En los últimos meses, las empresas de telecomunicaciones, especialmente Infracom - Coopelectric y Movistar, han sido víctimas de una ola creciente de robos de cableado. Lo que resulta notable es la constante preferencia de los criminales por atacar las líneas de tecnología par de cobre en lugar de los más avanzados cables de fibra óptica.

El cobre, un componente esencial en el cableado de tecnología par, ha sido históricamente apreciado por su alto valor en el mercado de chatarra. Este atractivo financiero convierte a las infraestructuras de compañías como las nombradas anteriormente, en blancos frecuentes de la delincuencia, ya que los criminales buscan obtener beneficios económicos rápidos.

A diferencia de los cables de cobre, los cables de fibra óptica utilizados por otras empresas no son tan atractivos para los ladrones. Estos cables contienen materiales como vidrio y plástico, cuyo valor en el mercado de chatarra es significativamente inferior. La falta de incentivo financiero disuade a los criminales de dirigirse a este tipo de cables.

Otro aspecto que contribuye a la preferencia por el cobre es la facilidad de manipulación. Los cables de cobre son más fáciles de cortar y transportar, lo que hace que los robos sean rápidos y eficientes. Los criminales optan por la ruta de menor resistencia, evitando la complejidad técnica asociada con los cables de fibra óptica.

Es esencial implementar medidas específicas para proteger la infraestructura crítica de cableado, preservando así la continuidad de los servicios esenciales como la telefonía (Que viaja por el mismo cableado utilizado para internet) que estas empresas brindan a la comunidad.

Entonces, ¿Que podrían hacer las empresas para enfrentar eficazmente el robo de cableado y salvaguardar a sus clientes?

La inversión en la transición a cables de fibra óptica podría mitigar este riesgo, ya que estos cables no son tan atractivos para los ladrones debido a la naturaleza de sus materiales.

Además de ofrecer una mayor seguridad contra robos, la fibra óptica presenta ventajas tecnológicas significativas. Su capacidad de transmisión de datos a altas velocidades y la resistencia a interferencias electromagnéticas la convierten en una opción más robusta y confiable en comparación con la tecnología par de cobre, que ya se considera obsoleta en muchos aspectos.

Invertir en la transición de tecnología par a fibra óptica no solo salvaguardaría a las empresas y a sus clientes de los robos de cableado, sino que también mejoraría la calidad y la confiabilidad de los servicios de telecomunicaciones. Esta actualización tecnológica no solo sería una respuesta a los desafíos actuales sino también una inversión a largo plazo para mantener la competitividad en el cambiante panorama de las comunicaciones.

-Un Informe por Emilio Dastugue.