El 16 de mayo, un adolescente baleó en el rostro a un ladrón que había ingresado a su casa, en el barrio Pueblo Nuevo; por lo que el hombre de 45 años tuvo que ser internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Municipal.

El 7 de junio, un adolescente que había robado una bicicleta terminó arrollado y con lesiones: la víctima del robo pidió auxilio y una mujer con su auto persiguió al ladrón hasta arrollarlo.

A estos dos episodios que generan conmoción y enorme preocupación se suma lo ocurrido el miércoles pasado en la zona céntrica de la ciudad, donde el propietario de una reconocida ferretería se resistió a un robo, persiguió a un ladrón y ambos terminaron aprehendidos. Horas después el comerciante quedó en libertad y el delincuente detenido.

De acuerdo a testigos del lugar un ladrón habría querido robar en la camioneta del dueño del comercio, el hombre habría intentado resistir el robo y disparado al menos tres veces al piso para repeler la acción. Cuando el delincuente huyó, el hombre decidió perseguirlo en una camioneta 4x4, recorriendo unos metros incluso en contramano.

Especialistas en seguridad, derecho la Justicia Penal y psicología aportaron ahora su mirada sobre estos acontecimientos, en un contexto de pandemia que no dejan de lado y que exacerba todavía más las personalidades y las emociones.

"La situación es muy complicada y más en este contexto, pero siguen siendo mínimos estos hechos que hemos vivido en una ciudad que ya no es chica y que tiene 120 mil habitantes", sintetizó el subsecretario de Seguridad municipal, Daniel Borra, en diálogo con EL POPULAR.

Para la psicóloga Yesica Shcamberger, "cada vez parece que son más frecuentes los hechos de ciudadanos que buscan justicia por su propia mano, casos que lamentablemente han venido creciendo durante este último tiempo de pandemia".

Visión integral

"Cada vez parece que son más frecuentes los hechos de ciudadanos que buscan justicia por su propia mano, casos que lamentablemente han venido creciendo durante este último tiempo de pandemia", analizó la Lic. Yesica Schamberger.

Se podría pensar en los casos ocurridos recientemente en nuestra ciudad "en situaciones de autodefensa o de persecuciones como un modo de expresión explosiva e impulsiva propia de el contexto social, cultural y económico en el que vivimos, con algunas predisposiciones psicológicas de cada sujeto en particular", reflexionó.

La profesional hizo hincapié en la importancia de "tener una visión integral de todos los factores que intervienen en el día a día de una persona que es parte dela sociedad", en referencia a encontrar una explicación a estos hechos recientes que todavía resuenan en Olavarría.

Sobre los casos puntualmente, la Psicóloga apuntó que "desgraciadamente se podrían enmarcar como una respuesta contraofensiva al escandaloso delito violento vivido por parte de la víctima, que suelen vivenciar -en líneas generales- sentimientos fuertes e intensos".

De allí deviene en algunos casos "la reacción irracional humana, demostrando su resistencia a la opresión y a la amenaza a que se cometa o termine de cometer el hecho delictivo por parte de el delincuente. Se observarían diversas conductas que estarían relacionadas para infundirle miedo al delincuente, así como el delincuente especula con el miedo del ciudadano".

Desde su mirada, la profesional planteó que "el miedo es una emoción básica de el ser humano, nos alerta ante una situación de peligro. Como todas las emociones, es importante su equilibrio. Ante una situación de delito imprevisto es probable que esta emoción se vea potenciada lo cual conlleva a otras reacciones que varían según cada sujeto".

Allí entran a jugar la cuestión de los límites y los roles difusos, hasta la inestabilidad en sentido social y personal que "contribuye a esto".

Una estructura "armada"

Comerciantes de distintos rubros, por su parte, manifestaron que los casos de inseguridad se han incrementado y que viven con preocupación situaciones de robos y roturas de vidrieras.

De hecho, desde la Asociación Comerciantes Unidos han pedido una reunión con Daniel Borra y con el responsable del centro de monitoreo Ojos en Alerta, Daniel Manuel. El encuentro se concretaría la próxima semana. Lo que se busca, básicamente, es plantear inquietudes y articular acciones.

Es que para gran parte de los comerciantes, la problemática de la inseguridad "no es una sensación, sino que está muy difícil. Nos preocupa mucho realmente".

En este contexto, desde la agrupación sostuvieron que como entidad "hay que focalizarse en la problemática, más allá de las conductas personales para las que actuará la Justicia".

Si bien Olavarría "tiene una estructura armada y que es importante en materia de seguridad, nunca es suficiente", analizó Daniel Borra.

Enumeró que la ciudad tiene unas 20 motos que trabajan actualmente y hay casi 300 cámaras distribuidas en distintos puntos. "Hay que usar la tecnología, comprar más drones por ejemplo, no bajar los brazos frente a este tipo de acontecimientos".

El responsable del área de Seguridad del Municipio confirmó que la semana que viene mantendrá un encuentro con comerciantes y "la intención es que podamos sumar y aportar cosas en común".

Si bien Olavarría cuenta con una logística que no es menor en materia de seguridad, "siempre hace falta gente porque el personal se va distribuyendo en distintos puntos. Hay al menos ocho policías de la Policía local por turno en la toma de tierras y hasta hace poco cuatro motos estuvieron en la ruta frente a Cerro Negro por el corte que tuvo lugar allí".

Aclaró que casos como los sucedidos en el último mes son hechos "aislados" que la Justicia y las Fuerzas de Seguridad en general están "actuando muy bien en este tipo de situaciones". En comparación con otras ciudades "acá el Municipio aporta mucho en todo sentido, pero no alcanza".

Qué es lo que dice la Ley

Los tres sucesos que ocurrieron en nuestra cuidad también generaron opiniones variadas entre los olavarrienses. Abogado penalista, el Dr. Gustavo Scotto analizó la situación desde el punto de vista legal.

"Hay que encuadrar dos conductas -explicó en diálogo con el programa radial ‘Mejor de Mañana’ de El Popular Medios-. En primer lugar, si se cometió un delito por parte de la persona imputada y en segundo lugar, lo que se denomina técnicamente ‘legítima defensa’" por parte del damnificado.

El Dr. Scotto aclaró que en primer lugar "hay que distinguir el robo del hurto. Robo es cuando se ejerce violencia sobre la cosa a sustraer, por ejemplo romper el vidrio de una camioneta para ingresar. Pero si la puerta estaba abierta, eso es hurto".

En segundo lugar, en el caso del comerciante "creo entender que la persona damnificada sale de esta situación y lo persigue, y en esa circunstancia dispara".

El abogado penalista apuntó que "la legítima defensa no hace desaparecer al delito, es una justificación que está contemplada en el Código. Cuando alguien ve en peligro algún bien material o su vida y se defiende en el mismo acto que está sucediendo, existe una legítima defensa".

Pero, diferencia que "si ese peligro desaparece. Es decir, la persona corriendo, el riesgo de que te roben o te hurten ya no existe, desapareció. Por lo tanto, perseguirlo y dispararle ya se está incurriendo en lo que se denomina ‘exceso en legítima defensa".

Otro punto que aclaró es que "la legítima defensa no hace desaparecer el delito. Si alguien mata a un delincuente que le está robando, hay un homicidio. Luego se contempla la legítima defensa".

Definió que más allá de las opiniones subjetivas, "la Justicia es la fría letra de la Ley. Para el común denominador de la gente queda muy lindo que una persona salga a disparar a otra que intentó robar, pero después esa persona queda técnicamente desprotegida".