompe: sólo en Instagram tiene 262 mil seguidores.
Empezó haciendo covers pero hoy es reconocida por sus propias canciones. Admira a Adele, Amy Winehouse, Whitney Houston, Demi Lovato, Miss Bolivia y Ariana Grande pero también le atraen las voces de Gustavo Cerati, Abel Pintos, Miranda, Marcela Morello y Julieta Venegas.
Prefiere los shows más íntimos aunque aceptó ser parte de las distinciones a mujeres olavarrienses en el Día de la Mujer, cuyo premio mayor recayó en Ana Vega, impulsora de "Un Día Nuevo", lugar de contención para personas con parálisis cerebral. Y "me pareció hermoso" lo que sucedió en Olavarría porque "el Teatro es muy grande y se logró una escucha que estuvo buenísima".
¿Si ser "hija de" influyó en su carrera? Ella dice que sí pero "no como la gente supone" ya que pesó más el Pablo Granados músico y artista que el humorista que se hizo conocido y famoso en el programa de Marcelo Tinelli.
Canta desde siempre, desde mucho antes de saber que su destino era la música. Se siente tan cómoda con el inglés como con el español y tiene una voz dulce, cálida y envolvente. En formato acústico, ofreció canciones propias pero también covers junto con con Lucas Irigoyen en el bajo y Juani Bernal en guitarra. Muchos, la mayoría de los asistentes, no la conocía. Sin embargo, no fueron necesarias las cartas de presetación. El público la escuchó, la disfrutó y aplaudió.
Con sus acordes fusiona ritmos pop con baladas donde las letras y la interpretación son el hilo conductor de un show atrapante en el que entremezcló temas de Amy Winehouse, Julieta Venegas, Ariana Grande, la Oreja de Van Gogh, Cyndi Lauper y Miley Cyrus pero también canciones de su disco "Con las alas puestas".
"No sé si se estudia eso de transmitir, eso está adentro, está en el alma", reconoce la artista de 26 años en una charla con EL POPULAR, a la salida del Teatro, mientras se aguardaba el nombre de la ganadora del Premio Dina Pontoni, entre 30 postulantes que fueron propuestas por sus aportes a la comunidad.
Chica pop
"Soy como la seria de los tres porque ellos son humoristas además de músicos, que para mí son muy músicos pero se fueron por el camino del humor y la actuación y yo soy la cantante", responde con frescura Mery Granados en el hall del Teatro Municipal, cuando se le pregunta cómo vive eso de pertenecer a una familia de artistas. Su padre es Pablo Granados y su hermano, el humorista, influencer y músico, Migue Granados.
"Con mi papá somos un equipo. Él hace canciones, produce la banda, es el director de la banda, y mi hermano es como el fan de esta banda y del disco. Todos los días escucha el disco, la duerme a mi sobrina con esas canciones. Todo el día, debe estar harto...", explica, entre risas.
Ahora, dice que su vocación por la música no es nueva sino que estaba en sus genes. De hecho, admite que "cantar, canto desde que me acuerdo pero cuando terminé el secundario estudié fotografía, que me sigue gustando un montón pero ahora ya es más un hobby", cuenta la cantante.
En esos tiempos en que "trabajaba de fotógrafa me di cuenta de que quería dedicarme de verdad a cantar" y "ahí me puse las pilas. Mi papá me trajo una canción y fuimos armando un disco y así surgió, pero me gusta cantar desde siempre", reconoce con naturalidad la artista.
¿Con que género se identifica más? No duda: "con el pop, el disco es muy pop pero no solo para bailar. Hay baladas, hay reggae" y siente que su voz es un instrumento único, capaz de transmitir mucho más que la letra de una canción. Ella siente, porque se lo dicen, que "transmito paz, esos son los mensajes que más recibo, de mucha gente y me vuelvo loca de amor. Me dicen que transmito paz y eso me parece hermoso porque es un mundo muy enquilombado así que lograr relajarlos un rato de todo ese lío me parece hermoso. Asi que me quedo con la palabra paz".
Mery Granados tiene luz y su decir cautiva al instante. Es que la capacidad de expresar es algo innato, que se puede perfeccionar pero que no se estudia. "Creo que sí, que es así. Obviamente estudié música, estudié canto pero hay algo que te sale de adentro. No sé si estudia eso de transmitir, se puede estudiar interpretación. Afinás menos o afinás mas pero transmitir creo que está adentro, en el alma", sostiene la artista.
Tiene referentes de acá y de más allá. "Me gusta mucho Abel Pintos, Marcela Morello, Daniela Herrero, Miranda, Miss Bolivia", detalla Mery Granados que también admira "de afuera a Adele, Ariana Grande, Amy Winehouse".
Sueños y aprendizajes
"Con las alas puestas" es su álbum debut, que salió en abril de 2017. Su padre Pablo Granados es el compositor de todas las canciones que interpreta Mery Granados aunque para ese disco también contó con la colaboración invitados que admira como Ale Sergi, de Miranda, o Miss Bolivia.
Pero va por más. Tiene sueños y todos remiten a la música. "El desafío es seguir así y obviamente ir por mucho más, recorrer la Argentina y el mundo. Mi música es lo que mas sueño", confiesa.
Ser una "Granados", ayuda "pero no como la gente cree, cuando dice ´ah ésta es hija de... entonces está en cualquier lado´. Creo que ayuda porque mi padre es muy talentoso y me ayudó mucho con este proyecto. El es el 50% de todo este proyecto", valora y en sus palabras hay mucho de admiración.
Integrar una familia de artistas facilitó el camino, está claro, y potencio los talentos. Así lo siente. "Sí, porque mi papá aparte de ser actor y humorista también tiene una banda y hace muchos años que toca, desde que yo nací, me parece. Sabe mucho y me ha enseñado mucho en esto de estar en el escenario, de hacer giras, hacer notas, está en todo", destaca Mery.
Con públicos más acotados se siente más cómoda pero tiene experiencias, como las de Olavarría, que resultan sorprendentes. "Me gusta lo íntimo, me gusta lo chiquito pero igual hoy (por el viernes 8 de marzo) se logró algo genial. Es muy grande el Teatro pero hubo una intimidad que estuvo buenísima, porque me gusta cuando la gente te escucha y es respetuosa y hoy pasó eso. Estuvo hermoso". Y así, con sencillez y frescura, aplaude a su público y agradece generar nuevos vínculos a través de su voz.
"Que seamos todas libres"
"Me duele el feliz día, eso me duele un poco porque me parece que no estamos festejando algo para que nos den flores y esas cosas. Se conmemora por la lucha de mujeres trabajadoras", reflexionó Mery Granados, el 8 de marzo, en el Día de la Mujer. Su deseo es "que seamos todas libres de ser lo que querramos, de trabajar de lo que querramos, de vestirnos como querramos, de salir a la calle sin problemas... Ese es mi deseo y seguir luchando. La verdad es que estamos avanzando pero hay que seguir dando pelea hasta lograr lo que querramos".