Sergio Massa: "no quiero que el gobierno fracase, pero sí que corrija el rumbo"
Los temas de agenda y la "trampa" de la polarización. Dijo que Cristina "ya perdió" y que el gobierno "no tiene en cuenta que el motor de la Argentina es la clase media y trabajadora". La foto del regreso de José Eseverri al plano público. Sobre él y Liliana Schwindt, el diputado indicó que "no miran lo que les dicta su referente nacional a la hora de pelear por Olavarría".
@alexisdechillar
El actual diputado Sergio Massa y Olavarría tienen una relación especial. Quizás por transformarse en el "faro" que guió la gestión del ahora ex intendente José Eseverri entre 2013 y 2015, por llevar a una olavarriense al Congreso, Liliana Schwindt, o simplemente por su simpatía. La jornada fue intensa, pero tuvo de todo, incluso unos minutos para dialogar con EL POPULAR a solas.
Tras visitar una industria harinera por la mañana, y luego de una conferencia de prensa, la recorrida continuó en una más que interesante charla en una casa del barrio Luz y Fuerza, donde la calidad educativa fue el tema protagonista, y en el predio de Ferrosur ubicado en avenida Colón mientras se desarrollaba un partido de veteranos con entrega de material deportivo, Massa fue el centro de la escena durante la jornada de ayer.
Acompañado en todo momento de Liliana Schwindt y el regreso a la política activa de José Eseverri, también fueron acompañados por las cabezas de lista de las dos opciones massistas en Olavarría: por el lado de la diputada, Eduardo Correa y por el lado del ex intendente, Eduardo Rodríguez. En medio de todas estas actividades, se tocaron varios temas.
-¿Cree que entre las PASO y lo que viene la agenda de campaña se mantiene? ¿Hay temas nuevos?
-En agosto se discutían el pasado versus el presente. Y en octubre va a haber una decisión de la gente de poner presente y futuro. Sobre todo pensando que el pasado quedó atrás. Agosto sirvió para que quede claro que Cristina ya perdió, que no hay ninguna posibilidad de que vuelva, y a partir de ahora la gente sin miedo va a votar en función de las propuestas de cada espacio.
-Más allá de que Cristina haya ganado, e interpretando sus dichos ¿cree que ese resultado no servirá?
-Creo que no. Aquellos que quieren que el gobierno corrija el rumbo van a apostar por un equipo con Lavagna, Pignanelli, Daniel Arroyo. Un equipo que pueda corregir el rumbo con ideas al gobierno. Que aquellos que quieren que haya control y oposición no quieren destrucción. De alguna manera, así como en agosto le plantearon al gobierno que no querían seguir con el tarifazo. También le van a plantear que lo mejor que nos puede pasar como país es que las tarifas no aumenten más que los sueldos. Y que esa iniciativa tendrá mucho peso a la hora de votar. Los jubilados van a ir a votar sabiendo qué expresa cada uno. Nosotros planteamos el 82% móvil hace cinco años, hoy Anses tiene 60 mil millones de dólares, la plata para ponerlo en marcha. Planteamos el tema de la distribución de la plata que gana la Anses. El año pasado ganó 211 mil millones de pesos. Cada jubilado de Olavarría hubiese cobrado 30 mil pesos más en el año. La plata de los jubilados se tiene que utilizar para pagarle a los jubilados. Eso también va a pesar. La defensa del trabajo, el cambio en el sistema impositivo. Queremos que paguen quienes de verdad tienen que pagar. Bancos internacionales, empresas mineras, y de juego. No que pague la gente. Se puede sacar el impuesto a las ganancias, a las pymes.
-Esta pregunta se la he realizado varias veces: ¿cree que hubo inexperiencia o intencionalidad en las medidas que tomó el gobierno?
-Siento que el gobierno no tiene en cuenta que el motor de la Argentina es la clase media y trabajadora. Y que entonces toma decisiones mirando fondos internacionales, a las empresas eléctricas. La luz o el gas son el mejor ejemplo: no podés permitir que estos servicios suban más que lo que suben los salarios. Porque la gente pierde esa plata cuando va al supermercado. Los impuestos son otro ejemplo: vos no podés eximir a Morgan Stanley mientras al comercio de Olavarría le cobra 60% de carga tributaria. Y creo que en ese sentido hay una mirada que le pone un límite al gobierno. Ellos tienen que aprender a defender lo nuestro. La verdad es que prefiero que el Molino Harinero de Olavarría genere más empleo y producción que uno de Brasil.
-¿Cree que hay un contexto de crisis?
-No. La Argentina tiene un contexto en el que se necesita mejorar la calidad de vida de la gente. Que le alcance la plata. Que las pymes se pongan en marcha, porque son el 72% del empleo en la Argentina. Que lleguen a fin de mes. De ahí a llevarlo a situación de crisis me parece que no es real. Solamente aquellos que quieren el fracaso del gobierno plantean todo como grave. No quiero que el gobierno fracase, pero sí que corrija el rumbo. Y esa es la diferencia más importante que existe en la oposición. Mientras Cristina llama a derrotar al gobierno, nosotros vamos a corregir el rumbo.
-¿Cómo cree que se configurará el escenario económico respecto de la deuda? Se ha generado deuda externa y en algún momento habrá que pagarla.
-El problema más grave es tomar deuda para pagar gasto corriente. Es como que saques una hipoteca de tu casa para pagar la tarjeta de crédito porque vas a cenar todas las noches afuera y te vas de joda los fines de semana. Creo que una cosa es sacar una hipoteca de tu casa porque vas a poner un negocio, y generar ingresos. O porque nacieron tus hijos. Pero otra cosa es sacar una hipoteca para pagar la tarjeta de crédito. El gobierno debe mirar que la deuda tiene que servir para construir centrales hidroeléctricas, autopistas, rutas, pavimento, gas, agua, y no para pagar gastos corrientes.
-En materia de configuración electoral, ¿cómo vio el rol de los intendentes? En este tipo de elecciones suelen ser protagonistas y, al menos en las PASO, pasaron más desapercibidos, tuvieron un rol más secundario.
-(Piensa un momento) Creo que los intendentes en esta elección por ahí privilegiaron más cuidar sus concejos deliberantes que plantear en qué país quieren vivir. Y eso de alguna manera los puso en una situación de retroceso: muchos de los intendentes que están con Cristina me llaman para preguntarme qué vamos a hacer el 23 de octubre. Porque sienten que Cristina ya perdió. La verdad es que creo que el desafío es que construyamos una alternativa moderna, republicana, de corazón peronista, plural, con radicales, con progresistas, mirando el siglo XXI más que el XX.
-¿Cuál cree que será el rol de María Eugenia Vidal? Teniendo en cuenta el protagonismo de estos intendentes y que este año no se tomaría deuda, viéndose afectados los fondos para obras públicas.
-Mi mayor preocupación es que el fondo hídrico se subejecutó, no se ejecutó en un 60% el año pasado, estamos en un 50% este año sin ejecutar. Mientras tenemos agua en 50 municipios de la Provincia y a los productores este año y el que viene les va a pesar. Si pudiera darle un consejo al gobierno provincial sería que descentralice ya la plata del Fondo Hídrico en los Municipios para garantizar la recuperación de los caminos rurales.
-¿Hay tiempo para vencer la polarización de la política? Falta un mes para las elecciones.
-Si, porque además no planteamos pararnos por encima de la Argentina dividida solamente de cara a esta elección. Lo hacemos ahora y para el futuro. Y creemos que lo que se necesita son dirigentes que dejen la revancha, el odio, la venganza, y la convocatoria desde el miedo en su casa. Y que convoquen para construir la Argentina del trabajo, segura, de la educación pública de calidad.
-En el caso Santiago Maldonado, ¿cree que es correcta la carátula de la causa como desaparición forzada?
-Está caratulada así. Ya lo hizo la Justicia y tenemos que ser respetuoso de ello. Yo creo que el caso Maldonado no hay que politizarlo. Debe ser algo de Estado. Y creo que lo primero que tendría que haber hecho la ministra es haber ido a abrazar la familia, que espera una respuesta. Creo que la ministra nos mintió. Protegió a la gendarmería en vez de proteger a la familia. Y un mes después nos enteramos por audios, videos, fotos, que gendarmería participó, se enfrentó con los manifestantes, e incluso se habló de un cuerpo flotando en el río... y lo más grave que todas estas cosas no habilitan a romper la Plaza de Mayo o el Cabildo. No hay que politizar la desaparición de una persona porque en la Argentina la palabra desaparecido dejó una huella indeleble que nos va a marcar por siglos. Y tenemos que ser respetuosos.
-Con esto de "no politizar", igual, hay que decir que la situación es 100% política...
-Creo que superó la política partidaria. Hoy es política de Estado. Argentina logró una marca en el mundo, desde el Juicio a las Juntas de Alfonsín en adelante, de reconocimiento y respeto por su lucha por los derechos humanos. Esa marca indeleble que construyó la Argentina, indeleble, no podemos permitir que se borre de ninguna manera.
-¿Cree que hay un Estado que reprime protestas sociales en el país?
-En todo caso lo que el gobierno por ahí intenta es sobreactuar para mostrar firmeza. Pero la firmeza más importante que se puede mostrar es en la lucha contra el delito. En la lucha contra las mafias y las instituciones de seguridad. Y lo de Gendarmería, el encubrimiento, desnuda, y le corre el eje a un gobierno que planteó que luchaba contra las mafias policiales y de fuerza de seguridad, y que terminó con la ministra Bullrich protegiendo a gendarmería.
-¿Tiene que renunciar Patricia Bullrich?
-Si el chico no aparece, o aparece sin vida si, tendrá que renunciar.
-¿Por qué Liliana Schwindt y por qué José Eseverri?
-Porque quieren Olavarría, porque pelean por Olavarría. Sienten que como ciudad mediterránea pueden ser a la Provincia de Buenos Aires lo que es Córdoba para Argentina. Un lugar pujante, productivo, que combina actividad industrial con actividad educativa, con universidad, con desarrollo en infraestructura, porque pelean por la igualdad de tratamiento del derecho de los olavarrienses respecto al resto, y porque pelean, no miran lo que les dicta su referente nacional a la hora de pelear por Olavarría. Ellos vienen y pelean por su ciudad frente a nosotros y el resto de la dirigencia política. No esperan que les den órdenes.