Tras el anuncio de los gremios docentes de un paro por 72 horas que impediría el regreso a clases luego del receso invernal en el territorio bonaerense, la gobernadora María Eugenia Vidal enviaría este mismo viernes, un pedido de conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo provincial. La solicitud busca evitar el conflicto en el inicio de clases para los más de 4 millones de alumnos que concurren a escuelas de la provincia.

La veloz respuesta del Gobierno no sorprende, ya que (si bien la oficialización es reciente) la medida de fuerza de los docentes venía amasándose con anticipación y el FUDB le había dado a Vidal un ultimátum hasta hoy para que convoque nuevamente a negociar salarios.

El mismo jueves, el titular de la cartera laboral, Marcelo Villegas, explicó que desde "noviembre del año pasado llevamos 18 reuniones" y agregó: "Llevamos la propuesta de 16,7 % a julio y sentarnos nuevamente en agosto a seguir dialogando. No estamos diciendo que el 16,7 es el aumento para todo el año, tenemos que revisar nuestras metas de recaudación y a partir de ahí seguir discutiendo".

El vidalismo, contra el paro

Distintos referentes del vidalismo salieron a cuestionar el paro. Lo calificaron como "salvaje", "extorsivo" y "político". En tanto, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Manuel Mosca, opinó que se trata de una medida de fuerza "salvaje"; mientras que Guillermo Castello, también legislador en la Cámara Baja provincial, consideró que "los sindicatos docentes repiten la historia y anuncian paro extorsivo y no inicio de clases".