Una lucha que, como a todo trabajador que actualmente no está recibiendo un pago digno por lo que hace cada día de su vida, las 24 horas (es que el periodista no tiene horario, ya que vive pendiente de buscar una noticia en cualquier momento y donde sea), hace que según el momento nos hace tener sentimientos encontrados: por un lado, la ilusión, las ganas, el compromiso y la responsabilidad de hacer la mejor nota, la mejor entrevista o la mejor investigación; por el otro, la bronca, el enojo, la impotencia, de no ser reconocidos como corresponde y de tener magros ingresos salariales.

Aun así, hay una corriente de jóvenes periodistas que van detrás de ese sueño de escribir, de dar a conocer su pensamiento a través de un micrófono o de una cámara de televisión. Porque, más allá de que lo aconsejable sea ir por otros caminos, siempre surgen jóvenes con ideales firmes, que persiguen sueños y que nacen desde las entrañas para convertirse en los mejores comunicadores sociales. Y bienvenidos sean.

Jóvenes que se entremezclan con los más veteranos de esta hermosa profesión, y entre ambas corrientes les dan forma a los programas de radio y televisión, y a las páginas de un diario, donde vuelcan un sinfín de noticias decoradas con la pasión que se ejerce permanentemente. Una pasión que generalmente choca contra la frialdad de quienes tienen a su cargo la conducción de donde el periodista trabaja, y que precisamente desconocen por completo los secretos de esa pasión que se trae en la sangre.

Hoy, pandemia mediante -y por dos años consecutivos, ya que en 2020 y en este 2021, nos toca celebrar nuestro día con el coronavirus atacando a todos los sectores de la sociedad-, celebramos nuestro día. A nuestra manera, estando en la calle, buscando una nota, exponiéndonos cada día, con el riesgo de contraer el Covid en cada esquina, pero igualmente yendo detrás de una noticia, porque es ese amor por esta bendita profesión el que nos empuja permanentemente. Más allá de que los golpes (al bosillo, fundamentalmente) nos duelan cada día más.

A todos los periodistas que ya no están con nosotros y que marcaron un camino, los que hicieron escuela, que son muchos por cierto, los homenajeamos con un recuerdo y con gratitud. Y a quienes hoy, aun en distintos medios, estamos codo a codo ejerciendo la profesión, les enviamos un gran saludo. ¡¡¡Feliz Día Periodistas!!!