"Sería justo introducir un impuesto extra para los locales de comida callejera, es decir aquellos que no ofrecen a los clientes espacio y mesas sino que los obligan a comer por la calle", planteó Schmidt al proponer el que ya se conoce como "tassa sul panino" en todo el país.

"La gente que come en la calle causa costos a la comunidad porque las calles deben limpiarse del aceite de los sándwiches, una operación costosa. Nosotros lo vemos en los Uffizi al menos dos veces al día", agregó Schmidt a la revista Qn sobre la situación en los alrededores del Museo que dirige.