"Con Metalúrgica Herrera hace que estoy trabajando, en mi segunda etapa, unos quince años. ¿Por qué segunda etapa?, porque tuve una primera cuando arranqué cuando tenía sólo 9 años, cuando José Luis comenzó con un galponcito de 10 x 6 metros. Si, 9. Venía todos los días a barrer el galpón.

Es que venía justo enfrente del taller, me gustaba, era curioso y José me abrió las puertas y trabajé acá hasta los 18 años" comenzó contando Pedro Rivas (40), uno de los empledos de mayor trayectoria que tiene Metalúrgica Herrera, la empresa que se encuentra en Colonia Hinojo, al fondo de la Avenida de los Fundadores.

"Después de los 18 años quise probar otros trabajos y me fui. Estuve un tiempo en Casa Silvia, en el local que estaba en Dorrego entre Moreno y Lamadrid; fueron cuatro años ahí, pero no me gustó mucho eso de estar con la ropa limpia (dice riéndose Pedro), así que al poco tiempo volví a los fierros en Herrera. También tuve otro trabajo con mi ex suegro, en el rubro de las frutas, pero en la época de 2001/2002 nos fue mal, así que volví a Colonia Hinojo. Cuando José Luis se enteró que estaba sin trabajo me llamó enseguida. Hacía algunas changas en ese momento, así que en 2004 comenzó mi segunda etapa en la metalúrgica" siguió diciendo Pedro.

Empezó barriendo, desarmaba sillas, soldaba también algunas rejas, hacía marquesinas. Todo eso fue cuando tenía entre quince o dieciséis años. "A los once ya me defendía bastante. Era chico, pero me gustaba. Todos los días venía a hacer algo y ya me ganaba algunos mangos. Y también José Luis fue teniendo confianza en mi e hicimos una gran amistad, muy grande realmente" agregó Rivas, quien resalta la gratitud de Herrera "porque siempre le da trabajo a la gente".

"No estudié el secundario. Hice la primaria en el Colegio Santa Teresa y solamente primer año en la Escuela 4 de Hinojo. Intenté estudiar, pero no me gustaba. Mi viejo me dio la oportunidad, pero no quise. Me gustaron siempre los fierros. En esa época era trabajar o estudiar. Así que mis padres (Juan Carlos y Graciela Minnig) me mandaron a trabajar, pero no me arrepiento" dice Pedro, quien tiene tres hermanos: Augusto (42), Gustavo (fallecido a los 31 años) y Sebastián (29), quienes siempre estuvieron trabajando en Coopelectric; sólo él en el sector metalúrgico.

"Actualmente trabajo en todo lo que es hidráulica especialmente y un poco en mantenimiento. En lo que es hidráulica, hago todo lo relacionado con el sistema hidráulico en las volcadoras, los toma fuerzas (que se incorporan a las cajas de cambio junto con una bomba, lo que genera la presión para levantar las carrocerías) y todo lo que es instalación de hidráulico, lo que es caño en los catres, en el sistema neumático, y en el sistema para subir y bajar las cajas. En cuanto a mantenimiento, hago electricidad y mantenimiento de las máquinas de soldar, así ordenar el predio junto con Daniel Martino. Este trabajo me gusta mucho realmente", agregó Pedro.

"Desde que comencé cuando era chico a la actualidad, la tecnología fue apareciendo y todo se modernizó. Progresó todo, por supuesto. José Luis es un hombre que le gusta progresar continuamente y le gusta que nosotros -que somos treinta empleados- también evolucionemos en el trabajo. Que crezcamos todos juntos y nos ayuda en eso. Inclusive hemos hecho algunas capacitaciones. Hace poco hicimos un curso en La Plata por el tema de los frenos ABS y EBS. Los ABS son para los frenos en acoplados, por ejemplo, y se incorpora tecnología en camiones y acoplados. El ABS es un sistema neumático que hace que el acoplado no bloquee las ruedas durante el frenado y el EBS es un sistema eléctrico que ayuda a frenar. Todas estas capacitaciones ayudan para trabajar mejor, porque llega un camión al taller y le tenemos que hacer el arreglo correspondiente, brindarle el mejor servicio para que el cliente se vaya conforme" explicó.

"Lo que hacemos nosotros es el armado general del acoplado. Lo que no estamos haciendo ahora es lo relacionado con la "araña", es decir las vigas, lo que va en la base del acoplado. Hay mucha demanda con las reparaciones y carrocerías, estamos con mucho trabajo en realidad. Felizmente. A pesar de que en otros sectores laborales no hay tanto, nosotros podemos decir que sí. Y acá se atienden a todos los clientes por igual. Las reparaciones son cuando hay acoplados volcados, o rotos por algún choque, o algún elemento que se rompe, o hay que enderezar lo que llamamos vigas. Además, tenemos un equipo de trabajo espectacular, hay mucho compañerismo y eso es bueno. Los que se van incorporando se van acostumbrando a nuestro estilo. Alguno no lo logró y elige irse, pero acá hay mucho compañerismo, trabajamos bien coordinados, con buena onda, lo que es fundamental para que todo salga bien. Somos treinta y todos somos compañeros, y la relación con la familia Herrera es excelente. José Luis es un compañero más en el taller. No existe el patrón patrón; salvo alguna llamada de atención lógica, pero es normal. En realidad, esto es una gran familia" terminó diciendo Pedro Rivas.