En ese sentido, si bien el precio de la harina en este momento goza de relativa estabilidad, tampoco descartan que "en unos días" se haga un retoque en los valores de venta, aunque por el momento no existen mayores precisiones respecto del tenor del incremento.

Mediante un comunicado, Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires (Fippba), expresó "la fuerte preocupación del sector por los continuos y desmedidos aumentos de precios de los insumos con que se elaboran muchos de los productos panificados".

"El único problema no es la harina, que por ahora se está manteniendo estable", explicó Santoandré. "Hay productos como las margarinas y las grasas, que se utilizan mucho en las panaderías, que han tenido aumentos terribles, en algunos casos de hasta un 60 por ciento".

Incluso, el dirigente destacó que "lo mismo en el caso de la levadura o el dulce de leche, que cada semana o 10 días, te informan que hay retoques de precios. Y el panadero no puede aumentar sus productos permanentemente porque no puede jugar con el cliente ni con el bolsillo de consumidores", sostuvo el dirigente panadero.

Daniel Ottino, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Olavarría (CIPO), explicó que "lo más complicado respecto de los aumentos es todo lo que son los subproductos. Fundamentalmente todo lo que lleva margarina y dulce de leche, es decir las facturas y todo lo que son las especialidades, como bizcochos o sandwiches de miga, eso seguramente va a tener un aumento".

En nuestra ciudad, "los aumentos de los insumos han sido de un 40 a un 50 por ciento" y a partir de ese aumento "se está evaluando subir los precios de las facturas y las especialidades con alrededor de un 20 por ciento", expuso Ottino.

El dirigente aclaró que "respecto del pan, por el momento posiblemente no se vuelva a mover algo los precios". Sin embargo, ésa es una posibilidad que "siempre se analiza porque siempre hay distintos aumentos que repercuten en todo, como los combustibles o los sueldos y la harina poquito a poquito pero también va subiendo". En definitiva, de no haber mayor estabilidad "sí esto sigue así, el pan seguro que también en unos días va a subir".

Por su parte, Santoandré advirtió que "la gran preocupación nuestras es seguir manteniendo los establecimientos abiertos, sin que haya despidos ni suspensiones de gente, y en lo posible mantener el precio de los productos. Pero hay localidades donde inevitablemente va a haber aumentos, porque las panaderías no se pueden sostener con los precios que se están manejando".

El dirigente provincial señaló que "otra problemática seria que sufre el sector es que ha crecido mucho la clandestinidad. A tal punto que muchos panaderos llaman a la Federación y nos dicen que no saben si trabajar de manera formal o informal, porque a los altos costos productivos se le suma una gran presión tributaria, entonces se les hace un combo explosivo".

Mientras tanto, Ottino consideró que "la informalidad en nuestro rubro es una constante, y la gente que está en negro es lo más preocupante. Y eso repercute mucho en la rentabilidad de las panaderías que tienen a todos los empleados en blanco. Esos terminan corriendo con mucha desventaja".

Otra cuestión que abona esa distinción entre quienes cumplen con sus responsabilidades y quienes se mueven en el terreno de las irregularidades: "Después también hay muchas panaderías que tienen monotributo, que eso no es informalidad pero sí una manera de informalidad encubierta", denunció Ottino.

Fundamentos

El malestar del sector debido a los incrementos en sus materias primas fue expuesto a comienzos de este mes, cuando trabajadores panaderos de distintos puntos de la región Metropolitana regalaron más de 1.000 kilos de pan en protesta por el precio de la harina.

Los organizadores del "panazo" -como se denomina a estas protestas- destacaron "el incremento desmedido de los precios de las materias primas y señalaron que durante el verano el precio de los insumos se duplicó: la bolsa de harina triple cero pasó de 1.100 a 2.000 pesos y los 20 kilos de margarina pasaron de 1.250 a 2.500 pesos".

"Hemos regalado más de 1.000 kilos de pan y otros alimentos panificados, con un mate cocido o una chocolatada, con el propósito de visibilizar la seria problemática que atraviesa la industria panaderil", explicaron referentes de la protesta en Plaza Miserere.

"Estamos pidiendo de una vez por todas que haya una política de Estado que ayude a regularizar el tema de costos y precios. No estamos en contra de nadie, pero necesitamos de una vez por todas resolver estos problemas, porque están en juego las fuentes laborales del sector y la permanencia de los comercios abiertos para la venta de un productor esencial como el pan", expresaron. (Télam)