Transcurridos un poco más de tres años en que se inauguró la cabina para pintar automóviles en el establecimiento carcelario, el oficio de restauración de vehículos sigue funcionando con capacitaciones permanentes y una fuerte apuesta para socializar a los detenidos a través del trabajo pensando en el momento de la libertad.

Si bien los cinco internos que trabajan en el Taller de Chapa y Pintura que funciona en la Unidad 38 ya conocían el oficio estando en libertad, las capacitaciones en la utilización y el empleo de nuevos productos para restaurar y reparar automóviles es constante.

"Yo ya conocía el oficio porque en mi familia tenemos un taller, -dice Matías mientras lija la caja de una camioneta Chevrolet- después de una entrevista realizada por los jefes pude conseguir este trabajo y lo aprovecho porque sigo perfeccionándome para cuando salga en libertad".

Las actividades son supervisadas por el Subjefe de la Sección talleres, Alcaide Mayor Germán Casas quien explicó que "las restauraciones para la comunidad se hacen como todos los trabajos que ofrecemos desde esta sección: primero se pasa un presupuesto al interesado, que luego es aprobado por la Dirección General de Trabajo Penitenciario mediante un expediente y una vez realizados los trámites correspondientes, ingresa el vehículo en el establecimiento para ser reparado".