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Noviembre es un mes marcado a fuego en la historia moderna de la Argentina, desde que apenas comenzada su segunda quincena en 2017 se fue conociendo el destino de los 44 héroes del submarino ARA San Juan en aguas del Atlántico Sur.

Nada podrá calmar el dolor en todas esas familias, lastimadas además por la intolerable actuación de la administración Macri y algunos de sus funcionarios, pero en la inmensa mayoría prevalece la memoria, el respeto y el homenaje eterno a estos argentinos que reposan en aguas del Atlántico sur. Entre ellos Diego Wagner Clar.

En Olavarría, el 15 de noviembre próximo se concretará la imposición del nombre "Capitán de Corbeta Diego Manuel Wagner" a la actual calle Gobernador Vergara, en el tramo que recorre entre San Martín y Hornos, como custodiando una porción muy transitada de la ribera occidental del arroyo Tapalqué.

Además, desde el 19 del mes próximo la Escuela Secundaria Nº 16 del Barrio CECO II, ubicada en Juan XXIII al 3900, llevará también su nombre en el frente (con letras de hierro forjadas por su propio padre).

En este caso, tanto Emilio Wagner como su esposa Catalina Clar encabezan un proyecto para concretar dentro del establecimiento un museo que recuerde la memoria de su hijo.

"Fui hace aproximadamente dos años a la secretaría de cultura de la Municipalidad a pedir un espacio por esta razón, después llamé varias veces por teléfono, volví a ir, y como en más de un año y pico no obtuve respuesta se lo comenté a Raquel Gasparín, la directora de la Escuela Nº 16 que va a llevar el nombre de Diego, y me respondió que podía hacer un lugar allí" reveló Emilio Wagner.

"No tenemos mucho espacio, pero nos gustaría contar con un local con ingreso por el frente de la Escuela para que lo puedan visitar todos los vecinos" afirmó en tal sentido ayer por la tarde la máxima autoridad del establecimiento educacional.

En el ámbito escogido, los padres de Diego Wagner Clar se proponen rescatar varios objetos y símbolos que aluden a su paso por la Armada.

"El museo no contendrá todo lo que tengo, porque es mucho, pero sí algunas cosas de Diego" aclaró Emilio, y las fotografías suministradas por la familia dan testimonio de ello.

Una de las primeras tareas fue ubicar maniquíes.

Emilio consiguió hasta 10 en distintos comercios de venta de indumentaria masculina y venta de antigüedades, para rescatar piezas y obtener una postura militar.

"Nos faltaban algunas manos y las obtuvimos donadas por un amigo de Diego que trabaja en la Unicen y las hizo con una impresora 3D" agradeció.

En el museo de la Escuela se expondrán tres maniquíes con los uniformes de gala de la Armada, tanto el de invierno como el de verano, y un tercero con ropa de fajina.

La indumentaria fue suministrada por marinos del ARA Salta. "De Diego no tenemos nada. Todo se quedó con él" dijo emocionada su mamá, Catalina.

Emilio apuntó que "luego de hablar con la señora María del Valle Nocia, secretaria de La Casa de los Cristales, con el ingeniero Mariano Stefano y el arquitecto Esteban Mónaco, me donaron unas cápsulas de vidrio muy bonitas, con puertas, para proteger estas figuras".

El museo en la Escuela Nº 16 tendrá también el sable de Diego Wagner Clar, el pabellón nacional, una carta papal, la medalla "Al Honor Militar" entregada por la Armada a los familiares de las víctimas el ARA San Juan, y otras condecoraciones.

Estará su foja de servicio, que entre otras cosas resaltaba en 2016 "teniente de navío de desempeño excepcional, poseedor de excelentes conocimientos técnico - profesionales y una aquilatada experiencia en este tipo de unidades (…) El TN Wagner es un sobresaliente oficial naval, que ha cumplido con creces los objetivos, y ha sido un privilegio ser su Comandante".

Por otra parte, las bases de madera de los cofres que albergarán estos recuerdos fueron elaboradas por Juan Sisti, profesor de Diego en su paso por la ex Escuela Industrial.

"El escudo del submarino ARA San Juan, hecho en hierro con un pantógrafo, lo confeccionó el ingeniero Tisoni, que trabaja en Hierros González, y fue la persona que también me dio una mano e ideas para armar la réplica del submarino" recordó Emilio.

La cara de Diego Wagner Clar replicada en hierro (que será colocada en la escuela junto con el escudo), también fue posible con la ayuda de un pantógrafo, aunque en este caso el autor fue Pablo Cotovich, un compañero de colegio.

En una vitrina, también donada por La Casa de los Cristales, se ubicarán los objetos de menor tamaño.

Con sus propias manos Emilio hizo las letras que recordarán la memoria de Diego en el frente de la Escuela Nº 16.

"Esta semana, con Catalina, queremos pintar el frente de la escuela y ver si podemos colocarlas, así ya queda todo listo para que el 19 se haga la imposición del nombre e inauguremos el mini - museo" comentó.

Del trabajo realizado por Diego en Tandanor cuando, con el asesoramiento de ingenieros alemanes, participó entre 2011 y 2013 en tareas de mantenimiento del ARA San Juan, la familia Wagner - Clar posee un sinnúmero de objetos.

"Vamos a ver si encontramos un lugar para ponerlos el día de mañana. Son repuestos originales del submarino que cuando se desarmó quedaron, me los donaron y tengo que hacerme un viaje en la camioneta para terminar de ir a buscarlos" anticipó.

"Me lo consiguieron los compañeros de promoción de Diego y no los he traído a todos por una cuestión de tiempo y con esto del COVID. También hay cosas del ARA San Juan que traer de la Base Naval de Mar del Plata, como conseguimos en su momento el ancla que está puesta en Hinojo, luego de un trámite engorroso de casi un año llevado adelante por mi esposa" acotó.

Para este nuevo homenaje, la familia Wagner - Clar ha cosechado las mismas muestras de solidaridad que en ocasión de la colocación de una réplica del ARA San Juan en Hinojo.

Como aquel vecino que un par de años atrás se acercó a Emilio con un vaso de agua y se quedó para cavar los pozos en el paseo de los 44 árboles, y tantos otros que hicieron sus aportes anónimos para inmortalizar el recuerdo.

"No tengo palabras para agradecer a tanta gente que nos ha dado una mano, y que me ayudó desde un principio, cuando tenía dos opciones: o me quedaba en la cama con una terrible depresión, destruidos como lo que atravesamos durante 4 meses con mi esposa y vinieron los ex combatientes de Malvinas y nos sacaron adelante, o sobrellevar este dolor haciendo cosas para los chicos" reflexionó Emilio Wagner.

Fue en un viaje desde Mar del Plata, entre Balcarce en Tandil, cuando vieron como una revelación en el cielo.

"Se formó una nube con forma de submarino, esa foto que sacó Katy recorrió el país y fue increíble. Fue una señal de mi hijo y de los chicos que nos estaban pidiendo algo, y lo que nos pedían era que mantenga viva la memoria de ellos" interpretó Emilio.

"Por eso hice el submarino sin saber soldar, sin haber manejado nunca una autógena, trabajando 4 meses en pleno invierno a la intemperie con lluvia y frío, y cuando algo no me salía le pedía ayuda a mi hijo y a los otros 43 tripulantes. Ellos me ayudaron; se hizo lo que se hizo en Hinojo y ahora hice todo lo que hice para el museo de Diego y los tripulantes del ARA San Juan, que va a ser hermoso" prometió, casi quebrado.

Y así estará a disposición de toda la comunidad a partir del 19 de noviembre.