Los dos llegaron con los Bomberos Voluntarios a la plaza central. Allí los esperaban vecinos de la localidad. La idea surgió porque el 10 de septiembre se celebró el Día del Repartidor de Leche y el 14 de septiembre el Día del Cartero.

En el acto estuvieron haciendo recitados Sergio Arramón acompañado por César Martell quien posteriormente cantó algunas de sus obras basadas en el Cholo Corridoni.

Araceli Almada leyó una poesía de Carlos Maumus para la ocasión, se entregaron obsequios de Alan Cernak, artesano local. Juan Banegas llegó desde Hinojo para hacer dos canciones y por último se les entregaron las llaves del pueblo, en una obra que realizó el artista Ignacio Cardiello.

Los agasajados también plantaron dos árboles en una de las esquinas de la plaza.

Para finalizar, ambos brindaron su agradecimiento por el evento y se fueron con dos pergaminos firmados por vecinos del pueblo que apoyaron que Luis y el Cholo sean homenajeados "en vida". Porque como una de las organizadoras expresó en el evento, "no sirve poner placas cuando ya no están, los reconocimientos hay que hacerlos en vida".

Luis Banzi, el cartero

Nació un 18 de junio de 1962. Creció en Sierras Bayas. Su deseo era ser militar, logró estar en la ESMA y a los 6 meses pidió la baja porque extrañaba a su familia. En ese tiempo, trabajo que se le presentaba, lo hacía.

Los 18 años lo encontraron con el servicio militar. Tuvo que defender a la Patria en la guerra de las Malvinas.

En 1983 entró como cartero contratado, conociendo varias localidades. En 1985 pasó a planta permanente del Correo y hasta hoy sigue ocupando un lugar en el edificio de calle Aust.

El 20 de setiembre cumplió 36 años atendiendo la oficina durante la mañana. Por la tarde, pedalea las calles del pueblo para llevar noticias o paquetes a sus vecinos.

Luis es aficionado al automovilismo y la locución, hace su programa por la radio local para el Día del Amigo y Fin de Año.

Es sumamente carismático y querido por todo el pueblo.

Víctor Oscar "El Cholo" Corridoni, el lechero

Nació el 18 de abril de 1936, desde muy chiquito su sueño era ser lechero. A los 12 años vendía agua y con su ganancia pudo comprar el primer "rancho" para su familia. Hasta los 18 trabajó de peón lechero en distintos tambos.

Una tarde volvió a su casa y su madre le dijo que debía hacerse los exámenes para entrar a trabajar en la fábrica. El llanto fue su respuesta. Durante dos años su amor por el tambo se perdió entre el cemento. Había que hacerle caso a su madre y al tío que le consiguió el trabajo.

A sus 20 años tuvo que realizar el servicio militar en Río Gallegos. Ya de vuelta a su casa y con otras ideas alquiló un bar, allí conoció a una mujer con quien formó su familia por 48 años. Sus ansias de libertad hicieron que volviera a su primer amor, el tambo. Todos los días salía con su carro a repartir leche fresca hasta marzo de 2020 cuando "me bajaron". El clásico sonido del cascabel hacía que los pequeños salieran corriendo para recibir los caramelos que llevaba para ellos.

"Si no lo podés pagar, te la regalo", decía el Cholo cuando algún cliente no podía pagar la leche. Y hoy sueña con poder volver a su carro y a recorrer el pueblo como cada mañana.