Pocos cambios en Olavarría y en el mundo con el gasoil
Expertos internacionales dicen que la falta de diésel está generando graves problemas alrededor del globo, que amenazan con extenderse si la demanda sigue superando a la oferta con la salida de Rusia del mercado.
El aumento del precio de las naftas como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania ha generado preocupación en todo el globo y está ahondando el problema inflacionario que afecta a muchas de las economías del mundo.
Pero hay otro combustible derivado del petróleo que se ha encarecido aún más -en junio alcanzó su máximo precio histórico a nivel mundial- y está provocando dolores de cabeza incluso más grandes que la nafta. Se trata del gasoil y lo que más preocupa a los expertos es que la escalada de precios de este destilado se debe a que hay una escasez mundial de diésel, algo que -aseguran- será difícil de revertir en el corto plazo.
El análisis no corresponde a un medio oficialista de la Argentina, en una problemática al que se le ha dado uso político desde que se empezó a notar en los surtidores de todo el país, sino a un dossier publicado por la BBC de Londres hace unos pocos días.
Esta falta de diésel está generando graves problemas en todo el planeta, que amenazan con extenderse si la demanda sigue superando a la oferta.
Una explicación que coincide con lo expresado en estas mismas páginas por Jorge Hernando, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Olavarría y miembro de la Federación de Entidades de Combustibles de la Provincia de Buenos Aires.
Representante, además, de una familia olavarriense vinculada con el expendio de combustibles desde las profundidades del siglo pasado, varias semanas después de aquel análisis declaró ayer que la situación no ha variado demasiado.
"En realidad, acá en la zona seguimos igual. Es decir, en el mercado tenemos 'dos gasoil', el Grado 2 que es el que consumen los camiones y el Grado 3 que usan las camionetas y unos pocos camiones de los modeles más nuevos. La mayor demanda la tenemos en el gasoil de Grado 2 y seguimos exactamente igual desde marzo, quebrando todos los días stock y quedándonos sin combustible 16 a 18 horas al día" relató.
"Lo que viene vuela" graficó Hernando y añadió que "sí mejoró el gasoil de Grado 3 y ante el no abastecimiento pleno de gasoil Grado 2 algún que otro camión -cada vez más- cargan el Grado 3. Es una cuestión de diferencia de precio y un combustible con menor cantidad de azufre y algunas cualidades técnicas superiores al Grado 2".
El gasoil Grado 2 brilla en los cartelones a la entrada de las estaciones de servicio a 149,70 pesos el litro y a 204,70 el gasoil Grado 3. Esta crisis quebró además un hecho casi cultural. Las familias ya no podrán comprar autos gasoleros porque gastan menos y porque lo que entra al tanque tiene precios sustancialmente menores que las naftas.
Eso ya no existe más: hoy la nafta súper cuesta 137,10 y la "Infinia" 167,10. "Algo que no tiene antecedentes y no sólo cambió en la Argentina, sino que cambió en el mundo. Desde que empezó la guerra en el este de Europa el gasoil pasó a ser un bien más escaso que las naftas. Fundamentalmente porque tiene una demanda más agresiva por primera vez en muchísimos años el gasoil pasó a valer más caro que las naftas" marcó Hernando.
"Puede haber mejorado el panorama en provincias donde se concentra el trabajo en las cosechas, como las de Norte, donde ya se han levantado y tal vez exista algún remanente. Nosotros, que tenemos mucha actividad minera, estamos absolutamente igual desde hace varios meses" remarcó.
Apelando a una mirada global, insistió que "el tema es que no hay gasoil. Sigo sosteniendo que dependemos un ciento por ciento de la guerra". "Necesitamos que baje el crudo, por consiguiente sus derivados, y que nuevamente Rusia se convierta en gran proveedor de crudo y de productos refinados en Europa para que baje la gran demanda y así bajen los precios" agregó Hernando.
Carlos Larrañaga, con amplia experiencia en el sector transporte, de larga trayectoria en una firma señera como Expreso TAS, reveló que la empresa no ha variado ni el ritmo ni la cantidad de unidades en la ruta (30 camiones) pese a la crisis del gasoil.
"Nosotros no tuvimos carencia de abastecimiento en estos meses, aunque una estación de servicio de la que somos clientes desde hace muchos años nos decían que de los 36 mil litros que les entregaban por día, ahora están recibiendo 12 mil" comentó.
"A veces vamos y no conseguimos gasoil, entonces estamos cargando en otra estación de servicio donde no tenemos problemas, aunque con valores un poco superiores. Indudablemente no está normal, pero nosotros podemos seguir funcionando" precisó.
"He ido en la ruta y he escuchado que otros transportistas han tenido problemas de abastecimiento, nosotros no" remarcó. En esta firma tampoco han sido necesarias medidas de emergencia producto de la coyuntura.
"El expreso no ha tomado ninguna medida, nuestro servicio es el mismo. No salimos menos días, ni nada por el estilo. Seguimos saliendo todos los días, con uno o mil paquetes, ni siquiera por la merma en la actividad" expresó Larrañaga.
La cosecha o la siembra son actividades que requieren de mucho gasoil, todo el año, y dentro del mundo agrario Sol Eduardo Más es una voz para ser escuchada. Nativo de Henderson, desde hace más de 20 años residente en Olavarría, ofrece con su empresa familiar servicio de siembra en toda la región centro de la provincia de Buenos Aires.
"Nuestra actividad es en unos 100 kilómetros a la redonda" resumió. "Nosotros hacemos labranza y siembra, unas 10/12 mil hectáreas al año. No hay ninguna variante con respecto a los meses pasados. Si queremos un gasoil al precio oficial no hay volúmenes; si pretendemos volúmenes hay que pagar sobreprecios de 20 y 30 pesos el litro arriba del valor. Pero es la única forma de poder trabajar" dijo.
Eduardo no puede disminuir los volúmenes: "Significaría estar parado, no podría hacer el trabajo que tengo que hacer. Nosotros, en la campaña ahora para la siembra fina, consumimos entre 50 y 60 mil litros en dos meses y medio".
"Con la escasez que existe en todos los expendedores, si no es con sobreprecios no nos podríamos manejar de ninguna forma. Los camiones se están cargando de a 100 litros y yo no puedo venir todos los días con una cisterna para cargar 200 litros de combustible cuando tiene capacidad para 3.000 litros" referenció.
Los tiempos en el campo indican siembra de trigo y cebada desde los primeros días de junio hasta comienzo de agosto (pasada esa fecha son siembras tardías) y la cosecha fina es en diciembre.
La siembra gruesa (soja, maíz y girasol, junto con verdeos de verano en los campos ganaderos) se realiza entre octubre y noviembre; se cosecha a partir de marzo y se puede extender hasta junio con los últimos lotes de soja. O sea, la demanda nunca se va a tomar descanso.
"Esperemos que se normalice, porque cuando arranquemos con la siembra gruesa -en los primeros días de octubre- los volúmenes van a ser mayores, porque 5000 de gruesa representan 3000 de fina con el mismo equipo, entonces se va a gastar mucho más combustible" advirtió Mas.