Las cifras son elocuentes: 3.657.327 inscriptos, 12.539 instituciones y 2.592 localidades se conectaron el viernes último en todo el país con la lectura como convocante exclusivo, con la impronta de poner en valor, una vez más, su importancia en la educación de niños y jóvenes. Fue en el marco de la 18ª Maratón Nacional de Lectura de la Fundación Leer que esta vez, a causa de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, tuvo un formato estrictamente virtual y por ello, involucró actividades que se desarrollaron a lo largo de la semana previa.

Olavarría sumó más de sesenta instituciones a la movida, con diferentes propuestas, y llegó incluso hasta las localidades más alejadas de la planta urbana, como Iturregui y Mapis, además de Recalde, Rocha, Blanca Chica y Espigas, entre otras.

Con el lema "Lectores que buscan lectores", la Maratón tuvo un cariz netamente virtual, al proponer una plataforma como escenario donde disfrutar de talleres, actividades y juegos con importantes referentes del mundo de la literatura. Todo, en el marco del aislamiento o distanciamiento dispuesto a partir de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19 y mientras el Desafío Leer 20-20 de la misma organización ha superado los 10 millones de libros abordados por distintos grupos a lo largo y a la ancho del país.

En la ciudad, varios establecimientos primarios se unieron en una rotación de lectura que significó que las bibliotecarias escolares leyeran para alumnos de otras escuelas. Por su parte, las tres bibliotecas populares que se unieron al megaencuentro -Amoroso, Collinet y Coty Laborde- propusieron un ida y vuelta con sus lectores a través de sus páginas de Fecebook.

Sin energía ni conectividad

Rosana Boccagni, la directora y docente de la Escuela Nº 40 de Iturregui y también bibliotecaria de la Secundaria 19 de Recalde, actuó como nexo entre las bibliotecarias y los servicios rurales del Partido, a partir de su posicionamiento en el aula virtual del Desafío Leer 20-20 y en ese marco, compartieron las tareas inherentes a la Maratón con su par de Mapis, Silvana Arnaudo, y otras educadoras de la zona.

Boccagni es docente rural desde hace más de 20 años y en este marco, contó que la Escuela Primaria 40 no dispone de conectividad. "Iturregui no cuenta con servicio de energía eléctrica y para tener luz, depende de un motor. Hablamos, claro está de un pequeño paraje que cuenta con la estación, donde vive una familia, el almacén que está abierto sólo a veces y la escuela: entonces, la única que en tiempos de presencialidad vive allí de lunes a viernes soy yo, porque mis alumnos están radicados en distintos establecimientos cercanos". Hasta hace unas semanas, los estudiantes eran siete, pero la partida de una familia de trabajadores los limitó a cinco, que completan segundo, cuarto, quinto y de sexto año de la Primaria.

La escuelita cuenta con energía solar pero allí ni siquiera funcionan los celulares con los datos, y el wifi es impensable, por lo que los chicos aprovechan los viajes que realizan a Recalde para aprovisionarse, también para acceder a los cuentos y narraciones que la seño les fue enviando a través del whatsapp. "Parte de las propuestas y secuencias de la Maratón se las alcancé en papel, el jueves pasado, junto con los bolsones de alimentos y los cuadernillos para asegurar la continuidad pedagógica", describió Boccagni, satisfecha por la respuestas que "sus" chicos están protagonizando a la propuesta de la Fundación Leer.

Claro que las actividades del aula virtual se prolongarán más allá de la jornada vivida el viernes en la virtualidad, y con ello, los estudiantes de todos los niveles podrán continuar protagonizando la magia de la lectura.

Propuestas y motivación

Para Silvana Arnaudo, la directora "multitarea" de la Primaria Nº 35 de Mapis, el desafío pasa por mantener la motivación de sus seis alumnos: Merari Varela de primer año, Jacinta Velázquez e Ian Laure de segundo, Lisandro Gómez de cuarto, Segundo De Bárbara de quinto y Mía Aguirre, transitando su último año del nivel.

En la prepandemia, Arnaudo se identificaba con Boccagni por ser "las únicas dos docentes que nos quedamos a dormir toda la semana en la escuela". Y también por la falta de conectividad. "Los chicos reciben las propuestas por Whatsapp cuando pueden conectarse", a veces con demoras, a través de los dos grupos que la educadora armó para esta Maratón, discriminando entre el primer y el segundo ciclo.

"Ellos escuchan los cuentos y después los comentan en el grupo general al resto de los chicos. O me contestan. Para incentivar la participación y rescatar un poco los vínculos entre ellos que se han ido perdiendo por la falta de contacto presencial, les propongo que intercambien: los del primer ciclo les cuentan a los del segundo y viceversa". Otra vez, la docente les proporciona un listado de títulos, para que elijan el que les cause más curiosidad. "Así vamos variando un poquito cada día, para que estén más motivados" respecto de un propuesta que se dio a lo largo de la semana y que, en el caso de los estudiantes que tienen hermanos en el nivel Inicial, involucro lecturas para compartir.

Lo cierto es que los más pequeños conocieron, en estos días, los cuentos "Filotea", de Emma Wolf; "Princesa Margarita"; "Una familia especial", de Silvia Schujer y "Mi gato Bicarbonato" de Fabián Sevilla, además de compartir con los más grandes las poesías "Bienvenida primavera", de Edith Mabel Russo y "Mariposa del aire", de Federico García Lorca.

Los de segundo ciclo trabajaron sobre la poesía "Mi tortugo (fue vernos y querernos)" de Laura Wittner; "Caperucita Amarilla" de Bruno Murani; el cuento popular "El zorro y el cangrejo" y la poesía "A la prima primavera" de Gloria Fuentes.

Más allá de la Maratón de Lectura, la comunidad educativa de Mapis continuará haciendo uso del aula virtual, que dispone de "cantidad de libros que se pueden elegir para continuar disfrutando de la lectura".