La cuarentena eterna e irracional decretada por el Gobierno, el sector fue el más devastado por la mala política sanitaria oficial dejando mucho personal en la calle y un número no calculado todavía de cierres de restoranes, confiterías, y algunos hoteles. El resultado fue la pérdida de muchos puestos de trabajo que se quedaron sin ingresos y viendo la manera de poder sobrevivir cada uno por su cuenta.

Hoy por hoy, y dentro de una insinuación de normalización, el secretario general del sindicato gastronómico, Mario Rodríguez, admitió que si bien todavía no tiene números ciertos, estimó que "se ha recuperado entre un 20 y un 30 por ciento de los puestos de trabajo, pero muchos de ellos no están registrados". Por lo tanto adelantó que poco a poco vamos a ir saliendo para que se normalicen estas situaciones. Todavía es muy prematuro hacerlo pero en algún momento lo vamos a tener que hacer porque debemos recuperar el financiamiento de la obra social, entre otras cosas".

Situación complicada

"Si esto sigue así podremos ir recuperando algo de lo que perdimos", dijo Mario Rodríguez, "pero debe ir mejorando porque he visto que en Europa han habido rebrotes y eso nos volvería todo para atrás. Entonces, si no pasa nada raro en el camino podremos llegar al verano mucho mejor pero siempre con los cuidados necesarios"-

Dijo que no tenía todavía datos ciertos de la recuperación, "creo que hoy podemos decir que hemos recuperado entre un 20 y un 30 por ciento de los puestos de trabajo que se habían perdido en la pandemia".

Sostuvo que "hay lugares que han tomado gente nueva pero sin registrarla, por eso en cualquier momento vamos a comenzar a salir para que esto se normalice".

Hoy por hoy, los horarios nocturnos se han flexibilizado mucho. Los pubs, restoranes y confiterías abren hasta las 5 de la mañana pero se expenden bebidas alcohólicas solo hasta las 4. "Es o debería ser lo normal", dijo el gremialista, quien ve la necesidad de comenzar a generarse otro hábito en el tema horarios. Sería como volver a lo que teníamos antes en cambio hasta antes de la pandemia los boliches bailables abrían hasta las 7 y después veías a los chicos emborrachados por las calles y produciendo desmanes".

Con el tema de la obra social es todo un drama puesto que las pérdidas sistemáticas de puestos de trabajo durante todo el año pasado la puso contra la pared y sin poder brindar una atención completa a los afiliados.

"Se siguen atendiendo en la Clínica María Auxiliadora y en el Hospital Municipal, y ahora estamos viendo para hacer acuerdos con laboratorios y odontólogos que no quieren hacer acuerdos con las obras sociales y además cobran el protocolo covid que lo debe pagar la gente de modo particular. Pero la gente va de última a verse con un profesional".

Por eso el gremio está dispuesto a salir a la calle para controlar el trabajo en negro. "No podemos presionar todavía pero en algún momento vamos a tener que salir a controlar. Hablaremos con los empresarios y veremos como normalizar la actividad y las condiciones de trabajo, pero si no financiamos la obra social vamos a tener problemas porque la gente se sigue enfermando y necesita que el gremio le de alguna cobertura. Pero hoy por hoy estamos muy complicados y funcionando como podemos".

El resultado es que "los trabajadores acuden al médico por lo básico y con los dentistas esperan hasta cuando pueden hacerlo porque esta profesión ha ido cortando todos los servicios a las obras sociales". En cuanto a los ingresos, hoy un trabajador gastronómico cobra "un promedio de 35 mil pesos mensuales luego del acuerdo salarial de marzo po el 34 por ciento pero es hasta noviembre y allí nos vamos a tener que volver a sentar. La gente fue cobrando un 25 por ciento de acuerdo al artículo 223 de la ley de contrato de trabajo y después se las fue arreglando haciendo comida en su casa para vender de manera particular. Por lo menos los que se daban maña para hacerlo. El resto se las arreglaba como podía", cerró.