Respaldadas por las firmas de más de 400 vecinos, dos integrantes de un grupo de vecinos autoconvocados ingresaron ayer jueves en la mañana por mesa de entradas del Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para modificar la normativa respecto a la "prevención, control y contaminación acústica", que se encuentra vigente y contenida en la Ordenanza N° 3978/16. 

La licenciada Amparo Lascano y la doctora María del Carmen Martínez tomaron contacto además con ediles de los distintos bloques representados en este cuerpo deliberativo, a quienes entregaron copias de la letra del proyecto, que se concentra en unas 40 carillas. 

QUIZÁS TE INTERESE: Ruidos molestos, un problema que se quiere hacer escuchar 

También se reunieron con la titular del HCD, Cecilia Krivochen. Esta explicó que, antes de iniciar su tratamiento, la iniciativa deberá tomar estado parlamentario en la próxima sesión ordinaria, a celebrarse el próximo 11 de agosto. 

"Somos vecinos autoconvocados que padecemos la misma problemática y presentamos un proyecto de ampliación y modificación bastante específico de la ordenanza vigente sobre contaminación acústica" empezó diciendo la licenciada Lascano a la salida del edificio. 

"Proponemos a través de este proyecto que el Municipio cuente con argumentos un poco más amplios para que se pueda controlar este tipo de cuestiones y apuntamos a una convivencia social sana" expuso. 

Al hacer hincapié en las diferencias con la ordenanza vigente, dijo que lo dejado ayer el HCD prioriza la salud integral "y ponemos de relieve cómo perjudica el estar expuestos a estos ruidos, algo que no estaba considerado". 

María del Carmen Martínez, por su lado, resaltó la acogida que tuvieron en el HCD: "Pasamos por cada bloque, todos nos recibieron bien y algunos nos pidieron que expliquemos básicamente en qué consistía la propuesta y qué se buscaba porque es bastante grande la carpeta". 

"Recibimos como respuesta que varias comisiones al mismo tiempo van a analizar nuestro proyecto para agilizarlo" añadió. "Si bien la anterior ordenanza no es tan antigua, hay avances en la tecnología del sonido que generan mayor intensidad y que afectan sobre todo a los chicos vulnerables auditivamente, alterando su salud de un modo impresionante" advirtió. 

Trabajaron en la elaboración del proyecto cinco vecinos, dos de ellas abogadas, una psicóloga, y padres que aportaron los padecimientos de sus hijos. El texto atiende además modificaciones en la zonificación y cambios en el esquema de multas. "Al no ser precisa la ordenanza vigente, al tener tantos vacíos legales, les cuesta tanto a los inspectores determinar qué cosa está en regla y cuál no, como a los vecinos saber si pueden reclamar o no. Entonces pretendemos que sea más clara" señaló María del Carmen. 

La licenciada Lascano subrayó el apoyo "de un montón de gente que firmó el petitorio. La mayoría ha padecido este tipo de problemas y otros que se han solidarizado directamente". 

Como síntesis de la iniciativa, la doctora Martínez adelantó que "en primera instancia hablamos de un principio 'pro homine', que quiere decir que la salud es la prioridad; lo otro que se crea es un registro de personas con sensibilidad auditiva, que lo podrán justificar con un certificado médico o una historia clínica". 

Tal registro se notificaría a Control Urbano y a Monitoreo, para que estos vecinos tengan prioridad de atención cuando llamen a tales reparticiones oficiales. 

"No es lo mismo el sonido en el campo, en la zona de quintas, en los barrios suburbanos que en el centro. Ello va a entregar parámetros más claros acerca de qué decibeles estarán permitidos y qué no" explicó. Sobre una modalidad tan molesta, como algunos escapes de autos y motocicletas, ambas precisaron que está contemplado en la ordenanza vigente, en la ley provincial de tránsito y en la ley nacional de tránsito. 

No vinculado directamente con el proyecto, hicieron referencia a la violencia verbal con la que algunos sectores reaccionaron en redes sociales frente al planteo.  "Nosotros no queremos dividir las aguas, ni apuntamos a que la gente deje de trabajar, deje de festejar, ni nada de eso. Queremos que las cosas sigan de la misma manera, pero respetando normativas y que no se perjudique al vecino. Apelamos al sentido común, al respeto mutuo y a una convivencia sana" reflexionó Amparo. 

"No somos tendenciosos, no queremos atacar a un grupo específico, sino proteger a un universo vulnerable. Vivimos en un estado de derecho y establece que debemos respetar determinadas cosas. Si estás en falta no te enojes, no ataques al otro que está pidiendo que vos te adecues a una norma" argumentó María del Carmen. 

En el mismo sentido planteó que "hay mucha gente que después de soportar ruidos molestos está medicada, tiene tratamiento psiquiátrico o psicológico porque ha sufrido muchísimo y no se ve el trasfondo de salud que hay en esto".

"Esa es la prioridad y no lo que están entendiendo algunos sectores que interpretan que nosotros queremos 'silencio cero'. Nada más alejado de nuestras intenciones" enfatizó una de las impulsoras de esta modificación normativa. 

En paralelo con la presencia de ambas referentes de "Ruidos Molestos Olavarría - Salud acústica ambiental" en el ex inmueble de Obras Sanitarias, visitó ayer las oficinas de la bancada oficialista Hilario Galli, secretario de gobierno de la administración comunal. 

Interiorizado de la iniciativa, el funcionario comentó ante dos periodistas de este Diario que un equipo de trabajo designado por el intendente Ezequiel Galli viene analizando desde hace unos 20 días la misma cuestión, con dos grandes ejes temáticos: lo vinculado con la acústica en el casco urbano y nuevas disposiciones para el alquiler de quintas destinadas a eventos sociales.