Hace dos días, la paisajista Ana Geoghegan, titular del área de Arbolado Urbano del Municipio dijo a El Popular Medios  "no se cortan ramas gruesas porque es como que sino todos los años lo bajamos un poco más" aunque recomendó "ir a la cicatriz, que eso se llama poda tipo cabeza de gato, como que se hace un callo gordo y podamos sobre ese callo pero siempre el corte correcto sería donde la rama que nos molesta se inserta sobre la rama madre: no cortar ramas gruesas sino la rama nueva".

Hoy, desde el área municipal informaron tareas de poda preventiva que efectivizaron sobre un eucaliptus emblemático -uno de los dos que fueron abrazados hace años-, y que se encuentra inclinado hacia el arroyo. Desde el Municipio explicaron que esta poda preventiva forma parte de una primera intervención. Fue hasta los 9 metros de altura, es decir hasta el nivel de las luminarias. Sin embargo, los vecinos del barrio, los cercanos al arroyo expresaron a este medio su tristeza al ver las tareas. 

Nos causó profunda tristeza

Un vecino se acercó al fotógrafo del Multimedios cuando lo vio y le confió: "vamos a presentar un recurso de amparo para proteger el otro -árbol- que también correría peligro". Y siguió "nos causó profunda tristeza" el ver cómo lo cortaban. "Nos tomó por sorpresa porque no corría ningún riesgo" sostuvo, aunque desde el Municipio indicaron que el peligro estaba en la posibilidad que las gruesas ramas con los intensos vientos y el tupido follaje, cayeran sobre la vera del arroyo que muchas personas usan para caminar. 

Los vecinos insistieron, "no ocasionaba ningún riesgo". 

Es casi imposible no impactarse con el nuevo paisaje tras al poda. Aunque más impactados quedaron los pájaros y aves que descansaban en él, que quedaron desorientados, volando en círculos.