El Colegio Monseñor César Cáneva fue acusado ante autoridades educativas de nivel Inicial por supuesto incumpliento del Reglamento General de las Instituciones Educativas de la Provincia de Buenos Aires.

La exposición fue realizada por dos madres de alumnos del Jardín Niño Feliz, "la única institución con la que articulaba la escuela de gestión privada desde hacía cuatro años", según aseguraron las denunciantes. De acuerdo a ese proyecto, "los niños debían tener prioridad al momento de ocupar las vacantes para el ingreso a 1° año de Primaria. Sin embargo, eso no fue así: de 14 bancos disponibles, ninguno fue otorgado a los cinco alumnos de ese jardín que concretaron la inscripción".

Luego de reuniones con directivos del Jardín y la propia inspectora regional de Nivel Inicial, Región 25 de Diegep (Dirección de Educación de Gestión Privada), las madres procedieron a realizar una denuncia formal con la intención de "dejar en evidencia que estas acciones configuran un claro incumplimiento por parte de las autoridades (del Colegio) de sus deberes y obligaciones como referentes educativos".

EL POPULAR tuvo contacto con la representante legal de dicha escuela, quien se limitó a decir que "el colegio tiene su propio reglamento interno", y prefirió no dar más detalles al respecto.

"Lo que sentimos es que a nuestros hijos les arrebataron un derecho que les correspondía. Además, creemos que es un acto discriminatorio porque no nos dieron ninguna respuesta que argumentara esta decisión. Es una pena que esto suceda, más teniendo en cuenta que es una institución subvencionada por el Estado y que, en definitiva, pagamos todos con nuestros impuestos", sostuvieron las madres al ser consultadas por este Diario.

Cabe aclarar que se reservan los nombres de las denunciantes para no exponer a los pequeños. "Yo quiero que mi hija crezca sabiendo que tiene que defender sus derechos. Ahora ella es chiquita y no puede hacerlo sola, por eso lo hago en su nombre", dijo una de las mamás.

Contaron, además, que "nuestros hijos estuvieron articulando todo el año con esta escuela, hicieron actividades en forma conjunta, concurrieron al Colegio a conocer las instalaciones y a las autoridades. Como se acordó en una reunión que mantuvimos en el jardín con los directivos de la institución, el día de las inscripción nos presentamos y anotamos a nuestros hijos, pero nunca fueron llamados. Es un acto completamente arbitrario porque los argumentos que nos expusieron es que a los niños los eligen los dueños del colegio y que no pueden decirnos en qué está basada esa decisión. Esto genera impotencia porque ni siquiera conocemos los motivos".

Dejaron en claro, además, que "esta situación no se generó caprichosamente. Nosotras conocíamos que de acuerdo al Reglamento nuestros hijos tenían prioridad. Esto es lo que siempre nos han dicho no solo desde la institución a la que asisten los nenes, sino también desde la autoridad de Educación que compete en este caso".

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