Alfredo Vila Santander desbordaba de satisfacción. El octavo remate anual de "Los Alfredos", la cabaña que creó hace 15 años, había sido un éxito rotundo. Desde los números, con precios destacados tanto en toros como en vientres; desde la convocatoria, varios de los cabañeros más importantes del país viajaron hasta el departamento mendocino de Santa Rosa para participar; y sobre todo -y lo que más le llenaba el espíritu- por la calidad de la hacienda que tiró en la pista de venta.

Freddy es un exitoso empresario cuyano que desde 2000 se transformó en productor ganadero. Y lo que comenzó como una unidad de negocio dentro de su variado portfolio, se transformó en una pasión y en un desafío constante de transformar la ganadería de aquella región. Por eso el orgullo de haber vendido una ternera Angus de pedigree en 3.900.000 pesos a Arandú, una cabaña bonaerense con varias cucardas ganadas en las exposiciones más importantes.

"Esto es histórico, nunca se pagó esa cifra por una ternera criada en Mendoza", asegura Vila con el pecho inflado. "Este remate, que fue una gran venta, nos marca que estamos en el camino indicado, que el proyecto genético que iniciamos hace poco más de un año con Juan García, uno de los mejores genetistas del país, ya está dando sus resultados", explicó.

"La presencia en nuestro remate de cabañas como Tres Marías, Arandú, Los Murmullos, y de Alfredo Gusmán, el presidente de la Asociación Argentina de Angus, es un gran orgullo. Vinieron cabañeros que tienen genética importante, y que compren en ‘Los Alfredos’ es un reconocimiento de mucho valor para nuestro trabajo", comentó.

Pero la ternera de los casi 4.000.000 de pesos y el estado y la calidad de los más de 300 reproductores machos y hembras que remató el último viernes de octubre no son más que la punta del iceberg del ambicioso proyecto ganadero y agrícola que Alfredo y su familia vienen desarrollando en Estancia Bodega El Retiro, en el árido este mendocino, y aspira a que se replique en el resto de la provincia.

"Yo estoy haciendo ganadería de excelencia en una zona desértica Queda demostrado que con esfuerzo, trabajo y un poco de inversión se logra transformar el campo. Se puede desarrollar la actividad ganadera en Mendoza", afirmó con la seguridad que le dan sus resultados.

Establecimiento modelo

Estancia Bodega El Retiro está ubicada a 86 kilómetros al este de la ciudad de Mendoza, sobre la Ruta Nacional N° 7, en el departamento de Santa Rosa. Cuenta con 3.800 hectáreas, con un casco de instalaciones de más de 10.000 metros cuadrados, y con un promedio anual de lluvias de 250 milímetros. En este campo, "prácticamente desértico", Vila desarrolla la agricultura en función de la ganadería para producir toros y vientres de máxima calidad.

La explotación tiene un rodeo de 2.500 cabezas y unas 1.000 madres Angus PC y Hereford PR, y produce granos y forrajes en 1.500 hectáreas bajo riego y en otras tantas en secano. "Tenemos esa cantidad de animales por la inversión que hemos hecho en tecnología: hoy son 17 los equipos de riego que hay en funcionamiento (todos abastecidos por energía solar) y que nos permite producir el alimento para nuestro ganado y brindar forraje y grano para los productores mendocinos, que se ahorran el alto costo del flete que les insume traer la comida de otras provincias", indicó Alfredo.

En la superficie trabajada bajo riego, Vila produce pasturas perennes (digitaria buffel); sorgo; maíz para pastura, para grano y para picado; avena; centeno; y triticale. "Yo lo consumo y el resto lo vendo, principalmente el maíz en grano y picado; y la alfalfa en fardo o rollo", contó.

"El manejo del rodeo de cría es todo con servicio natural, ya que tenemos una gran inversión en toros de pedigree que Alfredo compra en distintos remates. A las vaquillonas sí les hacemos inseminación y después un repaso con toros con facilidad de parto", aportó Mariano Di Santo, el encargado de El Retiro.

"Este un campo muy duro, con un clima árido, con muchos años que no llegamos ni a los 250 milímetros. El riego nos permite producir la comida y así realizar el manejo del rodeo", agregó. En cuanto a la recría, explicó que la hacen a campo en los círculos con riego, con ración, y unos 90 días antes del remate "los apuramos para que lleguen en el mejor estado posible".

A rolar se ha dicho

Riego al margen, en El Retiro se logró convertir en productivas a las otras 1.500 hectáreas a partir de un adecuado manejo y de una tecnología que no demanda una abultada inversión. "En Mendoza el monte es bajo, entonces lo que hicimos fue rolarlo (es una técnica de desmonte) y hemos sembrado buffel (una especie perenne, de crecimiento estival) con muy buenos resultados", explicó el productor.

"Nosotros estamos demostrando que no necesitás riego obligatoriamente. Mi vecino vio mi pastura, entonces roló y sembró. Y son muchos los que han empezado a hacerlo porque los animales comen.

Con el solo hecho de rolar -que no es caro- y sembrar podés tener una vaca cada 4 o 5 hectáreas y no cada 15", aseguró con entusiasmo.

"Los ganaderos mendocinos se han dado cuenta que si no producís alimento no podés tener ganadería. Es una provincia casi desértica. Entonces primero tenemos que producir el alimento para lograr más y mejor ganado".

Cuestión genética

"Hemos conformado un lindo equipo de trabajo nosotros. Está Mariano y su gente que hacen una tarea excepcional con los animales; más Juan García en el asesoramiento genético; y las asociaciones con muy buenas cabañas como Tres Marías (Benito Juárez) y Don Abraham (Tres Arroyos), para trabajar en conjunto", dijo Freddy.

"Y también está la integración con Rústicos para conformar un grupo de cabañas con genética de punta, que estamos apostando con todo. Y con gente, además, que hemos logrado una relación de amistad, que incluso se ha trasladado a las familias, que también se llevan bien. Eso no tiene precio", agregó.

Y ahí entra la otra pata fundamental para lograr una ganadería eficiente: la mejora genética de los rodeos. "En nuestro remate la gente se dio cuenta que los animales en nuestra provincia pueden tener las características del animal que se remata en La Pampa, Córdoba o Buenos Aires. Hemos logrado hacienda de excelencia, por eso se lograron los precios que se lograron. Siete terneras de pedigree promediaron 1.550.000 pesos, los toros PC promediaron 377.000 pesos pero con un valor máximo de 800.000, por ejemplo. Y es hacienda criada en una zona desértica", destacó con pasión.

"Hay que trabajar la tierra y mejorar un poco la raza, y para eso hay que incorporar buena genética. Hay animales míos en la Bahía de Samborombón, más prueba que esa que se puede, imposible", indicó.

"Las tranqueras de mi campo están abiertas para el que quiera ver cómo trabajamos y les podemos enseñar todo lo que hacemos, porque lo que quiero es desarrollar la ganadería en Mendoza", aseguró Freddy repitió como una muletilla su anhelo de lograr que la región cuyana se transforme en una zona relevante para la ganadería argentina. "Yo me puse como objetivo demostrar que se puede hacer buena ganadería. Por supuesto que tenés que invertir, la ganadería no viene si no hacés alguna obra. No te digo hacer lo que hicimos nosotros, que es con pivot de riego, sino obras menores. Si vos rolás y sembrás, la pastura viene. Yo lo he demostrado en mi campo", insistió.

Gestión

Sus ganas de que evolucione la ganadería mendocina lo llevaron a involucrarse también en un rol dirigencial. Así es como se transformó este año en director de la Sociedad Rural Argentina para los distritos de Mendoza y San Juan, y a mediados de 2020 impulsó la creación de "CamEste", la Cámara de Productores Agrícola-Ganaderos de los partidos de Santa Rosa, La Paz y Lavalle, entidad que en la actualidad preside, y que tiene varios proyectos para impulsar la actividad.

"Como nos ven tan activos muchos quieren incorporarse está la posibilidad cierta de que la Cámara se transforme en provincial", dijo Freddy.

"La cámara firmó con los tres municipios un acuerdo, recientemente refrendado por la provincia de Mendoza, en el que se comprometían a formar un fideicomiso para hacer un desarrollo agrícola para producir alimento para el ganado", explicó.

La idea surgió a partir de la cantidad de fincas de ente 10 y 20 hectáreas que están siendo abandonadas porque a la actividad vitivinícola no le cierran los números. "Nuestra propuesta es reconvertir esos fincas de frutales o vides, que la gran mayoría tienen pozos de agua, e incentivar a sus propietarios a hacer en ellos centeno para semilla, alfalfa o cualquier otro alimento para los animales, porque sabemos que es una actividad rentable", comentó.

"Les proponemos a sus dueños que ellos mismos produzcan pasturas o granos, o que se asocien con nosotros o que nos arrienden; esas son las tres variante. Ya hemos reunido casi 3.000 hectáreas de productores que quieren incorporarse entre los tres departamentos. Y hemos convocado a los intendentes para gestionar ante el Gobierno nacional un subsidio de 2.000.000 de dólares para equiparnos y llevar el proyecto adelante", describió entusiasmado el empresario.

"En homenaje a nuestros antepasados, quienes con esfuerzo y valentía transformaron la tierra de Mendoza en el próspero pueblo que vemos hoy. Nos honra continuar con esta visión, regalándole a las tierras de Estancia Bodega El Retiro una nueva vida de agricultura y ganadería", se presenta el su sitio web www.estanciaelretiro. com el proyecto que Alfredo y su familia están llevando adelante. Leyenda que refrendan con los hechos. Haciendo una ganadería con alma y Vila.