La paralización de la fábrica LOSA, motivada por una marcada caída en el consumo, ha generado incertidumbre para más de 80 trabajadores. La compañía, que forma parte de Cerro Negro, suspendió su producción el 23 de diciembre por las vacaciones, pero hasta ahora no ha reabierto sus puertas, al menos de manera temporal.

Esta situación ha dejado en el aire el futuro de 55 trabajadores ceramistas, que debían regresar de sus vacaciones, y de 60 trabajadores contratados. Inicialmente, la empresa había decidido contratar a 35 de los 55 trabajadores de planta para reincorporarlos a Cerro Negro. Sin embargo, posteriormente se confirmó que todos los empleados de planta tendrían su lugar en la empresa.

Gustavo Bustamante, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas Olavarría (SOECO), explicó que no se renovarían los contratos de los 60 trabajadores temporales contratados para reemplazar en vacaciones y en caso de ausentismo. Cinco de ellos fueron contratados a tiempo completo a partir de enero, mientras que otros quince serían reubicados en diferentes áreas, diez en producción y cinco en limpieza.

El sindicalista señaló que entre 40 y 45 trabajadores podrían enfrentar la desvinculación. También destacó la dificultad de encontrar empleo en otras empresas debido a los problemas que enfrentan varios gremios en la industria y responsabilizó a las políticas de ajuste del gobierno.

Respecto a la situación de la fábrica LOSA, Bustamante indicó que aunque la empresa sostiene que no se trata de un cierre definitivo, desde el sindicato dudan de su reapertura en el corto o mediano plazo, dado el contexto de mercado actual y las políticas gubernamentales.

El secretario general del SOECO enfatizó que existe un compromiso de la empresa de priorizar a los trabajadores desvinculados si la fábrica vuelve a operar en el futuro. Además, señaló que la mayoría de estos trabajadores estaban realizando horas extras, y la paralización de la planta y su posterior cierre anticipado afectaron los planes previstos.