Este jueves, desde el Juzgado de Familia Nº 2 de nuestra ciudad se emitió una orden cautelar que busca proteger los derechos del niño y del adolescente, en vistas que además se ha hecho un manejo irresponsable de la información en algunos medios de nuestra ciudad sobre un intento de suicidio. 

Comunicar implica responsabilidad, desde la emisión hasta la recepción del mensaje. Y en ese fluir de la información, hay un cierto conjunto de pautas que establecen un manual de estilo, de cómo y por qué no se difunden imágenes o detalles de una persona que intenta terminar con su vida, hasta el por qué no se publica la identidad de una persona acusada de un delito si no está detenida. 

En este caso, frente a publicaciones de medios locales que expusieron a un menor de edad en una situación de vulnerabilidad al extremo, y lo hicieron con detalles en sus relatos o incluso videos, el Juez solicitó a requerimiento de su abogada que: «suprimir de su plataforma y/o portal de noticias como así mismo de todas las redes sociales que esa firma posea información, imágenes, expresiones descalificantes y todo tipo de contenido que afecte la integridad personal, imagen, buen nombre, honor y/o privacidad", en este caso de un chico. 

La cautelar sirve para volver a poner en consideración estas pautas de responsabilidad periodística y el por qué desde nuestro lugar de comunicadores/as debemos cuestionarnos a la hora de producir información. 

El debate no se plantea en torno del blanco o negro, publicar o no publicar. Sino en el respeto y la empatía. Y más en este caso donde se trata no sólo de una decisión trágica, sino además de un menor de edad. 

La cautelar alcanza a todos los medios de la ciudad donde determinó «la abstención» por parte de «cualquier medio local de publicación, reproducción y/o divulgación de imágenes, fotos y esencialmente videos en los que participe hubiere participado A».

Se aclara que de incumplirse la cautelar se girarán las actuaciones correspondientes a la UFI N° 5 a cargo de la doctora Viviana María Beytía.

Vale recordar además que existe una Defensoría del Público donde se pueden denunciar este tipo de irresponsabilidades periodísticas que atacan el derecho a ser informado.