Maximiliano Wesner, tras renunciar a su cargo como concejal para asumir como intendente el próximo 10 de diciembre, presenta una visión renovadora para Olavarría. En su última sesión como concejal, abordó el desafiante escenario financiero que heredará y compartió detalles del nuevo organigrama municipal, marcado por una importante reducción de 22 direcciones.

El intendente electo advirtió sobre un "déficit enorme" que no solo afecta las cuentas municipales, sino que también se refleja en el deterioro de los edificios públicos, las carencias del hospital y la situación del Teatro, que ha carecido de inversiones necesarias durante muchos años. Con un tono realista, Wesner destaca la importancia del papel de los concejales en un año que anticipa como complejo y crucial para el bienestar de la comunidad.

Enfrentando esta problemática con honestidad y austeridad, Wesner anunció una reducción significativa en la estructura municipal. El nuevo organigrama contempla la eliminación de 22 direcciones, la supresión de 3 asesores y cambios estratégicos como la transformación de la Secretaría de Salud en un Consejo Administrativo de la Salud, directamente subordinado al intendente. Estas medidas buscan mejorar la eficiencia sin sacrificar la calidad de los servicios municipales.

El intendente electo destaca la importancia de poner en valor a los trabajadores municipales, reconociendo su experiencia, trayectoria y compromiso. Se compromete a implementar ejes rectores para realzar el trabajo de los empleados, destacando su dedicación. En cuanto al futuro gabinete, Wesner asegura que no estarán allí para cumplir sueños personales, sino para trabajar por y para los olavarrienses, siendo funcionarios al servicio de la comunidad.

Concluyendo su mensaje, Wesner subraya su compromiso con una gestión transparente y cercana, manteniendo la escucha activa de todos los sectores y vecinos. Su enfoque en la sinceridad y la colaboración refleja la intención de liderar una transformación positiva en Olavarría.