Cacho Fernández

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Los amagues del Gobierno de congelar el precio de la carne chocaron contra la realidad puesto que no pudieron evitar que el valor del kilo subieran "por lo menos un 20 por ciento" tal como coincidieron dos carniceros como José Luis Sollé y José Vigo.

Esta suba que se venía insinuando ya se nota en los mostradores de las carnicerías. Sollé, carnicero y matarife local, dijo que "hubo una suba en los impuestos, también aumentaron los insumos en general, el alimento de la hacienda y hoy el kilo de carne registra un 20 por ciento de aumento".

Adelantó que así va a hacer por ahora "porque no sabemos hasta cuando va a seguir así la situación", dijo, refiriéndose a las condiciones adversas que atraviesa el sector pecuario argentino.

A nivel general se han registrado estas alzas, y ya en el mercado de Liniers el precio promedio de los novillos  rondaba los 270 pesos por kilo mientras que la vaquillona mostraba valores más altos.

La paradoja es que el aumento se manifiesta con un cepo exportador en vigencia dictado por el gobierno para bajar el precio de la carne en el mercado interno de un 20 por ciento. Sin embargo, no solo no bajó sino que aumentó un 20 por ciento como dijo Sollé y "en algunos lugares el aumento es mayor", añadió.

Por su parte, el feedlotero, Luis María Cajén se descargó con todo para contradecir absolutamente el supuesto congelamiento del precio de la carne tal como desde el Gobierno habrían hecho correr antes de las elecciones para poder calmar los ánimos. "Si no podemos empatar el valor de los insumos, terminaremos mandando la hacienda al campo y habrá menos oferta..., y si esto pasa, el valor del kilo a la gente va a aumentar. Por lo tanto yo  no entiendo estas incongruencias de quienes manejan la cosa", dijo.

Incongruencias I

Cajén fue categórico, también los carniceros: "no congelaron nunca. No pueden hacerlo. Esta película ya la hemos visto y no se dan cuenta que el precio de la carne la pone el mercado a través de la oferta y la demanda. El mercado de la carne es transparente. Los insumos son carísimos y si el vacuno no se lo puede engordar en un feed lot, vamos a tener que echar la hacienda al campo y en vez de producir carne, los campos van a ir a la agricultura".

Luego, y con un tono de encendida crítica añadió: "quisieron ponerle un cepo a las exportaciones cuando se están necesitando dólares. Además, si los precios no permiten engordar la hacienda en los feed lot, va a caer la oferta y el precio va a aumentar. Por eso ¿qué es lo que piensan estos iluminados? No se dan cuenta de sus incongruencias".

Las asociaciones carníferas adviertieron hace unos días que el precio de la carne venía estando por debajo de la inflación y todo hacía presumir que habría una recomposición de precios. El proceso comenzó con una suba en Liniers y a esto se le sumó un aumento en la carga impositiva y en los insumos y alimentos.

Por ejemplo, según dijo Sollé, los valores de los alimentos los pone el mercado, relativizando con ello la incidencia que podría tener el cepo a las exportaciones de carne. En ese momento alentaba a aumentar la oferta o la producción pero lejos de producirse esto, por el contrario, dijo que "no hay gordos porque no conviene. El valor de la ternera o novillito llega a 270 pesos mientras a nosotros nos cuesta 300 pesos. En los feed lot el alimento es cada vez más caro y los feedlotero se va quedando sin hacienda".

"Nos aumentaron lso impuestos y eso produjo una suba antes de la actual. El kilo ya había subido un 25 por ciento en el mercado de Liniers. Con los impuestos y la suba de los insumos, por ejemplo  una correa que costaba 100, hoy vale 1200 pesos. Subió el precio del maiz y todo se fue para arriba, por eso debimos aumentar el valor en mostrador".

Incongruencias II

A esto habría que añadirle que el gobierno nos da 68 pesos y no 200 por cada dólar de exportación, y el cepo no ha servido de nada porque lo que se exporta es carne que aquí no se consume".

Preguntado por el precio que le llega a la gente, Sollé confirmó el aumento de entre un 15 por ciento y un 20  por ciento, pero no sabemos hasta cuándo podremos aguantar", lo que implica que el precio de la carne podría seguir aumentando.

Por ejemplo, José Vigo, dio algunos precios como el del kilo de milanesa que "hoy está en 1.060 pesos, el vacío 980 pesos, la carne picada, 700 pesos el kilo y esto pasa porque la semana pasada el kilo vivo se había ido de 220 a 276 pesos". En un comercio céntrico, el kilo de asado ya se vende a 1.400 pesos.

La gente se queja, admitieron, pero como el mercado local ha perdido referencia clara con los precios de las cosas en general, paga y luego se va a ir acostumbrando a los nuevos valores.

Sollé sostuvo que el aumento al público "todavía es bajo al lado de lo que nos han aumentado los alimentos, los insumos y los impuestos", de lo cual se podría desprender que pese a que se dictó un cepo para bajar la carne, el Gobierno continúa subiendo la carga impositiva que se transfiere al público. Por lo tanto, todo esto es una contradicción inexplicable, admitió el carnicero.

Sollé también dijo que "no hay gordos, no hay hacienda en los feed lot porque no conviene encerrar para engordar. Ahora, la gente está acostumbrada  a comer carne de feed lot, pero es muy caro darles de comer. Un ternero cuesta 300 pesos engordarlo y lo vendés a 200 pesos por kilo. De esa manera, el feedlotero se fue quedando sin hacienda y va cayendo la oferta. Yo pedía que había que aumentar la producción pero por el contrario, las condiciones van siendo cada vez más difíciles para cumplir ese objetivo. No  hay políticas claras y eso se nota con todo".