Esta historia de abandono y de maltrato animal ocupó las agendas locales cuando Fito, el chico que encontró a este perro debajo de un puente todo quebrado, contó lo que le había pasado y que no iba a ser indiferente, que se comprometía y quería ayudarlo a sanar.

Así fue como junto a UPA -Unión Protección Animal -, una protectora que trabaja incansablemente por el bienestar de los animales, lanzaron una campaña para vender pizzas y juntar los casi 20 mil pesos que en principio costaba su recuperación.

Poco tiempo después y gracias a la solidaridad de muchísimos vecinos y vecinas de Olavarría, el dinero se junto y Coquito sólo se tenía que ocupar de evolucionar.

Con clavos, con tutores, con yesos, casi inmóvil pero con todo el amor de Fito y su familia -que claro, se terminaron por elegir mutuamente y no solo lo rescató sino que ahora ya es parte del hogar-, se recuperó de una manera tan fabulosa que ni desde Veterinaria Romero -donde se llevaron adelante las operaciones y demás-, lo pueden creer.

Milagro de Navidad. Coquito se recuperó, contagió mucho amor y tiene una familia que nunca más lo va a dejar solo o lo va a maltratar.