Felipe Defeo, encargado del cine París, en diálogo con El Popular, explicó que durante el tiempo que el cine permaneció cerrado se sostuvo haciendo delivery de pochoclos. Indicó que los empleados trabajan cuatro horas por semana, y con la venta de estos combos por delivery "alcanzaba nada más para ir cubriendo los sueldos de los empleados, gastos fijos como el alquiler y la luz, imposible pagarlos"

"Estuvimos abiertos durante un mes y medio, en ese tiempo nos pusimos al día con los aguinaldos de los empleados que habían quedado pendientes, fuimos a Coopelectric a arreglar un plan de pago para la deuda, negociamos la deuda del alquiler, nos pusimos al día con muchos proveedores, la verdad que cerrar nuevamente fue un baldazo de agua fría, ya que no vamos a poder seguir pagando las deudas del año pasado y encima se acumulan las de este año", se lamentó el empleado.

"Al momento de abrir teníamos la incertidumbre de no saber qué podía llegar a pasar, sabíamos de varios cines de la empresa que habían podido arrancar en diciembre, enero y algunos en febrero pero bueno cada ciudad es distinta", mencionó.

El encargado expresó que "el Municipio es un tema que nos preocupa" ya que desde diciembre del año pasado solicitan una reunión con el Intendente. Indicó que los recibieron varios funcionarios, pero "la respuesta siempre fue la misma, dejame tus datos que te avisamos, incluso nos tenían horas y horas esperando sin darnos respuestas".

Señaló que el pasado 11 de mayo se presentaron nuevamente para pedir una reunión. "Estuvimos desde las 10 de la mañana hasta las 12:50 que nos dieron una respuesta" y agregó que acordaron una reunión para el martes 18. "Pero a la vez me dijeron que la agenda del Intendente variaba mucho así que si por ahí tenía alguna otra cosa que hacer me iban a avisar para pasar la reunión para otro día", agregó.

Con respecto a la modalidad con la que se estuvo trabajando en el cine, indicó que "al principio las salas estaban reducidas en un 50% después unas semanas antes de volver a cerrar estaban reducidas en un 30%". Y explicó que el protocolo permite como máximo grupos de 6 personas, por lo que "si son más, tienen que ingresar al cine divididos y lo mismo al momento de sentarse, en las butacas también se van a tener que dividir", expresó.

"Anulamos las butacas que no se podían usar, marcándolas con un cartel, también anulamos dos butacas en cada costado para que ese grupo familiar o amigos, no tengan a nadie desconocido cerca de ellos y tampoco adelante ni atrás", señaló Felipe y mencionó que a pesar de esas restricciones las funciones se llevaron a cabo con normalidad.

Dentro del protocolo nacional que se estableció el pasado mes de marzo y permitió volver a abrir los cines en el país, estaba el uso obligatorio de tapabocas, la desinfección de salas entre función y función, y el horario escalonado para que no haya amontonamiento de gente en el hall de espera.

Julio Terán quien forma parte de la firma propietaria del Cine París, dialogó en febrero con este diario y expresó que "nosotros trabajamos con licenciados en seguridad e higiene, especialistas en el tema, y si bien es muy parecido al que salió en estas horas, diría que el nuestro es mejor que el que aprobó el Gobierno". También indicó que la gente del Cine París tomaba la temperatura de los espectadores y que había dispensers con alcohol en gel distribuidos en todo el ámbito.

Sin embargo, a pesar de los cuidados, el cine permanece cerrado. "Estamos esperando que llegue el martes y ojalá nos reciban", comentó el encargado quien informó que volvieron a trabajar con la modalidad de delivery de combos que incluyen pochoclos, gaseosas y snacks que pueden consultar en las redes sociales del cine. Los pedidos se pueden realizar de miércoles a domingo de 16 a 21.