Vuelta al trabajo presencial: entre el alivio del reencuentro y la dificultad de dejar las ojotas
El regreso a la oficina a partir del avance de la campaña de vacunación contra el coronavirus tuvo impacto dispar entre los trabajadores que contaron su experiencia a Télam.
El regreso al trabajo presencial a partir del avance de la campaña de vacunación contra el coronavirus tuvo impacto dispar entre quienes lo esperaban "porque la pantalla no puede suplir la relación humana" y quienes valoraron en cambio "el ahorro de tiempo, cocinar en casa y estar en ojotas" que permitió el aislamiento, por lo que especialistas señalaron que el modelo híbrido que combina actividades presenciales y remotas "llegó para quedarse".
"Necesitaba cambiar de ambiente, el pasar todo el día en el mismo lugar me generaba una situación de asfixia; la relación humana es algo que una pantalla no puede suplir", contó a Télam Florencia, una publicista para quien resultó un alivio retomar la presencialidad.
En cambio Agustina, empleada administrativa, vivió retomar sus tareas en la oficina como un "momento de shock físico y mental".
"Fue un cambio de rutina completo estar en la oficina; los distintos estímulos, las luces, los sonidos, la gente que va y viene, es todo muy raro", aseguró la joven que tiene casi dos horas de viaje desde su casa en el conurbano bonaerense hasta el centro porteño.
Sin embargo, admitió que lo positivo es el contacto con sus compañeros ya que "no es lo mismo una respuesta por WhatsApp que tener a alguien en el escritorio de enfrente".
Sobre estas experiencias, Virginia Borrajo, psicóloga y docente de grado y posgrado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), dijo en diálogo con Télam que "tener la vacuna empezó a operar como el volver, pero nosotros trabajamos mucho con lo que es el proceso de adaptación y readaptación porque implica un impacto en las funciones laborales y también en la vida privada".
Según la Resolución Conjunta 4/2021, los empleadores pueden exigir el retorno a la presencialidad de los trabajadores que recibieron al menos la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19 luego de que haber cumplido 14 días de la inoculación, incluidos los dispensados.
Para la especialista en recursos humanos, cuando no se da un acuerdo mutuo en el regreso a la oficina se quiebra el "contrato psicológico" que tiene que ver con las expectativas que tienen tanto las personas con su trabajo como las organizaciones de sus empleados y "aumentan los niveles de insatisfacción".
Para evitar esto, Borrajo recomendó que "rediseñen su sistema de trabajo pensando a las personas en el centro" y explicó que "así como algunos quizá tienen más dificultades por su entorno laboral y familiar en volver físicamente a la oficina, hay otras que lo necesitan".
Es que para algunas personas el regreso al trabajo puede significar un "impacto muy fuerte; es como si se hubieran olvidado de lo que era la presencialidad", aseguró a Télam la licenciada Vera Gallegos, presidenta del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires Distrito XV.
"Lo que se ve mucho son crisis de ansiedad y ataques de pánico como algo de lo que aparece ahora en relación a volver a salir", añadió la psicóloga.
Sin llegar a ese extremo, Rodrigo, que es empleado bancario, optó por no volver a su oficina porque consideró que el teletrabajo le "cambió bastante la vida".
"Me ahorró un montón de tiempo, me mejoró la alimentación porque me cocino en mi casa, y también está el tema de la ropa, antes tenía que ir vestido de traje y ahora estoy en ojotas", explicó el hombre que teme contagiarse el coronavirus y afectar a sus familiares ya que su padre y la pareja no se quisieron vacunar "porque creen que la vacuna les va a hacer daño".
Una de las novedades que trajo la pandemia fue la emergencia del trabajo híbrido, que debe pensarse como "un experimento organizacional que llegó para quedarse", señaló Borrajo y advirtió que hay que "medir el impacto en la gente y ajustar lo que sea necesario".
En este sentido, la economista, docente e investigadora del Instituto del Mundo del Trabajo Julio Godio de la Universidad de Tres de Febrero (Untref), Sofía Scasserra, alertó sobre el peligro de adoptar un modelo híbrido sin "establecer reglas de juego claras".
"Se pueden generar abusos donde el trabajador parece que tiene que estar disponible para salir corriendo a cualquier hora del día", graficó Scasserra.
Para la docente, "el futuro del trabajo nos plantea el desafío de la soberanía del tiempo; creo que ese va a ser el gran debate de este siglo, por lo que me gusta más el concepto de soberanía como realmente tener la capacidad de elegir cómo quiero gestionar el tiempo".
Otro de los desafíos frente a la implementación de esquemas de trabajo mixtos es la distribución equitativa entre hombres y mujeres de las tareas de cuidado.
Scasserra condujo un estudio de la Fundación Foro del Sur que indicó que el 84% de las mujeres encuestadas aprobaban el trabajo remoto, aunque casi el 50% lo realizaría solo si puede combinarlo con la modalidad presencial, lo que "muestra la importancia que se le da al poder salir del hogar y establecer relaciones con colegas".
Analía, terapista ocupacional y madre de una niña de tres años, contó a Télam que cuando su hija recuperó la presencialidad completa en el jardín vivió semanas "especialmente caóticas".
"Desde que se unieron las burbujas hubo tres veces cierre de sala", relató la mujer que vive en el barrio porteño de Villa Ortúzar y explicó que se organiza contratando a una cuidadora si está libre, o se turna con su pareja.
También explicó que tuvo "muchas dificultades" con sus empleadores para que le habiliten una dispensa para trabajar desde su casa dos tardes por semana.
Según la Resolución 60/2021 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, durante el ciclo lectivo 2021 "se considerará justificada la inasistencia del progenitor, progenitora, o persona adulta responsable a cargo, cuya presencia en el hogar resulte indispensable para el cuidado del niño, niña o adolescente", en los días en que no concurran a clases presenciales o cuando la jornada sea reducida.
Para Susana, psicóloga y madre de un niño de cinco años, combinar su trabajo con las tareas de cuidados es "un problema porque son muy frecuentes los aislamientos preventivos".
"Esta semana pasó que a las dos horas de haber iniciado la jornada nos avisaron del aislamiento de la burbuja y fue un revuelvo bárbaro porque tenés que ir a buscarlo lo más rápido posible", explicó la mujer que vive en la Ciudad de Buenos Aires y aseguró que "es un lío porque implica suspender el trabajo".
"No tenés cómo hacer o te cuesta mucho dinero poner una niñera. Cuando se aísla la burbuja por lo general recae sobre mí porque estoy más a mano que el padre", añadió.
En tanto, Scasserra subrayó que de cara al futuro "hay que seguir luchando por un mundo del trabajo cada vez más igualitario" y apuntó que la Ley de Teletrabajo 27.555, que empezó a regir a partir de abril para empleos nuevos fomenta la "corresponsabilidad de cuidados".