Y aclaró que "como agrónomos estamos vinculados a un proceso biológico, que es la producción agropecuaria, y como todo proceso biológico no puede parar. Y en realidad siempre tuvimos que mantenernos activos para seguir dándole de comer a los animales y cultivando los campos. Era imposible parar en pandemia porque estamos vinculados a un proceso biológico".

Silvestro recordó que "me recibí en el año 2008, en la Facultad de Agronomía de Azul. Me mantuve vinculado con la Facultad, donde soy docente en una materia con dedicación simple. Me gusta mucho la docencia y la educación, y mantener el vínculo con la facultad está buenísimo, porque uno puede transmitirles a los chicos toda la experiencia que uno va acumulando en el campo".

Por otra parte, indicó que "hace 11 años que estoy en Rindes y Cultivos, como ingeniero agrónomo, en la parte comercial con Fabricio Lacoste" y que "también tengo un pedacito de campo, soy productor agropecuario, de familia, un productor mixto. Asimismo hago asesoramiento privado".

Retomando el trabajo en tiempos de pandemia y aislamiento, Silvestro planteó que "en estos tiempos de coronavirus, como somos una actividad considerada esencial, nunca paramos, con todos los permisos y controles debidos. Desde el día que arrancó la pandemia nos mantuvimos en la calle, siempre cuidándonos y con todas las precauciones y los protocolos necesarios. Dentro de todo tuvimos la ventaja de que pudimos seguir andando. La parte de ingeniería agronómica es bastante solitaria en el campo, entonces tratamos de salir solos, encontrarnos con los clientes en los lotes, no estuvimos sometidos a tantos peligros. Por suerte nunca paramos de trabajar".

Sin embargo, remarcó que "el tema de la docencia fue más complicado, tuvimos que acostumbrarnos a que sea todo por Zoom. Es una situación extraña, no estamos acostumbrados a hablar con una pantalla; nos tuvimos que adaptar por obligación haciendo todo lo posible para que le lleguen los conocimientos a los chicos. La realidad es que se pierde una parte muy rica que es ver de frente a los alumnos, ver sus gestos o sus comentarios. Ante la pantalla por vergüenza no comentan así que prácticamente es un monólogo".

"Pero por suerte los chicos han respondido muy bien, uno trata de no sobrecargarlos de temas y darle una mano con los conceptos. La facultad de Azul es chica, con poca matrícula y un trato bastante personalizado con los alumnos. Armamos grupos por Whatsapp y ellos saben que el teléfono está abierto para sus consultas en cualquier momento", consideró el profesional.

Y, en ese mismo marco, señaló que "tratamos de poner todo con el equipo docente, yo estoy como ayudante de grado, hay otros docentes a cargo, pero todos por igual tratamos de facilitarles un poco las cosas porque la están pasando bastante mal los chicos".

"Ahora tenemos una materia de segundo año y los chicos vienen tomando clases por zoom y no nos conocen personalmente. Se pierde esa camaradería de la época de estudiante, así como las juntadas entre ellos y la convivencia, en la facultad se cosechan amigos que duran para toda la vida", detalló.

Añadiendo que "creo que la facultad va a ser la última en volver a la presencialidad, seguimos por Zoom, adaptándonos".

En cuanto a la cuestión comercial, sostuvo que "en Rindes y Cultivos seguimos con todos los protocolos, cuidándonos, limitando la cantidad de clientes en el local, con ventilación, tratando de atender a los productores. Por su suerte esta cuarentena fue en esta época de las comunicaciones, con zoom, whatsapp y correos, pero se extraña la reunión personal con los productores. Pero con protocolos nos seguimos reuniendo con los clientes que nos lo demandan".

A la hora de analizar su trabajo, Silvestro comentó que "la ingeniería agrónoma es una profesión apasionante, agradezco haberla elegido. Si bien por mis raíces siempre estuve vinculado toda mi vida al sector agropecuario, por mis abuelos, siempre supe que me gustaba y agradezco día a día estar en esta profesión. Cuando uno hace lo que le gusta deja de ser un trabajo y pasa a ser algo mucho más sencillo y más lindo de disfrutar."

"Hoy por hoy, estoy muy contento, es una carrera muy abierta. Sabemos que tenemos en nuestras manos el futuro de la alimentación de toda la población del mundo, siempre con la responsabilidad necesaria tratando de ser sustentables con el ambiente, que eso es clave, y respetando las normas, haciendo las recetas agronómicas que corresponden, usando los productos que se recomiendan y si es necesario", agregó.

En ese sentido, se explayó señalando que "la realidad es que hay una tendencia con el uso de los transgénicos pero el ingeniero agrónomo es el único que puede hacer uso de los recursos naturales y con conocimientos, y saber si es necesario -porque a veces no se necesita usar determinado producto-. Uno recorre el lote y estima si es necesario hacerlo, hace un diagnóstico, así como regular las dosis".

"Todo depende de tener los conocimientos necesarios y hoy es el ingeniero agrónono quien los tiene para poder hacer una producción sustentable. Se habla mucho de agroecología, de mixtos, y con la parte técnica y biológica que posee un agrónomo le sobra para poder realizarlo. Hoy por hoy somos el eslabón fundamental para cualquier eslabón productivo, aunque todavía hay gente que no lo entiende y continúa con el dedo acusador", explicó.

Por último, Silvestro dijo que "también quiero recordar con pesar el fallecimiento de Hilario Arroyo, un colega profesional que estuvo vinculado a la Asociación de Ingenieros Agrónomos, de la que soy presidente, y que fue fundamental en la formación y en la vinculación con las instituciones".

El recuerdo de Hilario Ayorro

"La Asociación de Ingenieros Agrónomos de Olavarría, junto con la oficina INTA Olavarría, recordamos en este día especial a nuestro colega Ing. Agr. Hilario Arroyo, quien con su calidez de persona, profesionalismo y compromiso estará presente por siempre en nuestra memoria".