La Semana del Parto Respetado se conmemora a nivel mundial desde el año 2004, a partir de la creación de la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR). Desde ese mismo año, rige en el país la Ley nacional 25.929 de Parto Humanizado que es de aplicación obligatoria en todo el sistema de salud.

Mediante una encuesta realizada desde la Consejería de Prevención de Violencia Obstétrica, se pudo determinar que muchas mujeres se han sentido vulneradas en la instancia de parto, por lo que desde la Consejería "se dedica toda esta semana a informar, visibilizar y a poner voz a las diferentes vivencias que hay durante el parto", indicó Yessica Almeida, quien trabaja junto a socorristas locales para reducir la cantidad de casos de violencia obstétrica en la ciudad.

Estas socorristas junto a las mujeres que se ponen en contacto con la Consejería, trabajan formando un plan de parto que le permite a la persona que atraviesa un embarazo planificar, decidir y participar de forma activa. De esta manera la persona gestante recibe información sobre las prácticas y sobre el proceso al que se va a someter al finalizar el embarazo.

"Creemos que el acceso a la información y el garantizar derechos como la Ley de Parto Respetado, nos ampara y nos brinda herramientas que nos protegen ante distintas situaciones que se dan en esta instancia", expresó.

La Ley de Parto Humanizado establece que se deben respetar los tiempos biológicos y que la madre puede decidir "de qué manera quiere parir, quién quiere que la acompañe, el equipo médico que va a estar presente, quiénes pueden estar, y quiénes no", detalló Almeida.

Eugenia Del Campo, socorrista y miembro de la Consejería, aseguró que muchas veces "una clase de preparto no alcanza porque no sabes todo lo necesario para atravesar este momento". También mencionó el hecho de que gracias a la encuesta que se realizó desde la Consejería, se puede hablar de la presencia e incidencia de la violencia obstétrica en la ciudad, lo que permite justamente que desciendan los casos.

"No es lo mismo parir con reflectores en la cara, con una partera apretandote la panza, con un médico diciéndote ahora puja, ahora no, que te estén haciendo una episiotomía, que hagan comentarios que te estén asustando, estar sola y sin las personas que emocionalmente te sostienen", expresó Eugenia, alegando que este espacio debe ser cálido, un lugar de respeto, en el que se tenga en cuenta tu pertenencia cultural y las posiciones que el cuerpo de la persona gestante necesita.

"La mejor herramienta es estar informadas, conocer cuáles son nuestros derechos, conocer las distintas prácticas y los distintos procesos que pueden suceder durante el parto", señaló Almeida y agregó que esta es la única manera en la que la persona gestante puede participar activamente del parto, ya que "tiene las herramientas para elegir, siempre que se pueda, qué prácticas quiere atravesar y cuáles no en el caso de que algo se complique".

Del Campo incluso mencionó el hecho de que a muchas mujeres les han practicado una cesárea en la que han permanecido atadas todo el timepo. "No somos una cadena productiva donde lo que importa es el producto final", se quejó y agregó que "la mujer debe poder decidir los procedimientos a los que va a ser sometida, en los casos en los que no está en riesgo el embarazo".

Este tipo de violencia no está presente en los discursos diarios, por esta razón desde la Consejería se realizaron encuentas utilizando como guía lo que se estipula en la ley de Parto Humanizado, la cual "se publicó en 2004 pero la provincia de Buenos Aires adhirió a ella en 2020", indicó Eugenia. Según las encuestas realizadas hubo violencia obstétrica, en diferentes grados, en un 92% de los casos.

La socorrista explicó que en un plan de parto se detallan las posibles prácticas que son factibles de realizar durante un trabajo de parto. "Esto te permite conocer si eso que en el momento te van a practicar es necesario o no, y cuándo sí es completamente indispensable" ya que "cada acción y práctica tiene que estar consentida por la paciente".

La Consejería de Prevención de Violencia Obstétrica creada durante el 2020, no cuenta con un espacio físico, sin embargo se pueden contactar mediante redes sociales y pautar un encuentro presencial.

Cesáreas

La Organizacón Mundial de la Salud recomienda que la taza de cesáreas debe oscilar entre un 10% o 15% aunque cada vez son más frecuentes en todo el mundo. "Esto significa que las mujeres están en condiciones de atravesar un parto vaginal sin mayores inconvenientes, sin embargo llegamos a un 80% de cesáreas en las Clínicas de Olavarría, según nuestras encuestas" indicó Eugenia.

Tal como señalan los profesionales, este tipo de intervencción quirúrgica debe realizarse cuando el bebé se encuentre en una posición anormal o cuando el parto vaginal implique un riesgo para la madre o el bebé.

"Es importante saber cuándo algo es necesario y cuándo constituye una práctica que le es más cómoda a los profesionales", indicó Eugenia, ya que las cesárea muchas veces pueden ir contra los tiempos fisiológicos que lleva el trabajo de parto.

Sobre esto, la socorrista explicó que hoy gracias a la tecnología que asiste a las mujeres durante el proceso, es posible determinar mucho antes del parto si un embarazo es o no de riesgo ya que la cesárea es "un procedimiento necesario en una cantidad finita de casos". Incluso mencionó el hecho de que no hay estudios que demuestren que realizar esta práctica en casos en los que no es necesario, no traiga consecuencias en las mujeres o neonatos.