La semana pasada, la ciudad de Olavarría enfrentó un desafío sin precedentes cuando un poderoso temporal azotó la región, dejando a miles de personas sin luz, agua y acceso limitado a internet. Mientras la comunidad luchaba por sobrellevar estas condiciones adversas, Un sacrificio emergió en el sector operativo del servicio de energía eléctrica de la Cooperativa.

Durante la entrevista con uno de los trabajadores de este sector, se reveló el sacrificio y la dedicación que estos demostraron mientras se esforzaban por restaurar el servicio eléctrico a la comunidad. Un compañero trabajador de la Cooperativa, compartió sus vivencias y motivaciones.

“Yo en 6 o 7 días solamente a mis hijas las veía dormir, y estaba 4 horas en la noche en mi casa y volvía a trabajar”

En medio de la tragedia, estos trabajadores demostraron un compromiso inquebrantable con su deber y la comunidad a la que sirven. "Todos nos tuvimos que poner la camiseta y dejar todo en casa", enfatizó. 

El Trabajador añadió que su elección de estar presente en ese momento crítico se basó en su amor y cariño por la sociedad a la que pertenece. "Quiero contar la historia común de todos los que estábamos ahí, todos estábamos por decisión propia, no estábamos obligados", subrayó con pasión.

El temporal presentó desafíos únicos y peligrosos. "Si dejábamos pasar el tiempo, iban a suceder problemas", dijo el trabajador. "En 30 años, no habíamos enfrentado una tormenta tan intensa".

La falta de preparación ante desastres en la comunidad se hizo evidente. "La gente no tenía generadores, y la solidaridad de la comunidad fue sorprendente. A nosotros, nos ofrecían agua con cubitos de hielo a pesar del esfuerzo que eso conllevaba, sabiendo que casi nadie tenia en la zona".

A pesar de las dificultades, el ánimo entre los trabajadores era claro: "Hay que trabajar y tenemos que solucionar esto", declaró. Trabajar en la oscuridad, con calles no siempre desiertas y riesgos inminentes, se convirtió en su nueva realidad.

"Tratamos de hacer lo mejor posible cumpliendo con el servicio", expresó con humildad. "Muchos empleados del sector operativo se ofrecieron para ayudar en lo que fuera necesario. Incluso tengo un compañero en la oficina técnica que es dibujante, y aún así hizo de chofer".

La semana de lucha y sacrificio se convirtió en una experiencia compartida por todos los trabajadores. "Mis compañeros y yo tenemos historias similares", afirmó. "Recuerdo un momento en que pasé por la casa de mi compañero en un breve descanso, y cuando sus hijas escucharon que estaba llegando la camioneta, salieron corriendo y lo abrazaron. Se me caían las lágrimas al imaginarme a mí mismo con mis hijas".

Este testimonio revela el coraje y la dedicación de los trabajadores que, a pesar de enfrentar circunstancias extremadamente desafiantes, se mantuvieron firmes en su misión de devolver la luz a Olavarría y siguen en su deber completando la tarea.