¿Cómo se detecta? Las pruebas y exámenes de detección tienen el propósito de encontrar una enfermedad, como el cáncer, en las personas que no tienen ningún síntoma. Mientras más temprano se detecte el cáncer de mama, mejores son las probabilidades de que el tratamiento tenga éxito.

El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades cancerosas que se pueden diagnosticar precozmente; es decir, antes de que se note algún síntoma.

Las posibilidades de curación de los cánceres de mama que se detectan en su etapa inicial son prácticamente del 95%. La técnica utilizada y mundialmente aceptada es la mamografía, que consiste en una radiografía de las mamas, capaz de detectar lesiones en estadios muy incipientes de la enfermedad. La dosis de radiación empleada en la mamografía es mínima, por lo que resulta inofensiva. Lalcec y la Sociedad Argentina de Mastología recomiendan realizar la primera mamografía a partir de los 40 años. En mujeres jóvenes y con mamas densas el especialista puede sugerir además, una ecografía, también llamada ultrasonografía.

Destacan que es recomendable realizarse mensualmente el autoexamen, que consiste en: palpar la mama a los 7 días del ciclo menstrual, mirarse frente al espejo, palpar en forma circular con el pulpejo de los dedos, en forma parada y luego acostada y palpar además la axila. En caso de tocar o ver algo raro recurrir de forma urgente al médico.

Por otra parte, la incorporación de hábitos saludables reduce un 40% las posibilidades de contraer cualquier tipo de cáncer: tener una alimentación saludable, incorporando frutas, verduras y cereales a la dieta; protegerse de la exposición solar; evitar el exceso de peso; realizar actividad física en forma regular; no fumar; tener un consumo responsable de alcohol; y visitar al ginecólogo o médico de cabecera de manera periódica so algunos de ellos.