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Los vecinos del barrio ubicado a la altura de los "Palos de Colores", sobre la autopista Luciano Fortabat, manifestaron su intranquilidad y han elevado sus quejas a las autoridades por los recientes hechos delictivos registrados en la zona.

Paradójicamente este miércoles cuando el intendente Galli, acompañado por la plana mayor del municipio, dialogaba con propietarios de los inmuebles se produjo un robo, que pudo ser rápidamente aclarado.

Fueron cinco los delitos denunciados en el último mes y, en el caso de un conocido kinesiólogo de la Ciudad, atravesó dos veces por esta desagradable experiencia.

El martes una vecina vio forzada la puerta en una quinta, ingresó y constató que no se llevaron nada porque el propietario -harto de los atracos- había vaciado el inmueble.

El miércoles una constructora llegó al lugar, ingresó a otra quinta para supervisar la obra, y al salir se percató de que se habían llevado la llave del auto.

En la reunión con Galli participaron vecinos del sector geográfico que se extiende desde el arroyo San Jacinto hasta la Escuela Agricultura y desde la avenida Pueyrredón hasta la calle San Martín.

La lejanía de Olavarría (10 Km) y de la Villa Alfredo Fortabat (5 Km) es considerada demasiada como para sentirse protegidos por las dependencias policiales más cercanas.

"Olavarría se ha extendido mucho en los últimos tiempos, también para este lado, como para que sigamos con dos comisarías como hace 30 ó 40 años" coincidieron como razón de fondo los dos vecinos consultados para expresarse por estos episodios preocupantes, que no son para nada novedosos en el sector.

"Es una historia larguísima. Han pasado gobiernos y gobiernos y no nos han aportado soluciones. En los ‘90 tenía un amigo en la zona y debieron contratar seguridad privada; en los 2000 hemos tenido reuniones con Eseverri, pero la cosa no se termina de resolver nunca. Olavarría se ha hecho una ciudad grande y nosotros consideramos que debe haber un puesto policial aquí. En 20 Km no tenemos nada" propuso el vecino.

"Estamos lejos de todo" afirmó este vecino, que pidió reserva de identidad y acotó que "hace varios años que venimos pidiendo un puesto policial. Nosotros dependemos de Loma Negra, la zona se ha hecho muy concurrida, cosa que trae beneficios y dificultades".

La reunión del pasado miércoles tuvo un eco inédito en cuanto a asistencia desde que el vecindario viene realizando este tipo de reclamos.

"Como la Municipalidad cobra una tasa por alumbrado, barrido y limpieza nosotros involucramos a las autoridades, más que ahora están en campaña pre electoral, porque estamos preocupados, pero me encontré con la sorpresa de que había cerca de 50 vecinos, y la convocatoria la habíamos hecho sólo por wasaps" manifestó este vecino.

"Se ve que toda la gente está igual, y salió de su casa o del trabajo para hacerse presente en la reunión; otras veces hemos sido seis o siete, y en esta ocasión no eran familias sino uno de una quinta, otro de otra quinta" acotó.

Ante las inquietudes, ambos vecinos convocados para esta nota manifestaron que el intendente Galli respondió que la cuestión compete a las autoridades provinciales, y son ellas las que deben autorizar un puesto policial en la zona.

"Lo que todo sabemos: la pelota pasa de un lado para el otro y las cosas no se terminan de resolver nunca" se quejó y apuntó que el titular del ejecutivo comunal propuso que se junten firmas para agregar al pedido que va a elevar el Palacio San Martín.

Galli informó a los autoconvocados que todo depende de la decisión del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni.

"Ninguno de nosotros tiene un contacto para llegar a él" dijo este vecino.

En la reunión, "algunos además reclamaron que Coopelectric tarda entre seis y siete meses para reemplazar un foco; trae focos viejos que al no tener fuerza se terminan quemando y eso también contribuye a la inseguridad" cuestionó.

"Hay cuadras enteras en el barrio que están a oscuras, sumado a que los terrenos en algunos sectores son muy grandes. Los tipos se pueden esconder, nos pueden estar esperando, pueden hacer sonar la alarma en una quinta y meterse en otra, y hasta que llegan los policías o las empresas de seguridad les sobra el tiempo. Es difícil el tema si no hay una cobertura policial en la zona" marcó.

Galli ofreció un móvil policial que haga rondas.

"Mucho no los he visto. Luego de nuestras denuncias anteriores había un móvil de Loma Negra que pasaba cada tanto y otro de Olavarría. El tema es que cuando esto se enfrie vuelven a desaparecer los móviles, volvemos al punto de partida y a la historia de los robos" pronosticó.

Viviana Durante, la otra vecina consultada, tuvo ayer un raid mediático para exteriorizar toda su bronca por la actualidad que atraviesa el barrio.

"Como hay mechaditas casas ocupadas y casas de fin de semana, los delincuentes no ingresan en los lugares que están habitados. Van allí donde ven que no hay movimiento, por eso hasta ahora no hemos tenido que lamentar hechos de violencia, pero no sabemos hasta cuándo" advirtió.

Viviana y su familia se instalaron en el sitio hace 27 años.

"Nosotros llegamos tarde de trabajar y a mí me da miedo con estas cosas que están pasando. Mi esposo es médico, cerramos el consultorio tarde, por ahí tiene que pasar por la clínica para ver sus pacientes, y llegamos acá diez y media de la noche" indicó.

"La policía pasa, pero para cuando los ladrones vieron las luces fuiste. Y pasan muy poquitas veces por día" enfatizó.

Sospecha acerca de los autores no hay, aunque por el último caso fueron detenidos e identificados.

También recordó que hace un tiempo ocupó unas de las quintas un ex convicto de Sierra Chica, con antecedentes de homicidio, al que lograron expulsar entre todos los vecinos.

"La persona de seguridad del Municipio nos pasó el teléfono de ‘Ojos en Alerta’, cosa que todos estemos conectados con la Municipalidad, pero nosotros pedimos un container en la autopista para que haya permanente un efectivo de la policía de la Provincia, porque estamos lejos de todos lados, y cuando llegan algo robaron o algo rompieron" expuso.

Así como muchos olavarrienses eligen como proyecto de vida afincarse en las zonas suburbanas, en contacto con la naturaleza, sin el ruido de los barrios céntricos, otros se han cansado de la situación en la zona de los "Palos de Colores".

Viviana recordó que "un vecino se llevó sus cosas y puso la quinta en venta".

"Así seamos 50 vecinos, para la zona es una cantidad enorme. Estamos muy dispersos, no todos viven; la mayoría viene los fines de semana, son los más viejos. Los más jóvenes son los que eligen estos lugares, porque acá se crían distintos nuestros hijos" valoró.

En la zona reveló que, si no es por teléfono fijo, la comunicación es complicada; que tanto el servicio de telefonía celular como el de Internet "son caros y no tan buenos a 10Km del centro de Olavarría".

"Del otro lado de la autopista, en un grupo de cabañas también han querido entrar a robar. El problema es grave, nos concierne a todos y el único que ayuda es el vecino" destacó.