La causa contra el profesor de teatro acusado de abuso en el Jardín de Infantes 901 tuvo un nuevo capítulo ayer. Tras la detención de Juan Martín Rosso el lunes mientras dictaba clases en Olavarría, ayer fue trasladado a Tandil para prestar declaración indagatoria ante el doctor José Ignacio Calonje, titular de la  Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Especializada en Violencia Institucional de Azul.

Al enterarse de la novedad a través de un grupo de WhatsApp en el que se compartió la nota publicada por www.eleco.com.ar, Andrés y Eliana, los padres del pequeño involucrado, se acercaron hasta la sede del Ministerio Público Fiscal junto a un grupo de allegados.

En conversación con el medio tandilense refirieron que la detención los tomó por sorpresa y que fue "muy shockeante". Inmediatamente consultaron a las fuentes pertinentes y confirmaron el procedimiento.

En horas del mediodía, cuando el joven imputado era trasladado por los uniformados hacia la oficina del fiscal, con la cabeza tapada, se sucedieron una serie de gritos e insultos que tensionaron el ambiente en la dependencia judicial. La madre del pequeño que aparece como damnificado gritó a viva voz: "Yo defiendo mi hijo, ¿quién te defiende a vos, Rosso? Estás solo".

"Queremos la prisión preventiva" 

Los progenitores de la presunta víctima se mostraron indignados porque Rosso seguía dando clases y celebraron la decisión judicial. No obstante, no dudan de que el abuso se cometió y está probado, independientemente de los pasos legales que resten.

"Queremos que la Justicia actúe y sea rápida. Nos convertimos en co-fiscales, pedimos la detención urgente y la habían denegado. Queremos decirle a los docentes que lo defendieron que las pruebas son contundentes como fueron siempre. Las pruebas están, los menores hablaron; hay que apoyar a los niños", expuso Eliana.

"Quiero que se le dicte la prisión preventiva, que quede preso, el abuso se cometió y está comprobado", destacó.

La mujer, que presenció la Cámara Gesell, afirmó que los pequeños relataron los hechos, identificaron al implicado en imágenes y distinguieron el baño que fue escenario del suceso. Los padres detallaron que tanto el niño víctima como su hermana melliza fueron retirados de la institución y que continúan sus clases en un establecimiento privado.

En aras de visibilizar el caso y de hacer público su pedido de que el acusado se mantenga alejado de la práctica docente y los espacios educativos, convocaron a una movilización para hoy a las 9. La concentración será en la puerta del Jardín 901, sito en Maipú 341, y el recorrido pasará por el Rectorado de la Unicen y los gremios docentes, hasta desembocar en la Fiscalía, situada en Uriburu Sur y Alem.

La defensa de Rosso

En la vereda opuesta, los padres del acusado, Natalia Gargiulo y Martín Rosso, defendieron a su hijo Juan y proclamaron su inocencia. Luego de permanecer en silencio durante los cuatro meses que duró la instrucción,  el docente universitario indicó que contemplaban la posibilidad de una detención porque el defensor oficial asignado, el letrado Leonel Calles, se los había advertido debido al desarrollo de la investigación.

Con respecto a la concatenación de los últimos eventos, Rosso señaló que en primera instancia fueron a buscar a su hijo al domicilio y que al no encontrarlo, lo llamaron por teléfono y  entonces el joven proporcionó su ubicación exacta. Tras activarse los mecanismos, la DDI de Olavarría procedió a su aprehensión y posterior traslado.

"No se tomaron en cuenta las hipótesis que salieron claras en la Cámara Gesell, el fiscal sólo ponía el foco en el caso de Juan como única posibilidad", subrayó.

En torno a los testimonios de los pequeños, de acuerdo a su versión, la presunta víctima ofreció una declaración idéntica a la de sus padres. La hermana, después de las vacaciones invernales, cambió los dichos y refirió que el profesor  no les había tocado la cola sino que les había dado un "chirlo".  "Hay una diferencia entre un abuso y dar un chirlo", aseveró.

Caza de brujas 

El acusado no participó de las dos primeras Cámaras por tratarse de los hermanitos miembro de la familia denunciante, pero sí asistió a las  dos restantes, efectuadas a otros compañeros involucrados en el episodio.

"La nena testigo lo único que dijo fue que le mintió a su mamá, no le pudieron sacar nada. El cuarto niño expresó que estuvieron en el baño, que les dio un chirlo tres veces, hizo el gesto de la palmada y que le había propinado un golpe con el taco del pie.  Le mostraron una foto de Juan y el nene dijo que no era él, que fue otra persona. Yo no voy a decirlo porque no quiero que esta caza de brujas pase a otro, pero hay datos para llamar a la persona e investigarla", relató.

Rosso padre consideró que los jueces y fiscales no se quieren responsabilizar -en casos tan delicados y caros a la opinión pública- de que no hay pruebas suficientes para poner preso a alguien. Por lo tanto,  lo que hacen, es "descartarse la causas".

También objetó que su hijo no haya sido citado a indagatoria con anterioridad y que el personal del Jardín no fue tenido en cuenta para atestiguar. De acuerdo a lo sindicado en la entrevista, la maestra a cargo de sala y dos trabajadoras auxiliares estuvieron con el docente durante toda la clase que dictó en el SUM del establecimiento, y son testigos de que nunca se dirigió al baño con los alumnos como se indica en el expediente. "Sabemos que nuestro hijo es inocente", remarcó.

El respaldo familiar 

Por su parte, Natalia Gargiulo sostuvo que "lo único que toman en cuenta son los testimonios de los padres y hablan de que hay que escuchar a los niños". Asimismo, criticó el abordaje que la fiscalía hizo de las evidencias recolectadas en las Cámaras Gesell y la parcialidad, a su criterio, de la interpretación de los hechos allí narrados.

"Un abuso es una aberración, pero es una aberración que se ponga preso a un inocente y que ese niño siga siendo vulnerado en su derecho, porque no se sabe si sigue siendo víctima de maltrato", manifestó.

La mujer, quien también se desempeña como docente, ratificó que  "indudablemente" no hubo abuso según las pericias médicas y se refugió en el respaldo familiar para afrontar este duro trance.

"Estoy tratando de estar firme y con dignidad porque sé el hijo que criamos. Es un hijo íntegro. No le van a arruinar la vida porque tiene una familia detrás y llevó todo con tranquilidad. Hoy los padres reclamamos que la justicia investigue todas las pruebas y que se llegue a la verdad", concluyó.(Fuente: www.eleco.com.ar)