Un libro para despertar conciencias infantiles
Daniel Puertas
Silvana Melo y Claudia Rafael afrontaron el desafío desmesurado de vestir un charquito mínimo con los ropajes deslumbrantes de la heroicidad en el primer libro de la colección Antivenenos de la Editorial Chirimbote, emprendimiento independiente que nació como colectivo autogestivo y que trabaja directamente con la infancia.
Así las dos periodistas de EL POPULAR, hoy radicadas en Avellaneda, iniciaron otra etapa en una carrera profesional extensa, caracterizada en ambos casos por un compromiso profesional y ético inusual para estos tiempos que corren.
Claudia Rafael explica que Chirimbote apunta a "generar miradas diferentes, no estigmatizantes y peleándole a la industria cultural dominante. De hecho, los primeros libros tienen que ver con la colección de las Antiprincesas y los Antihéroes".
El 5 de abril se presentó en el Museo del Hambre "Hache Doso y su Pandilla salvan Achú Achú", la obra de ambas periodistas, la que "ya están trabajando muchas maestras en escuelas. Relata la historia de un charquito se sale por la vida a buscar amigos para salvar a un arroyito atacado por los venenos y a un pueblo entero. Y el charquito, que obviamente se llama Hache Doso, va a ir entendiendo que sólo va a poder enfrentar a monstruos como el Veneno Magnus y el Ogro Transgenicor,una semilla mutante, si se junta con amigas y amigos. Así se va armando la pandilla. Que está compuesta por colibríes, golondrinas, cóndores, niñas y niños, maestras rurales, árboles, urutaúes y tatús carreta. Esa es la clave. Que Hache entiende que es una acción colectiva".
De colección
Nadia Fink, una de las creadoras de la editorial, es la autora de los cuentos de antiprincesas y antihéroes. es amiga de ambas periodistas y juntas "fuimos soñando con esta nueva colección. Inicialmente iba a tratarse de un único libro, más extenso, en donde abordáramos un abanico amplio de temas que tienen que ver con el modelo extractivista. Pero después de casi un año de ir charlando, corrigiendo borradores y agregando o quitando personajes, Nadia nos planteó la idea de lanzar una colección entera. Y que cada uno de los libros se dedicara a un tema específico", explica Silvana Melo.
Claudia Rafael apunta que "muchas veces se plantea que hay temas para adultos y temas para chicos. La idea de esta colección, y de los libros de Chirimbote en general, es que no es así. Que, en todo caso, lo que va variando es la manera de abordar esos temas. Y cuando, por ejemplo, nos quedamos solamente en que el cuidado del agua y del medioambiente tiene que centrarse en cerrar bien la canilla para que no quede goteando les estamos mintiendo a los chicos. Porque mientras cerramos esa canilla y evitamos que se gaste inútilmente el agua, que obviamente, es necesario también hacer, las empresas megamineras como la Barrick, en Veladero, San Juan, gastan 9 millones y medio de litros por día. Que significan 110 litros por segundo en una provincia que, encima de todo, está en emergencia hídrica".
En este caso, el libro "Hache y su pandilla salvan Achú Achú" fue declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante de Gualeguaychú. Es que esa ciudad es la que finalmente se rescata en la historia escrita por las periodistas Silvana Melo y Claudia Rafael. Y es ahí mismo, en ese Municipio, donde el año pasado se aprobó una ordenanza que prohíbe el uso, venta y comercialización de glifosato.
Semillas de rebeldía
Silvana Melo puntualiza que "con la colección tratamos de pensar al extractivismo desde una mirada más amplia y en clave de infancia. No sólo desde la extracción de la riqueza del suelo. Hay que atreverse a ir más allá. Y hablar de extractivismo social, político, económico. Pero está pensado para la infancia porque la idea es sembrar en la niñez esa semilla de rebeldía que tiene que ver con ser críticos de una realidad que afecta a chicas y a chicos desde que están en la panza".
Claudia aclara que "todo se centra en historias reales, de gente de carne y hueso, como las maestras rurales que salen a los campos a cuidar a sus alumnos de los aviones mosquito que fumigan y envenenan. Este librito no sale de la nada. Está inspirado y, en definitiva, está también dedicado a nenas y nenes que murieron envenenados por los efectos de los venenos que se usan en las fumigaciones. Como Nicolás Arévalo y José Kily Rivero, de 4 años; Leila Derudder, de 14 años; Joan Franco, de 3 años; Antonella González, de 9 años y tantos otros".
El libro arranca planteando que "a veces lo que llueve no viene de una nube. A veces el viento trae agua mala. Mezclada con venenos que no hay que respirar. En los campos muuuuy grandes se riegan las plantas, pero no como en casa. En las enormes regaderas están escondidos los ogros y los esperpentos. Como el Glifosato Magnus y sus cómplices. Y los hombres que riegan se ponen traje de astronautas para que el veneno no los mate como a los bichos y a las malezas. Lo que llueve y lo que trae el viento va a parar a los ríos, a los arroyos, al agua que toma la gente".
Quienes apuntan a la esperanza creen que puede bastar un charquito incontaminado para iniciar el camino de la salvación. Evidentemente, Claudia Rafael y Silvana Melo así lo creen.
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Para adquirir el libro"Hache y su pandilla salvan Achú Achú" en Olavarría, se puede consultar a través de Facebook, en Antiprincesas #Olavarría.
Militantes de la vida
D.P.
Los lectores de EL POPULAR conocen desde hace años a Silvana Melo y Claudia Rafael, saben de sus posiciones frente a la realidad y comparten o no sus conceptos. Lo que la mayoría no sabe es que desde hace ya un tiempo migraron a Avellaneda para dedicarse de lleno al periodismo social en la agencia de noticias Pelota de Trapo, perteneciente a la fundación del mismo nombre, creada en 1982 por el sociólogo Alberto Morlachetti, quien falleció en 2015.
Pelota de Trapo se ocupa de niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad a los que se trata de rescatar a través del trabajo.
Las periodistas olavarrienses están a cargo de la agencia y publican semanalmente sus columnas en este diario. Cuando aún residían en Olavarría formaron parte del grupo que creó la hoy Mutual de Arte Macondo que también apuntaba a chicos en estado de vulnerabilidad.
Finalmente, lograron fusionar definitivamente su oficio con su compromiso social. No es poco en los tiempos que corren.