El Poder Judicial tiene graves dificultades para establecer protocolos adecuados de protección para las personas afectadas al trabajo presencial. Aún peor, transcurridos más de cincuenta días de cuarentena, no se ha podido garantizar la provisión a todos los organismos en funcionamiento de los insumos de protección básicos (alcohol en gel, guantes de látex, barbijos, máscaras faciales, productos de limpieza, entre otros).

A esa situación de improvisación y/o desidia por parte de nuestro empleador, se suma la penosa y mil veces denunciada situación edilicia, que torna imposible garantizar las medidas de distanciamiento y donde frecuentemente faltan elementos tan vitales como el agua y el jabón.


Ante la complejidad de la situación expuesta, la AJB considera extremadamente peligrosa la puesta en funcionamiento de nuevos procesos y actividades que conlleven la presencia física de personal en los edificios judiciales o en entornos donde no se pueden controlar las condiciones de prevención de contagios (diligencias de oficiales de justicia o notificadores o ciertas intervenciones periciales).


La AJB sigue priorizando el cuidado de la vida y la salud de quienes trabajamos en el Poder Judicial y de nuestras familias.