Con la nueva ley de movilidad jubilatoria, el diputado de la UCR, Carlos Fernández, remarcó que la nueva norma "refuerza el ajuste que el gobierno aplicó en 2020 y le va a recortar unos 100 mil millones de pesos al gasto previsional".

También advirtió que con la ley Macri, "los jubilados debieron tener este año un 42 por ciento de aumento y recibieron un 35 por ciento, es decir, unos 1.000 pesos mensuales para los que cobran la mínima, y un ajuste general de 100.000 millones de pesos", tras lo cual añadió que "es un mandato del FMI, de lo cual no tuvo dudas. "No es que se lo pide directamente, pero sí le reclama un recorte en el gasto público y se lo hacen pagar a los jubilados".

Oportunamente, la diputada y periodista en temas previsionales, Mirta Tundis, defendía indirectamente la nueva ley aludiendo que la caja previsional no estaba en condiciones de aplicar una norma que ajustara los haberes en base al índice de inflación y confió en que con esta fórmula "los jubilados no iban a perder", confiando, claro, en que la recaudación va a aumentar porque "el país va a crecer". El tema es que la ley prevé la facultad del Ejecutivo Nacional de fijar un techo al índice si la recaudación supera un porcentaje determinado. Conclusión: aún con las mejores condiciones, los pasivos lo máximo que sacarían sería un empate, un resultado muy dificil de lograr.

Datos y creencias

La nueva ley de movilidad jubilatoria, que es para casi 18 millones de argentinos, "equivaldría a un nuevo ajuste para los jubilados que ya sufrieron otro en marzo de 2020", puntualizó el legislador radical.

La fórmula que dispone la norma está basada "en un 50 por ciento del índice de salarios del sector privado y el otro 50 por ciento por la recaudación tributaria relacionada por la Ansés", añadió, tras lo cual apuntó que el sistema previsional está en una profunda crisis provocada por la relación entre aportantes y beneficiarios, "que hoy es de 1,3 por uno cuando debiera ser de tres que aportan por cada uno que cobra".

Luego comparó la movilidad jubilatoria creada por el gobierno anterior y lo que resultó de la aplicada durante el 2020. "Si se hubiese aplicado el año que se fue la ley Macri, los jubilados hubiesen recibidoun 42 por ciento de aumento, en cambio, por aplicación de los decretos, terminaron recibiendo un 35 por ciento, es decir, los de la mínima acabaron cobrando un 7 por ciento menos lo que significó unos 1.000 pesos menos por mes y unos 12 mil anuales".

Pero, en el marco general, el Gobierno, siempre según los números de Carlos Fernández, recortará unos 100.000 millones de pesos al sistema previsional. La nueva fórmula agrava aún más la situación de los jubilados porque no está sujeta a inflación".

El oficialismo alega que con la aplicada por Cristina Kirchner los jubilados "le ganaban a la inflación", pero Fernández explicó que "aplicaban el índice Moreno de inflación que era totalmente dibujado. Ahora, si ellos prefieren creerlo...". Luego no dudó en decir que la modalidad aprobada por mayoría en Diputados se corresponde con "un mandato, indirecto, claro del FMI, porque el Fondo no le va a mandar un telegrama ordenándole que reduzca el presupuesto previsional, pero sí le va a poner como condición la reducción del gasto fiscal. El problema es que el Gobierno apela a recortarle a los jubilados en vez de ver otros aspectos".

"Estams muy mal, con un ingreso per cápita similar al de 1974 y una caja previsional deficitaria. Y si no hay un acuerdo general no se va a poder salir de esto ni se va a poder generar trabajo", completó. "Tenemos una estructura productiva lamentable porque somos el país de Sudamérica con menor cantidad de empresas por cada mil habitantes. Hablan de ponerle plata en el bolsillo de la gente pero esta fórmula de movilidad jubilatoria va en camino inverso porque se la termina sacando", cerró. En tanto, el oficialismo, tomando en cuenta lo que dijo Mirta Tundis y otros legisladores, sostienen lo contrario, y en la grieta, nadie discute y cada uno se queda con su propia opinión, y como no se tienen en cuenta los datos, el debate se sustenta en las creencias y no en los hechos. Y así no hay ninguna solución.