El inmueble donde reside la mujer que sería la tenedora de los animales que mataron a la víctima de este luctuoso suceso fue allanado, por orden dispuesta por Magdalena Forbes, la titular del Juzgado de Garantías 1 con asiento en los tribunales de Azul que entiende en esta causa penal.

Ordenó que se incautaran "canes, vivos o muertos (enterrados) dentro del predio, a los fines de proceder a establecer data de la muerte aproximada y tomar medidas de los mismos, determinar raza y abertura de la dentadura como así también cualquier otro dato de interés para la presente investigación", según se señala en lo dispuesto hace dos días por la titular de Garantías 1.

En ese procedimiento, que de manera conjunta llevaron a cabo policías de la Comunal y del área de Bromatología de la Municipalidad de Benito Juárez, se hallaron e incautaron varios perros que estaban muertos y enterrados, después de que -al parecer- habían sido recientemente envenenados. Además, se recogieron perros vivos que esa vecina tenía en el inmueble.

Esa causa quedó radicada en la UFI 2 que en los tribunales de Azul está a cargo del fiscal David Carballo. Y comenzó a tramitarse desde la Ayudantía Fiscal que en Benito Juárez conduce Paula Rodríguez, la cual depende de la mencionada Unidad Funcional de Instrucción con sede en el Palacio de Justicia.

El caso

El sumario había comenzado a instruirse el sábado que pasó, cuando minutos después de la hora 19 de aquel día fue hallado el cadáver de la docente que se convirtiera en la víctima de este aberrante suceso.

La profesora que fue encontrada muerta aquel día se llamaba Sara Noemí Gaspani.

Un joven que caminaba por esa zona halló primero una cartera que, según después se comprobó, le pertenecía a la mujer a la que mataron los perros.

A pocos metros de donde estaba ese objeto, esa misma persona -que de manera casual caminaba por ahí junto con su pareja- observó el cadáver de la docente.

El cuerpo estaba en una banquina, boca abajo. Y cuando fue descubierto por la pareja todavía sobre el cadáver "había tres canes que estaban comiéndolo", según se señala en las actuaciones penales.

Un dato considerado importante en esta investigación refleja que, inmediatamente después a que la pareja se topara con esa aberrante escena, los tres perros que estaban sobre el cuerpo de la víctima fueron llamados por una mujer que se domicilia en cercanías de ese lugar, lo que hizo que los animales se fueran.

La hipótesis de que esa vecina es la tenedora de los canes está robustecida con una declaración testimonial que ya le ha sido tomada desde la instrucción a su hijo, quien afirmó que su madre tiene varios perros que "adopta porque son abandonados" en la zona donde posee esa propiedad que anteayer había sido allanada, un inmueble que está ubicado en cercanías al lugar donde el sábado que pasó fue hallado el cadáver de la docente a la que mató una jauría.

La autopsia a la que el cadáver de la docente fue sometido al día siguiente de que falleciera arrojó como resultado que la mordedura letal que acabó con su vida estuvo localizada en la zona de su cuello.

"La causal de la muerte es una mordedura en el cuello, de un perro grande. Esa fue la mordedura vital y le provocó a la mujer un paro cardiorrespiratorio traumático", señaló una fuente allegada a la instrucción de esta causa penal que dialogó con este diario.

Las conclusiones de la necropsia revelan que la muerte de la profesora fue "rápida y traumática", a causa de esas múltiples lesiones provocadas en todo su cuerpo por los animales que la atacaron. Mordidas que en algunos casos fueron "penetrantes" y "en otras desgarrantes", en el contexto de lo que fue ese ataque de la jauría.

"A través de la autopsia y las pericias de la Policía Científica hemos podido corroborar que la atacó una jauría. Ella andaba caminando. Tenía auriculares, ropa deportiva y llevaba una pequeña botella con agua cuando la hallaron muerta. Su cuerpo estaba entre unos pajonales, en una cuneta", se indicó también desde la instrucción de este sumario penal.

EL DATO

En la causa penal está incorporada la declaración testimonial de un vecino juarense, quien señaló que días antes a que la docente fuera atacada por una jauría que la mató él había sufrido un episodio de similares características cuando iba corriendo por la misma zona donde fue hallada la víctima de este luctuoso suceso. Según el relato de ese testigo, fueron seis perros los que lo atacaron, provocándole lesiones por las que después tuvo que concurrir al hospital para ser asistido. Ese vecino reconoció a los perros secuestrados en la casa de la mujer que está siendo investigada por la muerte de la profesora como los mismos que lo habían atacado a él aquel día en que había salido a correr.

Fuente:Diario El Tiempo de Azul