Los primeros seguramente se comprarían en Buenos Aires o se importarían de Europa y Estados Unidos pero debían circular tempranamente por nuestras calles ya que hay anuncios de `mecánicos del automóvil` desde 1911, como Enrique Bertolini, especialista en la marca Ford.

En 1917 ya encontramos algunos avisos de venta de autos. Por entonces los motores convivían con los coches de caballos, tal como se ve en las fotografías o los avisos; por ejemplo: Fábrica de carruajes y carros de Francisco Martinese. Breaks, americanas, automóviles, carros y sulkis de distintas clases. Los mateos que tenían parada fija en la plaza central y en la estación del ferrocarril siguieron corriendo hasta los primeros años 60.

La nota completa en la edición impresa de diario EL POPULAR