Las declaraciones de Moeti se produjeron un día después de que Estados Unidos anunciara que ofrecerá una tercera dosis anticovid a toda su población desde septiembre bajo el argumento de que su protección disminuye "con el tiempo" y ante el avance de la variante Delta, más contagiosa y predominante en ese país.

Asimismo, el presidente Joe Biden dijo ayer que él y su esposa Jill recibirán una tercera dosis y defendió que su país empiece a administrar más vacunas a personas ya inmunizadas. "Hemos donado más (vacunas) al resto del mundo que el resto del mundo junto", se defendió Biden.

"Estamos cumpliendo con nuestra parte", añadió al anticipar que Estados Unidos prevé alcanzar las 500 millones de dosis donadas antes de mediados de 2022.

La directora regional y otros funcionarios de salud africanos, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África, habían advertido contra las inyecciones de refuerzo en las últimas semanas, ya que menos del 2% de la población del continente de 1.300 millones de personas está completamente vacunada. La situación en África sigue "muy frágil" ya que la variante Delta es ahora dominante en la mayoría de los 54 países del continente, dijo Moeti, y recordó que se confirmaron más de 7,3 millones de casos y más de 186.000 muertes en el continente, donde los sistemas de salud se esfuerzan por proporcionar oxígeno médico y otros cuidados.

La funcionaria de la ONU recordó la situación "ya muy desigual" a nivel mundial en el suministro de vacunas e instó a que, en cambio, se haga hincapié en avanzar en la vacunación de personas en África, cuyos países están muy por detrás de gran parte del mundo en acceso y cobertura, informó la cadena CNN. A principios de esta semana, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó de "inconcebible" que algunos países ahora estén ofreciendo dosis de refuerzo "mientras tantas personas permanecen desprotegidas". DIB