Dirigentes gremiales y referentes empresariales de Olavarría miraron de reojo el plan del gobierno nacional de impusar, en la arena del combate contra la escalada inflacionaria, un bono o suma fija para reforzar los cada vez más agrietados salarios de los trabajadores. 

Alimentando esta iniciativa, durante el fin de semana aparecieron pintadas en AMBA que rezaban "!Suma fija YA! 30 mil pesos para los trabajadores". 

Según el sitio Infogremiales, el debate sobre la recomposición de los ingresos mantiene movilizado al Frente de Todos, al sindicalismo en general y tiene a varios actores tratando de encontrar una alternativa a lo que fue una de las promesas de Sergio Massa al momento de asumir como ministro de Economía. 

La suma fija a cuenta de futuros aumentos se hizo un hueco dentro de los sectores gubernamentales como una opción para la franja de ingresos mensuales de entre 50.000 pesos y 150.000 pesos. 

En una ronda de consultas que alcanzó a casi 20 interlocutores, tanto entre sectores gremiales como empresariales de Olavarría, la mayoría optó por no pronunciarse.

"No contamos con herramientas como para dar una opinión" fue la respuesta más común, aunque en otros casos se filtró la palabra "incertidumbre". 

"Es un tema interesante, pero como concepto general estoy en contra del otorgamiento de una suma fija como una forma de recomposición salarial" sostuvo Mauro Vecchio, uno de los principales referentes de la Unión Industrial de Olavarría (UIO). 

"Una medida así sólo lograría achatar la pirámide salarial. Puede ser un paliativo temporal, pero no como una cuestión de fondo para arreglar el tema remunerativo" opinó. 

En la óptica de Vecchio, una determinación de este tipo "atentaría contra la jerarquización y el mérito". 

Por su parte César Longo, titular de la Unión Industrial de Olavarría, afirmó que con los elementos que existen a mano "hay dos situaciones. Una es que convivimos con una inflación que genera que las paritarias que se han cerrado no alcancen y, en este contexto, considero algo virtuoso entregar una suma fija, pero no es la solución". 

"También hay que ver cada uno de los rubros. Qué sectores pueden soportar una medida de este tipo y cuáles pueden estar al límite de no soportarlo" advirtió. 

"Esto -dijo Longo- es lo que genera un proceso inflacionario. Un deterioro en las cuestiones internas de las empresas, por eso algo así requiere primero analizar a qué actividad pertenece cada empresa". 

Según su último razonamiento, "esto hace que algunas puedan hacer frente a una suma fija y otras estén severamente comprometidas".  

"Como concepto general, todo lo que recomponga el salario está bien y va al consumo, pero también hay que ver de qué rubros se está hablando" añadió el titular de la UIO. 

Sin que aún esté plantada sobre bases firmes esta idea, es mirada de una forma en aquellos sectores gremiales con poder de negociación, que han cerrado paritarias a tono con la pérdida de valor del salario por efecto de la inflación.

De otro modo por los gremios chicos, con menos capacidad de presión, que por lo general en sus acuerdos salariales corren desde muy atrás a los números publicados por el INDEC. 

Lo último no es el caso de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), cuyo máximo dirigente a nivel nacional (el sierrabayense Héctor Laplace) entregó su postura ante la consulta de este Diario sobre este posible antídoto antiinflacionario que pergeña el gobierno nacional. 

"Lo primero que tenemos que reconocer es que hay actividades sindicales cuyas paritarias lastimosamente no están funcionando, por lo cual otorgar una suma fija sería una salida al menos momentánea para hacer frente a la crisis que vivimos con estas pautas inflacionarias" consideró. 

"Ahora, a los que estamos transitando dentro de las convenciones colectivas de trabajo nos va a embarrar un poco la negociación" temió el titular del sindicato de los mineros. 

Laplace ofreció como ejemplo las negociaciones de AOMA con el sector empresario: "Teníamos el caso del cemento, que manejábamos una pauta salarial alrededor del 48% anual, que hoy indudablemente sería el 50% de lo que se estima para todo el año". 

"El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que administra el Banco Central está hablando del 90,4 a fines de julio" remarcó el dirigente gremial.  

En tal sentido, Laplace reveló que "ya, hace 10 días, nosotros estamos en negociaciones. En el caso específico de Olavarría tenemos la paritaria de 'Cal y Piedra' que vencerá el 30 de septiembre, pero estamos pautando reuniones para los primeros días del mes que viene porque con lo que habíamos acordado por 6 meses no llegamos a cubrir la inflación que hemos tenido en ese lapso". 

"Nuestras paritarias están funcionando, por eso nos deja en tinieblas la posibilidad de un bono o una suma fija. Lo vemos como un parche que no termina de resolver la cuestión anual. Por ahora son todos trascendidos, pero puede ser un palo en la rueda para aquellos que estamos en la discusión" imaginó. 

"No sería bueno para aquellas paritarias que funcionan" enfatizó, y también se dirigió a los sectores empresariales que ha acordado paritarias que han dejado a los sueldos de sus trabajadores por debajo de la línea de pobreza. 

"Uno que se mueve acá entre distintas áreas, particularmente aquellas que tienen que ver con el sector industrial, y es justo reconocer que hay actividades que gracias a Dios se están moviendo muy bien" expuso Héctor Laplace.

"Un caso específico somos nosotros. Se hace una pauta salarial por un determinado tiempo pero, si los índices inflacionarios van por encima de lo pautado, automáticamente va a golpear la puerta para empezar a discutir otra vez" esgrimió.  

"Ahora, si hay un sector empleador que le dice al bono 'no, porque…', no me llama la atención porque cuando hablamos de los empleadores a ellos nunca les alcanza" ironizó. 

"Todo esto que se habla nos plantea un interrogante, porque hasta tanto no haya una definición uno va a estar con la incertidumbre de seguir adelante con las negociaciones o no" reflexionó el secretario general de AOMA central. 

"Nosotros vamos por los índices inflacionario como mínimo, y un empleador va a querer pagar paritaria o pagar bono, las dos cosas no creo" pronosticó. 

Un razonamiento parecido expuso Sebastián Olivetto, dirigente del gremio ferroviario La Fraternidad: "El tema de una recomposición salarial de parte del gobierno es buena, siempre que no influya en la negociación paritaria". 

"Nosotros somos fervientes defensores de las paritarias libres y sin techo. Ahora, si el gobierno quiere que el salario no quede tan atrasado con respecto a la inflación todo esto que está pasando es bienvenido, pero no pagando como costo una influencia en las futuras paritarias" alertó. 

La Fraternidad tiene prevista una revisión de su paritaria en octubre. "Se arregló un 54% y seguimos firmes en nuestra postura de paritarias libres, sin techo, y que la discusión sea mano a mano con el empresariado. Que no influya el gobierno en nada" consignó Olivetto. 

"Nosotros no sólo queremos recuperar lo que se está perdiendo por el impacto inflacionario, sino empezar a recuperar lo que hemos cedido en el poder adquisitivo desde 2015 en adelante y que se robustezcan nuestros ingresos" manifestó. 

Ni siquiera en el caso de La Fraternidad, cuyos negociadores tuvieron más éxito que en otros sectores de la actividad económica, los aumentos lograron amortiguar el impacto que los números oficiales no suelen reflejar al pasar por la caja del supermercado o el almacén de barrio, o con otras necesidades básicas.  

Olivetto alertó que "todos sabemos que el INDEC dice una inflación, pero los incrementos que más duelen son en la canasta básica, en la ropa, en los medicamentos, en los útiles de la escuela, en la cuota de la obra social".  

"Bienvenido sea si el gobierno determina la entrega de un bono o una suma fija, pero que no interfiera en la paritaria, y que sea en blanco para que tampoco afecte a las jubilaciones" sumó el dirigente de La Fraternidad.