Yanela Alves // yalves@elpopular.com.ar

Valentina (17) es @astrosmios en Instagram. Prefiere que la mencionemos así. "Estoy moviendo ciertas cuestiones. Yo te dejé que hablaras, me gusta ver cómo una persona que no es par mío ve lo que yo hago", me dice. Está segura de sí misma, de su posición libre y feminista, por eso aprovecha esta entrevista con FINDE para expresar todo lo que la conmueve hasta las lágrimas. Y lo hace de un modo único.

-¿Cómo te definís?

No sé... pienso que definirme es limitarme pero soy emprendedora, vendedora. Resiliente, siempre salgo de todo lo que me pasa y siempre trato de salir para adelante.

-Mucho de lo que te define es lo que mostrás y hacés en tu red social...

Creo que lo que nos atraviesa a todas es el machismo, el patriarcado, la violencia de género, el feminismo me atraviesa porque desde chica, mamá siempre estuvo sola conmigo y mis hermanos y estuve en una educación de mujeres y siempre desde la igualdad. Nunca me dijeron que me quedara callada o que no podía hacer algo por ser una chica. Siempre me enseñaron que haga lo que quiera.

-¿Desde cuándo empezaste a sentirte movilizada por el feminismo?

Cuando empecé a adolescer. Pero mi mamá siempre estuvo en Ni Una Menos y fue algo que se me fue dando. No sé si hubo un día exacto. Fue algo que aprendí, lo tuve inculcado, decidí tomarlo y transformarlo a una manera que es la que yo lo comunico.

-¿Cuál es esa manera?

A través de textos míos y desde las fotos que hago hace uno o dos años. Si leo mis textos y no se me cae una lágrima, no es un texto realizado. Creo que comunico a través de lo que muestro en las redes y en mis textos. He hablado también en alguna marcha y es fantástico.

-¿Qué decís en esos textos?

Me preocupa que las pibas dejen de sentirse atravesadas por el machismo, el patriarcado. Yo empecé con mi cuerpo. Te instalan que tu cuerpo es una mierda y la cabeza me hizo click y me pregunté por qué me estaba odiando, y me di cuenta que era lo que estaban enseñando. Ahí empecé a quererme más, a escribir y me valoré más que lo que mis pares se querían. Me interesa comunicar que odias tu cuerpo porque te lo están enseñando, porque hay un sistema que avala todo, que te dice que hay que consumir esto si querés ser así...

¿Lenguaje inclusivo?

"Tengo mis sentimientos encontrados. Con la "e" se sigue invisibilizando a las mujeres. Chicos y chicas, de última. No estoy en contra, el que quiera usarlo lo usa. Siento que la "e" es para aquel que no se siente en un género binario y decide usar la "e" y la "x". Cuentan más los hechos o acciones que si ponés "e" o no" analiza Valentina.

-¿Qué críticas recibís de tus pares?

Nunca por más de que me lo digan voy a caer en la repercusión que tengo en el otro o acá en Olavarría. En un mensaje me dijo una chica que a partir de leerme había podido desnudarse con el novio y tener relaciones (se emociona). No voy a poder caer nunca de eso porque yo me animé y pude por mí y otras también pudieron por mí. También muchas se hicieron feministas por mí. El 31 de diciembre una chica se me acercó y me dijo que a partir de leerme se dio cuenta de que la abusaron y se lo contó a los papás y lloré de la emoción. Para abortar me escriben un montón. Y es una mierda tener que estar escondidas como si fuésemos culpables por un Estado que no garantiza derechos o leyes.

-¿Y qué les decís cuando te plantean una situación así?

Que se acerquen a las Socorristas. Hay un grupo en Olavarría así que como tengo el número de ellas, les aviso y les digo que no hagan nada sin consultarles. No es fácil pensar que hay una chica que busca cómo abortar y que está sola.

-¿Falta educación sexual en las escuelas?

Yo no tuve educación sexual. No nos enseñaron a poner un preservativo. La ESI hace falta en la escuela y para la cultura porque en casa también es importante. Luchamos contra eso en la escuela, yo lo hago desde tercero. Recién este año la directora dijo que podíamos abordarlo y nos ayudó una profe y estamos re contentas. Porque siempre nos hablaron de prevenir embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual. Y aunque dicen que la ESI es transversal, nunca nada. Nos hablaron muy poco del síndrome menstrual y hay muchos profesores desinformados. Sé que en Enape trabajan bien en el tema.

Futuro como psicóloga

"Me importan el barrio y los niños. Tengo un hermanito de tres años y los nenes se convirtieron en mi pasión. Me gusta también la educación. Y me gustaría ser psicóloga en los barrios, me gustaría estar en una salita porque lo necesitan. Los barrios marginados la pasan muy mal y me gustaría que haya una red de contención", plantea Valentina. También le gustaría estar en La Plata "haciendo algo que de verdad me motive. Me gustaría escribir un libro, dar charlas sobre feminismo, violencia de género y capacitarme. Ser la mano para alguien y ayudar".

La fotografía analógica

-Las fotos que sacás son diferentes, ¿qué tienen de especial?

Lo principal de las foto era hacer algo que no haya visto antes y meter mis ideales o convicciones. Y es importante que vean una foto y sepan lo que quiero transmitir. Los cuerpos los seleccioné así por algo, son cuerpos reales. Fue mi primera sesión de todas y son analógicas. A mí me gusta manejar el estilo de las fotos. Porque me encantaría ser modelo y siempre me sentí excluida por el cuerpo y la cara que tengo.

En Olavarría las fotos son de modelos carilindas, rubias, ojos celestes, muy flacas. Nunca vi otra cosa. Yo como creadora de contenido tengo la responsabilidad de mostrar que hay más cuerpos y tengas el que tengas, te podes sacar fotos. Yo quería desterrar esa idea de que muchos ven. Ningún creador de contenidos se juega a hacer una sesión con una chica gorda. Hay un estereotipo, pero existen otros cuerpos y yo les saco fotos.

-¿Y por qué analógicas?

La cámara me la prestó mi abuelo pero ahora ya es mía. Veo diferente lo analógico. Siempre quise capturar la esencia de las cosas. Lo analógico es un disparo en ese momento. Y el revelado es cuando pasan uno o dos meses. Te lleva la sorpresa después de ese tiempo.

-¿Qué le dirías a un adolescente que lea esta nota?

Citaría mi frase "amor propio como revolución" y le diría que no somos funcionales al sistema y que su cuerpo no está mal y que siempre hay alguien a quien contarle las cosas que le pasen. Siento la responsabilidad de seguir escribiendo. Me gusta que las pibas lean mis textos y piensen que tienen que empezar a amarse.