Durante el mes de marzo, la jefatura encabezada por el Comandante General Raúl Ferreira, jefe del cuerpo y el Comandnate Mayor Marcelo Menchaca, 2° jefe del cuerpo, han lanzado un paquete de medidas y/o protocolos a los distintos niveles del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de Olavarría, confeccionados por el jefe de la sección de capacitación y de la brigada de Materiales Peligrosos, Comandante Mayor Javier Domínguez y el Bro. Joaquín Doorish, estudiante de ingeniería química.

Entre la introducción que realizo el jefe del cuerpo se resaltó el compromiso que deben adoptar todos los miembros del cuerpo a seguir con exactitud los protocolos operativos e institucionales.

El motivo de esta rigurosidad es que ningún servicio de emergencia, en especial bomberos, quede infectada con el covid-19 porque no cualquiera puede ser bombero voluntario, no cualquiera puede ser policía ni personal de sanidad. Es por esto por lo que los sistemas de seguridad no nos podemos dar el lujo de minimizar nuestro poderío de respuesta por contagio.

En estas reuniones donde se dictaron los protocolos se resaltó la desinfección del personal que haya actuado en distintas emergencias con posibles víctimas infectadas, para tratar de que el bombero pueda regresar a la institución y tomar contacto con su familia sano y salvo luego de cada intervención.

El cuartel está haciendo 3 turnos de guardias diarias de 8 horas con un mínimo de personal de 6 hombres, si la capacidad operativa se ve rebasada todo refuerzo que llegue a colaborar, lo hará de acuerdo con los protocolos ya nombrados.

Para conservar la integridad física del personal, la institución ha hecho una inversión no pensada, de equipos protectores y aislantes, como por ejemplo mameluco tybex, barbijos n45, guantes de nitrilo, antiparras, alcohol líquido y en gel y pistolas pirométricas para medir la temperatura de cada uno de los voluntarios.

Fue una decisión de la jefatura de apartar todos aquellos voluntarios con un potencial riesgo de infección y de más de 60 años.

Otros de los puntos en que se hizo mucho hincapié fue, al de cambiar algunos hábitos tan nuestros como los son el abrazo, el beso, el estrechar la mano y el mate, por entender que son una fuente de transmisión inmediata.

Como consideramos en nuestra función específica irremplazables, las hemos hecho de forma obligatoria a su máxima expresión, porque de no cuidarnos esto es sencillo, podría devenir la muerte en el bombero y sus familiares, y quisiéramos que cuando esto termine podamos contar con la misma cantidad de gente que empezamos.