El conflicto bélico no sólo influyó en un incremento desproporcionado del valor de la harina sino que amenaza con limitar severamente la producción en el país a través de los recortes en los envíos de gasoil mediante cupos. En nuestra ciudad, si bien el impacto no alcanza aún a las estaciones de servicio urbanas, sí afecta sobremanera a las de ruta, que se encuentran con importantes restricciones a la hora de concretar su actividad.

De ese modo, alertan con preocupación sobre el retraso de los precios locales respecto de los costos internacionales, que aseguran deberían actualizarse entre "un 35 y un 40 por ciento". Asimismo, señalan que algo similar ocurre con las naftas, cuyos costos también deberían actualizarse en breve.

La situación había sido expuesta en las redes sociales días atrás por el intendente Ezequiel Galli, quien denunció un "tope de ventas" en las estaciones de servicio locales. El recorte en los envíos de gasoil fue confirmado ayer por Jorge Hernando, titular de la Cámara de Estaciones de Servicio de Olavarría, quien afirmó que "durante todo marzo hemos tenido cupos".

En ese sentido, el empresario explicó que "el cupo corresponde a lo que compramos de gasoil en el mes de octubre del año pasado". Por esa razón, "desde mitad de marzo a la fecha, el desabastecimiento se ha agravado porque ha ido aumentando el gasoil mayorista por encima del precio de las estaciones de servicios", reveló.

Además, la demanda se satura porque "se nos han volcado muchas empresas, ésas que tienen depósito, por diferencia de precio a cargar en las estaciones de servicio", agregó.

La razón de los recortes en el suministro del combustible "es simplemente el retraso del precio en función de los niveles de precio a nivel internacional". Para satisfacer la demanda, "el país necesita, siempre necesitó, importar alrededor de un 30 por ciento de combustible y hoy traer ese 30 por ciento es comprarlo a precio más caro a precios del mundo y venderlo acá a perdida", describió.

Para evitar ese desajuste, "la única solución es el aumento de precios. Como ocurrió en todos los países del mundo, el aumento del precio indefectiblemente va a tener que llegar", enfatizó Hernando.

Desde ese punto de vista, el estacionero reconoció que "eso también políticamente trae un descontento social, está bien, lo admito, pero por otro lado el desabastecimiento también va a traer un descontento social, así que creo que vamos camino a que esto se solucione con un aumento de precios que, para que surta o traiga los efectos y se termine con el desabastecimiento, va a estar entre un 35 y un 40 por ciento de aumento".

Para estabilizar el mercado "eso es lo que tendría que suceder". Como consecuencia de la merma "hoy por hoy, en la Estación todos los días nos estamos quedando sin gasoil para el transporte. De hecho, hoy (por ayer) no tenemos, a esta hora todavía no nos ha cargado el camión y así que seguramente hasta la noche o mañana a la mañana vamos a estar desabastecidos de gasoil", lamentó el empresario.

En definitiva, Hernando se refirió a sus expectativas. "Espero qºue en 10 días se solucione, sino se va a poner muy dura la situación", advirtió.

"Están penando"

Por su parte, Alberto Abrigo, copropietario de una estación de servicio YPF en el microcentro, admitió que el acceso al gasoil "está complicado como en todos lados. Puntualmente en la estación no lo notamos mucho porque en la estación urbana no tenés un gran consumo de diésel, que es donde está más crítica la situación, así que nosotros por ahora no lo hemos sentido tanto, pero sí lo podemos ver en la ruta", definió ante las cámaras de Canal Local.

En ese contexto, subrayó que en las rutas existe "total desabastecimiento, están penando los camiones que andan en la ruta, la gente de campo que está levantando la cosecha. Es realmente complicado y no hay miras de que se solucione rápido, así que es un poco preocupante la situación. Tengo el dato por los camioneros. Les entregan de a 100 litros, de a 50. ".

Por esa razón, sostuvo que "estamos esperando a ver qué va a pasar con las naftas. Al no tener mucha venta de gasoil no nos ha pegado tanto, pero dicen que se va a poner difícil también con el tema de las naftas", reiteró.

El empresario apuntó que el motivo de la escasez "es muy simple y conocido, estamos importando. La Argentina importa un 50 por ciento más o menos, y hoy al precio de afuera debería valer un dólar y medio el litro de combustible. Si lo llevas a al valor del dólar oficial, estamos hablando de 180 pesos por litro y ahí está la razón por la cual las petroleras no entregan".

Respecto de las empresas líderes en ventas, ante ese escenario "se les debe complicar para importarlo y si lo importan lo tendrán guardado para venderlo a mayor precio. Es muy simple, la razón pasa por el tema de los costos".

Sobre el impacto del último incremento en el valor de los combustibles, aplicado a mediados de este mes, Abrigo sostuvo que "la gente está acostumbrada ya a todos estos aumentos y siempre lo que más se siente es que cargan un monto fijo, sea con plata o con tarjeta o con las aplicaciones, y ahí te baja la venta de litros porque quien está acostumbrado a cargar 3.000 pesos, lógicamente que cada vez carga menos".

Sin embargo, planteó que "de todas maneras este último aumento, que fue muy duro, muy importante, no tuvo una gran merma en la venta. En el volumen de venta no bajó tanto".

En cuanto a un posible ajuste de precios respecto de las naftas, el empresario indicó que "no ha habido charlas ni he escuchado nada, por lo menos de referencia de aumento. Pero en algún momento lo van a tener que hacer. Lamentablemente con la inflación que hay en este país es imposible pensar que el combustible, como cualquier otro servicio energético, no aumente. Tiene que aumentar porque no hay otra solución. No hay una forma de controlar precios con una inflación como la que tenemos, eso es irracional pensar que lo puedan solucionar de esa manera", finalizó Abrigo.