En el marco de la investigación que se llevó adelante por un caso vinculado a una práctica desarrollada por un productor que irrumpió en campos ajenos y crió allí sus vacunos, en una suerte de usurpación de lotes con "animales invasores", es que autoridades provinciales y hasta el intendente brindaron una conferencia de prensa en octubre del año anterior.

El caso fue inédito en la zona y la particularidad del procedimiento estuvo dada por la presencia de un inspector zonal del Ministerio de Agroindustria bonaerense , quien estuvo al frente de las tareas sobre los vacunos que se hallaron de manera ilegal en el establecimiento rural situado sobre el cuartel VII del partido de Olavarría. Se trata de Sergio Bazterrica, quien refirió que su arribo se debió a "una denuncia de animales invasores. Lo que vinimos a hacer es ver de quienes son los animales, que resultaron ser todos ''orejanos'' (N. de R.: que no tienen marca de propiedad)".

Se trata de 278 animales  que fueron rematados durante la jornada de este miércoles. Según pudo confirmar El Popular, el proceso que se realizó en la localidad de Recalde, se desarrolló con normalidad y "muy tranquilo".  Lo recaudado será donado a dos entidades de bien público, aunque aún no se supo quienes serán las beneficiadas.

El Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires informó que, por disposición del Juzgado Civil y Comercial N° 2 de Olavarría, se llevó a cabo en la localidad de Recalde un remate público solidario de 253 animales que personal de la Subsecretaría de Calidad Agroalimentaria de esta cartera secuestró en octubre pasado y que se encontraban en la Chacra Experimental Blanca Grande de ese distrito.

El remate fue organizado por Lartirigoyen y Oromi SA, siendo fiscalizado por personal del Ministerio y la jueza interviniente en la causa, María Hilda Galdos. Asistieron más de 65 compradores, que pujaron para la compra de las 253 cabezas -en su mayoría vacas, vacas con crías, vaquillonas, terneras, novillitos, terneros, y toros- cuyo producido, 2,7 millones de pesos, deducidos los gastos, se depositarán en una cuenta judicial creada a tal efecto.

De esta manera, culminó un proceso de 6 meses y se dio solución a una situación de hacienda clandestina que perturbaba a una comunidad y que se originó por una denuncia realizada por el encargado de "Estancias Unidas del Sud", que se quejó por la presencia ilegal de los animales que tras romper alambrados, ingresaban a los campos y destruían los cultivos.

En el momento del secuestro, los animales habían sido pelados y no tenían marcas previas ni de propietarios, por lo que estuvieron a resguardo de la Patrulla Rural de la zona. Vale señalar que el total de hacienda incautada en aquel entonces fue de 277 cabezas y el ingeniero Alejandro Giaquinta, director de Blanca Grande, se encargó del cuidado de los vacunos en este tiempo, pero algunos de ellos, inclusive algunos terneros nacidos durante el período de secuestro murieron.